Altas incertidumbres de las predicciones por la entrada del huracán Erin en escena y su interacción con el chorro polar
La entrada del huracán Erin, y sus restos, en el escenario meteorológico del Atlántico Norte y su interacción con el chorro polar ponen en jaque cualquier predicción de más de 48-72 h: la incertidumbre de las predicciones es muy alta.

Ubicado actualmente frente a la costa este de Estados Unidos, el huracán Erin se dirige hacia el norte sobre aguas más frías. A medida que avanza, perderá sus características tropicales y se transformará en una zona de baja presión más típica, un proceso conocido como transición extratropical. Según las últimas predicciones del Centro Nacional de Huracanes, Erin será postropical varias horas antes de lo esperado, sobre el sábado 23 de agosto de 2025 a las 12 UTC, en algún lugar entre el sur de Islandia y el oeste de Irlanda.
Su desplazamiento hacia aguas más frías y su interacción con el chorro polar generarán cambios muy significativos tanto en Erin, que pasará a ser una poderosa y vasta borrasca, como para el propio chorro polar, que quedará más o menos alterado en intensidad y dirección. Y aquí está el gran problema. Los modelos numéricos simulan con cierta dificultad dicha interacción y en cada pasada o corrida del modelo o modelos se realizan una y otra predicción, generando una alta incertidumbre en las predicciones incluso a 48-72 h.
Inicialmente, el movimiento de Erin hacia el norte creará un fuerte contraste de temperatura entre el aire cálido tropical y el aire más frío del norte, lo que dinamiza la corriente en chorro. A medida que Erin realiza la transición, el contraste de temperatura se desplaza hacia el lado sur del sistema, lo que podría intensificar la corriente en chorro en esa región, según apunta la Met Office.
Esta interacción es compleja y genera incertidumbre en el pronóstico. El sistema puede intensificarse al cruzar la corriente en chorro, pero también contribuye a su comportamiento y configuración. Se trata de un escenario dinámico que los meteorólogos siguen de cerca.
Acuerdo del modelo y confianza del pronóstico
La mayoría de los modelos de predicción coinciden en que la corriente en chorro se desplazará hacia el sur, lo que permitirá que el sistema de baja presión se adentre en el Atlántico medio. Sin embargo, para el lunes, Erin, o lo que resta de él, seguirá estando bastante lejos de las costas europeas occidentales. Su posición y movimiento son cruciales para determinar el tiempo del resto de la semana en las islas británicas y zonas peninsulares.
Tres modelos clave —el modelo de la Met Office, el modelo europeo ECMWF y el modelo GFS estadounidense— muestran resultados similares para los próximos cinco días. Todos sitúan el sistema aproximadamente en la misma zona, lo que sugiere cierto grado de confianza en la configuración general.

Más allá de los modelos deterministas, los pronósticos por conjuntos ofrecen una visión más amplia. Estos ejecutan el mismo modelo varias veces con condiciones iniciales ligeramente diferentes para explorar diversos resultados posibles. Los pronósticos por conjuntos para el lunes muestran diversos escenarios, algunos de los cuales sitúan las bajas presiones cerca del suroeste del Reino Unido y otros más lejos de las islas.

Esta dispersión pone de relieve la incertidumbre y la necesidad de seguir de cerca la evolución.
El papel de la corriente en chorro
La corriente en chorro desempeña un papel fundamental en la configuración del tiempo en latitudes medias, como las de España. Actualmente, es relativamente débil y serpenteante, pero la interacción con Erin podría revitalizarla. A medida que el sistema se desplaza hacia el norte y realiza la transición, podría generar una corriente en chorro más activa hacia el sur, lo que influirá en la trayectoria e intensidad de los sistemas meteorológicos posteriores.


Esta configuración significa que, si bien el Reino Unido o España no se verán afectados directamente por un huracán, los remanentes de Erin podrían afectar al tiempo de Europa occidental atlántica. Se espera que el sistema traiga aire tropical y humedad, contribuyendo a la formación de nubes y lluvias. El momento exacto y la magnitud de estos impactos siguen siendo inciertos, pero la tendencia apunta a un cambio hacia condiciones más inestables.
Grandes incertidumbres en los pronósticos
La principal fuente de incertidumbre en el pronóstico es la posición y evolución de Erin. A medida que transita e interactúa con la corriente en chorro, podría influir en la trayectoria e intensidad de los sistemas posteriores y en los ya existentes.
En las últimas 24 horas, se ha observado una tendencia hacia una trayectoria más septentrional, lo que podría acercar el sistema al Reino Unido. Sin embargo, su lento movimiento y la compleja interacción con las corrientes en chorro hacen que la confianza siga siendo limitada.

Los meteorólogos observarán de cerca la dispersión del conjunto, el comportamiento de la corriente en chorro y la transición tropical durante los próximos días. Estos factores determinarán la rapidez con la que el tiempo cambie y la inestabilidad vaya a más o menos.
Impactos potenciales del tiempo en la Península
La dana prevista, que entraría por el noroeste el domingo 24 y que afectaría con precipitaciones a la parte occidental de la Península, sofocando parte de los incendios forestales, se ha esfumado en las últimas predicciones. Ahora, la posible dana, y si se forma, se desplazaría más al sur para el sábado y domingo, 23 y 24, respectivamente, y si se da, dejando algunas precipitaciones en zonas del este y sureste, si se dan, y con menor cuantía.
Las precipitaciones mediterráneas en el levante, si se dan, lo harán con otra distribución y otra intensidad respecto a las previstas en días anteriores, concentrándose en el noreste peninsular y quedando libre las Baleares.

Y esto citando solo los problemas de predicción hasta el lunes 25.
Como vemos, las predicciones se complican con la entrada de ex-Erin cerca de la Península durante la segunda parte de la semana venidera, a partir del 27 de agosto, miércoles. En principio hay cierta confianza de que la borrasca se desplace hacia el oeste y noroeste de las islas británicas, pero en un giro y bucle llamativo el centro de ex-Erin pasaría hacia el sur-sureste, afectando al oeste de Francia y al norte de la península ibérica algo más debilitado.
El uso de las predicciones probabilísticas es altamente recomendable en este tipo de situaciones.