2022 histórico en España. 6 hitos meteorológicos según nuestros expertos

Nuestros expertos Francisco Martín, José Miguel Viñas y José Antonio Maldonado repasan los episodios meteorológicos más excepcionales de 2022, que han conformado un año sin parangón en los registros históricos.

Catástrofes 2022
El contraste entre la sequía general y las inundaciones locales, en un ambiente cálido y a veces plagado de calima.

A punto de acabar el año 2022, llega el momento de hacer balance de lo ocurrido a nivel meteorológico en España, que ha sido mucho. Desde que comenzó, el tiempo se ha empeñado en ser noticia, primero por la ausencia de precipitaciones, pronto por el calor y luego por los excesos en la lluvia porque, pese a la sequía, también los aguaceros han tenido su protagonismo. Algo que ya ha pasado a la historia, independientemente de lo que suceda hasta el final del mes, ha sido la temperatura. Ayer la AEMET confirmó que este año es el más cálido de la serie histórica en nuestro país, superando en 1,6 ºC el valor promediado desde 1961. Nunca habíamos superado los 15 ºC de media en el conjunto del país, hasta ahora.

Tres de nuestros expertos en Meteored, Francisco Martín, José Miguel Viñas y José Antonio Maldonado han analizado los fenómenos más destacables que han fraguado este año sin parangón en España.

Por Francisco Martín

La tormenta tropical Hermine con inundaciones en Canarias

El Centro Nacional de Huracanes (CNH) nombró a la tormenta tropical Hermine, entre el 23 y el 25 de septiembre, cuando estaba situada muy al sur y lejos de Canarias. Hermine tuvo una trayectoria atípica de sur a norte y paralela a las costas africanas. Su centro nunca afectó o estuvo cerca de Canarias, pero la interacción con una vaguada en altura generó una lengua de humedad y bandas de precipitaciones que dejaron lluvias generalizadas, intensas y persistentes.

Muchos de estos aguaceros fueron acompañados de tormentas, especialmente durante el sábado y domingo, 24 y 25 septiembre respectivamente, cuando se batieron récords de acumulaciones en 24 horas en 22 estaciones de AEMET. El domingo se observaron acumulados de más de 100 litros por metro cuadrado en un día en diversas localidades.

La borrasca Efraín, ríos de humedad y abundantes precipitaciones

La borrasca Efraín tuvo su origen en un activo ciclón subtropical que fue vigilado por el CNH a primeros de diciembre, pero no llegó a ser nombrado como tal. Posteriormente, sufrió un proceso de profundización y transformación en latitudes medias, llegando a ser una poderosa borrasca muy al oeste de la Península.

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Más al norte, un anticiclón de bloqueo en Groenlandia hizo que Efraín nos enviara sucesivos frentes con precipitaciones abundantes en la fachada occidental peninsular, con valores generalizados del orden de 100 l/m2 y más, en zonas amplias que padecían una fuerte sequía. Las precipitaciones estuvieron asociadas a “ríos atmosféricos” muy cargados de humedad. A la vez, la borrasca nos protegió de las irrupciones gélidas de norte que otros países europeos sufrieron.

Por José Miguel Viñas

El calor extremo del verano, sin duda lo más destacable del año

El calor extremo acontecido en España durante el verano de 2022 constituye la circunstancia meteorológica más destacada de todo el año. En los registros climatológicos sólo disponíamos de un verano con una anomalía de temperatura positiva similar: el de 2003; aunque su carácter extraordinario fue incluso superado por el del año actual.

Se contabilizaron tres olas de calor (casi una cuarta, si contamos el destacado episodio del mes de mayo, todavía en primavera). Fue particularmente llamativa la escasa relajación del calor entre los picos de las olas y el gran número de noches tropicales y tórridas, batiéndose por mucho todos los registros anteriores.

Calima sin precedentes con la borrasca Celia

Los episodios de calima han sido también protagonistas en España durante 2022. Ha sido muy llamativa tanto su frecuencia, con muchos días en los que en mayor o menor medida se han dado condiciones de calima en algunas zonas peninsulares y/o en ambos archipiélagos, como la intensidad y extensión que tuvieron un par de episodios.

Calima en Lorca
Fotografía de la calima tomada en Lorca en el mediodía del 14 de marzo.

Uno de ellos fue el asociado por efecto arrastre a la borrasca Celia, en el mes de marzo, que dio lugar a una deposición de particulado sin precedentes y unos cielos naranjas que parecían irreales, más propios del planeta Marte. La histórica sequía ocurrida en el norte de África contribuyó a la liberación a la atmósfera de enormes cantidades del polvo y arena de origen sahariano.

Por José Antonio Maldonado

Largo período de sequía

Si consideramos el año natural y no el hidrológico, se puede decir que 2022 ha sido, en su conjunto, ligeramente seco con respecto a la media. Si bien hay que hacer la importante matización entre unas zonas y otras, apreciándose un claro contraste entre las regiones del norte y las del este, y especialmente con las del suroeste donde hubo hubo un largo período de sequía. Las restricciones de agua llegaron hasta las Rías Baixas, con los embalses españoles cayendo por debajo del 35% de su capacidad total y, en consecuencia, mostrando registros no vistos desde el año 1990.

Pero eso ha sido hasta diciembre, cuando el potente anticiclón situado al norte del continente permitió que las borrascas llegasen a zonas meridionales, cambiando la situación y dando lugar a que el mes haya sido de los más lluviosos del siglo.

Una superficie quemada cuatro veces superior a la media de la última década

La sequía y el calor de este verano avivaron las llamas de los incendios y durante el año, con datos de principios de diciembre del Sistema de Información Europeo de Incendios Forestales, han calcinado más de 300.000 hectáreas en España. Esta misma situación de grandes incendios se ha vivido en otras zonas de Europa, dejando este año una superficie quemada que triplica la media de la última década; en nuestro país la cuadriplica.

Pero no todo son malas noticias, en los últimos veinte años, la mayor concienciación ciudadana, la creciente persecución de los pirómanos y la mejora de los equipos de extinción han logrado reducir el número de incendios que se producen cada año en España. Entre 2010 y 2019 el número de siniestros se redujo un 36 por ciento con respecto a la década anterior. Esperemos que 2022 solo sea una excepción.