La cueva más profunda de España abierta al público: 1589 escalones para descender al corazón de Cantabria

Hoy viajamos casi a las entrañas de la tierra, en un viaje único que todos deberíamos visitar una vez en la vida, pues no es solo una visita: es una experiencia sensorial, geológica y casi espiritual.

El Soplao
Sin duda, merece la pena visitar este lugar en las profundidades cántabras, porque además es accesible al 100% y adaptado a cualquier tipo de público.

Hoy viajamos a la tierra de los sobaos y las quesadas, de vacas tudancas y bosques que parecen encantados, una región que esconde una de las maravillas subterráneas más asombrosas de Europa. Para descubrirla, hay que adentrarse no solo en sus montañas, sino también en sus entrañas.

El Soplao, una joya geológica entre San Vicente y Potes

Nos referimos a El Soplao, una cueva que ha sido redescubierta en el siglo XXI como destino turístico y científico de primer nivel. Está situada a unos 60 kilómetros al suroeste de Santander, y a tiro de piedra de localidades como San Vicente de la Barquera, Comillas y la pintoresca villa de Potes.

Ubicada en plena sierra de Arnero, entre los municipios cántabros de Rionansa, Valdáliga y Herrerías, esta cueva no solo se ha convertido en un destino turístico excepcional, sino que ha alcanzado un récord insólito: con sus 1.589 escalones y más de 1.200 metros de desnivel, es hoy por hoy la cueva más profunda de España que puede recorrerse de forma pública.

Un legado minero reconvertido en tesoro natural

Lo cierto es que el origen de este singular espacio está ligado a la actividad minera. Fue descubierta a principios del siglo XX por trabajadores de la Mina La Florida, quienes se encontraron con esta espectacular formación mientras extraían zinc y plomo.

El término “soplao” hace referencia al aire que fluye con fuerza desde el interior de una cavidad, algo que los mineros notaban al abrir nuevas galerías: una señal inequívoca de que había una gran oquedad más allá del frente de trabajo.

Durante décadas, El Soplao quedó relegada al conocimiento de unos pocos espeleólogos y mineros, hasta que en 2005 se abrió al público como cueva turística. Desde entonces, ha fascinado a miles de visitantes con su variedad de formaciones: estalactitas excéntricas, columnas, coladas, banderas y cortinas de calcita que parecen desafiar la gravedad y la lógica. Algunas estructuras parecen verdaderas obras de arte natural, tan delicadas como filigranas de cristal.

Una cueva no apta para claustrofóbicos, pero sí para aventureros

Aunque existe una ruta turística convencional que permite disfrutar de una parte de la cueva sin excesiva dificultad, el verdadero desafío (y espectáculo) está en la "visita aventura". Esta modalidad, sólo apta para personas con una forma física razonable, permite descender a través de galerías y escaleras a profundidades que parecen sacadas de una película de ciencia ficción.

Los 1.589 escalones mencionados no están en una única visita estándar, pero forman parte del conjunto de recorridos y niveles que convierten a El Soplao en un auténtico reto vertical.

No obstante, El Soplao ha sido habilitada con pasarelas y puntos de acceso adaptados en la mayoría de sus secciones, por lo que también es apta para personas con movilidad reducida en ciertas zonas. Además, el recorrido turístico convencional se realiza en parte a bordo de un tren minero que recuerda los días en los que el zinc era el verdadero oro de la zona.

Mejor visitarla en primavera u otoño, sin masificaciones

El mejor momento para visitar este lugar único es en primavera u otoño, cuando la afluencia de turistas es menor y se puede disfrutar con más calma del silencio subterráneo. En verano, la cueva recibe miles de visitantes diarios, especialmente durante los fines de semana. La temperatura en el interior ronda siempre los 12-14 °C, por lo que conviene llevar ropa de abrigo ligera incluso en agosto.

Si estás pensando en descubrir esta maravilla natural, puedes consultar horarios, modalidades de visita y recomendaciones en su web oficial: www.elsoplao.es. Prepárate para vivir una aventura única, donde la naturaleza y el tiempo se encuentran bajo la superficie de Cantabria.