Los temporales cada vez son más extremos, aquí unas cuantas evidencias

Sobre todo los mediterráneos, por allí el aumento de la temperatura del mar está dejando una columna de aire más húmeda que alimenta a las lluvias otoñales. Ayer la televisión autonómica À Punt organizó una jornada para hablar de la DANA de septiembre, el cambio climático y su correcta comunicación.

Inundación
Las lluvias torrenciales cada vez son más frecuentes y debemos adaptar las infraestructuras, y la comunicación.

Una Depresión Aislada en Niveles Altos y sus efectos, en ocasiones catastróficos, no se pueden vincular estrictamente con el calentamiento global, pero hay ciertos matices que sí están fortaleciendo a los cumulonimbos. “La forma de llover está cambiando”, advirtió ayer Jorge Olcina, Catedrático de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Alicante y Director del Laboratorio de Climatología. La Seu Universitària Ciutat d’Alacant acogió la I Jornada Meteorològica de la televisión autonómica valenciana À Punt, alli hablaron sus expertos y otros actores de la escena climática y meteorológica. Tres meses después del episodio de lluvias torrenciales que sacudió la Vega Baja, este congreso se formuló para analizar las causas y hablar de lo que nos deparará el cambio climático en el futuro.

“Ahora llueve de forma más intensa y en periodos más cortos. El tipo de lluvia que más se ha incrementado es el que acumula entre 30 o 100 litros por metro cuadrado en una hora”, expuso Olcina. Debido al calentamiento global el jet stream se está meandrizando, así “parece haber más configuraciones de DANA y a la vez las sequías son más cortas pero muy intensas” según el geógrafo alicantino.

Desde el inicio de las ponencias, la directora de À Punt Empar Marco y Victòria Rosselló, Jefa de Meteorología en la televisión, subrayaron la necesidad de hacer llegar al público de forma clara los riesgos que traen los eventos de tiempo severo y la actual situación climática. Esta información también debe calar en otros estamentos, en tanto que muchas catástrofes se ven alentadas por una incorrecta planificación territorial. “El encauzamiento del río Segura hay que repensarlo”, adujo Olcina, coincidiendo con las reflexiones de Manuel Aldeguer, Director General del Agua en la Generalitat Valenciana. “Uno de los problemas del Segura en la Vega Baja es que la mota está 3 metros más alta que el suelo, lo que llueve alrededor del tramo final del río no se puede canalizar”.

Aldeguer, además, evidenció un error en la infraestructura que pudo haber incrementado el alcance de la inundación en el sur de Alicante: “el desnivel del cauce está mal calculado”. Ante futuros eventos en el Segura considera que “hay que buscar nuevos sistemas para que corra el agua, con más pendiente o mediante bombeo”.

Está aumentando la frecuencia del tiempo severo

Esas nuevas medidas habrá que adoptarlas pronto, porque existen evidencias de que los fenómenos meteorológicos extremos están aumentando su frecuencia. “Varios estudios señalan que en los últimos años se están produciendo fenómenos más energéticos en el Mediterráneo occidental. Los episodios de lluvias intensas son más focalizados, tienen una duración más corta, mayor intensidad y son más próximos al litoral”, aportó en su ponencia Jorge Tamayo, delegado territorial en la Comunidad Valenciana de la AEMET.

Tamayo evidenció que el calentamiento global es una realidad. Las observaciones desde mediados del siglo XX son irrefutables. “Los años más cálidos han sido los últimos”, mostró el meteorólogo, destacando el número creciente de las llamadas noches tropicales en la ciudad de Valencia, que se han multiplicado por cuatro en los veranos recientes. El mar Mediterráneo es sensible a este incremento de temperatura y su superficie en la temporada estival ahora presenta registros hasta 2 ºC más cálidos que hace unas décadas. “Esto aumenta el vapor de agua y tiene que producir, necesariamente, un cambio en los patrones de precipitación”, avisó.

Nuevas herramientas de seguimiento y prevención

El delegado de AEMET destacó que España tiene uno de los mejores sistemas de gestión de riesgo del mundo, al que contribuye la misma agencia y los servicios de emergencias, pero también los aficionados a la meteorología que, de forma altruista, ofrecen datos en tiempo real de una valía incalculable. En ese segmento están las asociaciones AMETSE y AVAMET.

En representación de estos grupos comparecieron Pedro José Cascales, conocido en las redes como MeteOrihuela, y Rafael Armengot, hasta hace poco meteorólogo de AEMET. El primero hizo una labor encomiable en el evento de lluvias torrenciales; Armengot puso en valor el trabajo de la AVAMET. “En la catástrofe de Tous la AEMET casi no tenía idea de lo que estaba pasando, no había datos en ese momento. Habían caído cerca de 1000 litros por metro cuadrado en la zona del Caroig. Ahora el salto es exponencial, hay mucha más información y la información es poder. Poder para la sociedad”, destacó.