El experto Nacho Espinós avisa: "el modelo europeo está pronosticando máximas de 45 ºC en esta zona de España"

El modelo europeo prevé una nueva ola de calor en España entre el 4 y el 7 de agosto, con máximas que podrían acercarse a los 45 ºC en algunas zonas del suroeste peninsular.
El calor aprieta desde hace días en muchas zonas del suroeste peninsular, y todo apunta a se extenderá y generalizará por gran parte de España. Las últimas salidas del modelo europeo anticipan un nuevo repunte térmico desde el 4 de agosto, cuando llegará la segunda ola de calor del verano, que dejará valores muy elevados tanto de día como de noche.
Esta situación podría desembocar en el episodio de calor más intenso del verano hasta ahora. La masa de aire cálido se extendería sobre buena parte de la Península, con especial incidencia en las comarcas del suroeste, donde se prevén máximas extremas de cara a la semana que viene.
Una masa de aire extremadamente cálido abrazará España
Durante los primeros días de agosto, se prevé la llegada de una masa de aire muy cálida procedente del norte de África, impulsada por una pequeña DANA en las cercanías de Azores. Este domo térmico se instalará sobre nuestro territorio, provocando un ascenso notable de las temperaturas en casi todo el territorio.

La previsión de los principales modelos meteorológicos apunta a registros muy elevados a 850 hPa (unos 1.500 metros de altitud), alcanzando entre 28 y 30 ºC, un valor que puede traducirse en temperaturas por encima de los 42 ºC en superficie, aunque depende de la zona y de otros parámetros.
Las comunidades del sur y suroeste, como Andalucía y Extremadura, serán las más afectadas inicialmente, con máximas que podrían superar los 44 ºC. Con el paso de los días, el calor se irá extendiendo hacia el centro peninsular y otras regiones del interior, y en muchas zonas este calor irá ganando intensidad a lo largo de las jornadas.
Las noches tropicales y tórridas también serán protagonistas, dificultando el descanso en muchas localidades. El calor acumulado y la ausencia de ventilación harán que el bochorno se mantenga incluso durante la madrugada. No obstante, en puntos del norte peninsular, más concretamente en la cornisa cantábrica, no se esperan estas noches tropicales ni tampoco temperaturas desbocadas.
El modelo europeo prevé máximas de cerca de 45 ºC en algunas zonas
Las últimas actualizaciones del modelo europeo dibujan un escenario de calor muy severo en amplias zonas de la Península entre el 4 y el 7 de agosto. Las proyecciones más extremas apuntan a que en algunas poblaciones de la depresión del Guadalquivir y en las vegas del Guadiana podrían alcanzar de forma muy puntual los 44-45 °C, una cifra que, aunque no sería inédita en España, sí implicaría un episodio térmico muy importante.

Las regiones con mayor probabilidad de registrar estos valores tan elevados son el valle del Guadalquivir y buena parte de Extremadura. Allí, las temperaturas podrían situarse por encima de los umbrales de aviso rojo en muchas zonas. Aunque los modelos no aseguran aún cifras exactas, la persistencia de este calor aumenta la confianza en un episodio de alta intensidad.
Por ejemplo, para Córdoba hay pronosticados 44 ºC para el martes y miércoles 5 y 6 de agosto, pero para el jueves 7 de agosto el europeo ve temperaturas que alcanzarían los 45 ºC. Estos valores no tienen porqué ser exactos, ya que faltan muchas jornadas y saber con certeza el valor máximo es complicado, pero ya se va perfilando la intensidad de la próxima ola de calor.
Uno de los elementos más preocupantes es la posible duración de este repunte térmico. La presencia de una dorsal africana bien robusta sobre el suroeste de Europa podría mantener el calor extremo durante varios días. Esta configuración no solo eleva las máximas, sino que también impide una ventilación adecuada, favoreciendo noches tórridas.
Precaución ante el calor extremo
Aunque todavía faltan varios días para el máximo térmico, todo apunta a que el calor será intenso y duradero. Es fundamental prestar atención a los avisos oficiales y adaptar rutinas para evitar riesgos durante las horas más cálidas del día.
Las altas temperaturas no solo afectarán al bienestar, sino que también aumentarán el riesgo de incendios forestales. Hidratación, sombra y sentido común serán imprescindibles para afrontar este duro episodio sin sobresaltos.