Los Enebralejos: la cueva de Segovia que guarda secretos de hace 40 millones de años
Hoy viajamos a un lugar que no es solo un espectáculo natural, sino también un lugar para aprender sobre la historia de Segovia y la vida de sus primeros habitantes.

Bajo el suelo de un tranquilo rincón rural en Segovia se encuentra este lugar, un espacio subterráneo que sorprende tanto por su antigüedad geológica como por las huellas humanas que conserva. Y no es una cueva cualquiera: en sus galerías se combinan formaciones naturales de millones de años y pruebas de vida prehistórica.
El enclave segoviano que combina geología milenaria y restos prehistóricos
Nos referimos a La Cueva de los Enebralejos, que está situada en el municipio de Prádena, en el sur de la provincia de Segovia, al pie de la Sierra de Guadarrama. Este pequeño enclave, a poco más de 100 kilómetros de Madrid, guarda uno de los yacimientos subterráneos más importantes de Castilla y León.

Descubierta en 1932 por casualidad, durante unas labores agrícolas, la cueva se convirtió con el tiempo en un referente para el estudio de la geología y la prehistoria de la península ibérica.
Aunque la presencia humana en Los Enebralejos se remonta a más de 5.000 años, su origen geológico es muchísimo más antiguo: se formó hace aproximadamente 40 millones de años, en el Eoceno.
Por el año 1932 se estaba excavando un pozo cuando llegó la sorpresa ¡el descubrimiento de una gran cueva! la de los Enebralejos en Prádena (#Segovia) En ella se puede encontrar enterramientos, pinturas y grabados rupestres del Calcolítico (2200 a.C.) https://t.co/xIt98IpvBT pic.twitter.com/lKJgblb1tS
— Segovia un buen plan (@Segoviabuenplan) February 27, 2019
Lo cierto es que la lenta filtración de aguas cargadas de minerales dio lugar a un universo mineral de estalactitas, estalagmitas, columnas y cortinas pétreas que hoy asombran a los visitantes. Estas formaciones se han formado muy lentamente, gota a gota, a lo largo de millones de años.
Bien de Interés Cultural y uso prehistórico
Este maravilloso enclave está declarado Bien de Interés Cultural, con categoría de Zona Arqueológica, y durante la Edad de Cobre, hace más de cuatro mil años, fue utilizada como refugio y necrópolis.
En su interior se conservan pinturas y grabados rupestres que han sobrevivido al tiempo, que dejan sorprendido a todo aquel que los observa. Pero también otro tipo de hallazgos, que incluyen restos humanos, cerámicas y herramientas, lo que indica que la cueva tuvo un uso funerario y ritual.
A lo largo de sus salas, como la de los Enterramientos o la del Santuario, y en formaciones destacadas como la Pared de los Colores, la Cascada o el Fantasma, se pueden ver espeleotemas y estructuras geológicas únicas.

Como dato curioso, según el Portal de Turismo de Castilla y León, se dice que durante la Inquisición se cerró el acceso a la cueva porque se creía que en ella se escondían judíos.
Cómo recorrer y visitar la Cueva de Los Enebralejos
El recorrido habilitado para el público abarca unos 500 metros, aunque la cueva tiene más de 3 kilómetros de galerías. La visita guiada permite recorrer pasadizos bajos y salas amplias, donde se pueden observar formaciones como las cortinas o “banderas”, finas láminas de piedra que parecen moverse. Además, la iluminación está diseñada para resaltar los detalles sin dañar el entorno.
Además, antes de bajar a la cueva, el centro de interpretación ofrece información sobre la formación geológica, la vida prehistórica y la historia del lugar. También incluye una pequeña recreación de un poblado prehistórico, que ayuda a imaginar cómo vivían y trabajaban las comunidades que habitaron la zona hace miles de años.
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