Entrevista del mes: Mariví Albizu Etxeberria. Parte I
Responsable de la Red de Control y Vigilancia de la Calidad del Aire de la Comunidad Autónoma del País Vasco
Parte I
- Parte II: https://www.tiempo.com/ram/317522/entrevista-del-mes-marivi-albizu-etxeberria-parte-ii/
- Parte III: https://www.tiempo.com/ram/326632/entrevista-del-mes-marivi-albizu-etxeberria-parte-iii/
- Parte IV: https://www.tiempo.com/ram/326722/entrevista-del-mes-marivi-albizu-etxeberria-parte-iv/
NOTA PRELIMINAR: La presente entrevista ha sido dividida en cuatro partes, conformando un extenso reportaje, elaborado gracias a la completa información aportada por la entrevistada. Los lectores podrán conocer con detalle numerosos aspectos ligados a la contaminación atmosférica, particularmente en el País Vasco.
La Red de Control y Vigilancia de la Calidad del Aire de la C.A.P.V. (Comunidad Autónoma del País Vasco) dispone de analizadores y sensores que miden en tiempo real los contaminantes que marca la normativa de calidad del aire, parámetros tales como: dióxido de azufre (SO2), óxidos de nitrógeno (NOx, NO, NO2), ozono troposférico, monóxido de carbono (CO), NH3 (Amoníaco), SH2 (ácido sulfhídrico) , partículas en suspensión PM10 (partículas cuyo diámetro es inferior a 10 micras) , partículas en suspensión PM2.5 (partículas cuyo diámetro es inferior a 2,5 micras) y PS (partículas totales),Compuestos orgánicos volátiles (Benceno, Tolueno, Xileno). Además, se miden parámetros meteorológicos como velocidad y dirección del viento, temperatura, humedad relativa, presión relativa, radiación total, radiación ultravioleta y precipitación. La normativa de Calidad del Aire exige también el cumplimiento de niveles de otros parámetros como son los metales pesados: As (arsénico), Cd (cadmio), Ni (níquel), Hg (mercurio), Pb (plomo), así como el benzo(a)pireno .Para su determinación, se han de recoger muestras (en filtros especiales) que se colocan en captadores manuales de PM10, muestreando el aire ambiente durante las 24 horas , por lo que se obtienen datos diarios. Los contaminantes que se miden de esta manera son los ya citados As, Cd, Ni, Hg, Pb y benzo(a)pireno, y están regulados por el RD 102/2011 del 28 de enero, modificado recientemente por el RD 39/2017 de 27 de enero , relativo a la mejora de la calidad del aire.
En la actualidad, la Red de Control y Vigilancia de la C.A.P.V. consta de 51 estaciones, de las cuales 13 son privadas y están asociadas a actividades industriales y el resto son de titularidad pública.
Dos de estas estaciones –Valderejo y Pagoeta– están integradas a nivel nacional para el estudio de las “Intrusiones Saharianas”. Valderejo, además, se está utilizando para estudios de Cambio Climático.
Todas las estaciones son gestionadas por el Departamento de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda del Gobierno Vasco, siguiendo los procedimientos indicados en la normativa vigente, con el fin de garantizar la calidad de los datos obtenidos.
Cada una de las estaciones contiene analizadores dispuestos en un rack, que miden de forma continua las concentraciones de los diferentes contaminantes
En concreto, la Red de Control y Vigilancia de Calidad del Aire de la C.A.P.V. dispone de los siguientes analizadores:
- 29 analizadores de SO2
- 43 analizadores de NO2
- 16 analizadores de CO
- 27 analizadores de O3
- 40 analizadores de PM10
- 19 analizadores de PM2,5
- 1 analizador de NH3
- 3 analizadores de SH2
- 8 analizadores de BTX
También se dispone de cuatro unidades móviles, que están equipadas con analizadores y sensores similares a las estaciones fijas, así como otras dos que funcionan, en realidad, como un Laboratorio, que permiten analizar precursores de ozono, así otros compuestos orgánicos volátiles, además de los citados anteriormente.
Esta Red registra cada día del orden de 50.000 datos, que son publicados en el portal: http://www.ingurumena.ejgv.euskadi.eus/r49-20775/es/ del Departamento de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda del Gobierno Vasco, y se ponen a disposición del público en el portal Open Data Euskadi, visualizándose en un mapa tipo como el siguiente:
Históricamente, la Ría de Bilbao ha sido la base y la razón de ser de Bilbao Una vía marítimo-fluvial que permitía, desde antiguo, la entrada de la navegación desde la costa del Mar Cantábrico hasta el primitivo casco antiguo. En el transcurso de los años, la Ría de Bilbao fue cambiando su fisonomía: se dragaron sus fondos, se encauzaron las mareas, se canalizaron las orillas y los catorce kilómetros que separaban Bilbao del mar, fueron cubriéndose de muelles, dársenas, astilleros, almacenes, fábricas y casas.
Como ocurrió en muchos lugares, a finales de los años cincuenta también llegó a la Ría de Bilbao una etapa de transformación económica y social. Se contaba con una riqueza natural: “las piritas de hierro”, que se extendían desde Basauri hasta la zona de Gallarta, conocida como “La zona Minera”, y el privilegio de contar con una ría navegable abierta al Mar Cantábrico iba a permitir el comercio con otros países.
Se intercambiaba las piritas de hierro de la zona minera por el carbón que venía de Inglaterra. Este intercambio económico dio lugar a industrias de todo tipo: siderurgia, cementeras, centrales térmicas, plantas de sulfúrico, fertilizantes, petrolíferas, además de otras actividades. Con ello, la transformación de la ciudad y su entorno fue radical, de manera que a la expansión económica le siguió la expansión urbanística.
Sin embargo, la Ría de Bilbao está asentada en una zona de orografía y topografía complejas, próxima al mar, y como ha ocurrido en muchos lugares, en aquella época iban “hacinándose” industria y viviendas. Por si esto fuera poco, la chimenea más alta de las industrias que fueron implantándose, apenas superaba los 100metros de altura.
En toda aquella transformación no se tuvo en cuenta algo tan vital como “la ordenación del territorio”. Como consecuencia de las actividades antropogénicas, se iban emitiendo contaminantes a la atmósfera y en ningún momento se pensó que todo aquello quedaba expuesto a unas situaciones meteorológicas que, en condiciones anticiclónicas estables, podía generar graves problemas en la salud de los habitantes.
La combinación de todos estos ingredientes generaba ya problemas en otros países y, en ocasiones, las situaciones que se producían recordaban a los episodios del smog fotoquímico de Londres”. En situaciones anticiclónicas estables, estas imágenes eran habituales a finales de los 70 y principios de los 80 del siglo pasado, pero tuvieron una respuesta en la Ría de Bilbao.
Continuará .../…