AEMET lo confirma: la ola de calor de agosto de 2025 ha sido la más intensa desde que hay registros en España
La ola de calor de agosto de 2025 ha batido varios récords en España. Según AEMET, se trata del episodio con las mayores anomalías cálidas desde que hay registros en nuestro país.

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha confirmado que la ola de calor de agosto de 2025 fue la más intensas desde que hay registros en España. La anomalía térmica se ha situado en +4,6 °C por encima de la media, superando así todos los valores históricos y dejando atrás el récord de la ola de calor de julio de 2022, cuando se alcanzó un incremento de +4,5 °C.
Este hito refleja la magnitud del calor extremo que ha dominado la primera mitad del mes. En apenas veinte días, España ha experimentado temperaturas medias que han situado al país en el centro del debate climático europeo.
Una ola de calor sin precedentes en cuanto a intensidad
El episodio que ha marcado este récord se ha extendido durante 16 días consecutivos, del 3 al 18 de agosto, convirtiéndose en la ola de calor más intensa de la historia reciente. Los diez días centrales, entre el 8 y el 17, han sido los más cálidos jamás registrados en el país desde (al menos) mediados del siglo pasado.
La reciente ola de calor ha sido la más intensa desde que hay registros en España.
— AEMET (@AEMET_Esp) August 24, 2025
Con datos provisionales, tuvo una anomalía de 4.6 °C y supera a la de julio de 2022, la más intensa hasta ahora con 4.5 °C de anomalía. pic.twitter.com/shnuYAEThU
Este fenómeno no solo ha superado los umbrales habituales de calor estival, sino que también ha evidenciado la creciente frecuencia e intensidad de los episodios extremos. De los veinte días más cálidos de la serie histórica, cinco corresponden a esta ola, un hecho sin precedentes que subraya el carácter excepcional del verano de 2025.
Agosto de 2025 vs el verano de 2023
Con este nuevo récord, agosto de 2025 además se ha situado entre uno de los más tórridos de la historia contemporánea de España. Según los registros de AEMET, solo el verano de 2003 había dejado una huella comparable, aunque la intensidad de este año lo supera claramente.

Desde 1975 se han contabilizado 77 olas de calor en la Península y Baleares, pero solo seis han sobrepasado la barrera de los +4 °C de anomalía cálida. De esas seis, cinco han ocurrido en los últimos años, lo que refleja un patrón inequívoco: las olas de calor se han intensificado de forma alarmante.
Consecuencias para la salud y el medio ambiente
El calor extremo ha tenido un fuerte impacto en la salud pública. Durante las semanas más críticas, los hospitales han registrado un incremento de casos por deshidratación, golpes de calor y agravamiento de enfermedades crónicas. Los grupos más afectados han sido los mayores de 65 años, junto con las personas con patologías cardiovasculares y respiratorias previas.
El medio ambiente tampoco ha quedado al margen. Las altas temperaturas y la falta de precipitaciones han favorecido la propagación de megaincendios forestales en varias comunidades, arrasando cientos de miles de hectáreas de superficie arbolada y agrícola.
Una tendencia que se consolida
La confirmación de AEMET no solo señala un récord puntual, sino que refuerza la tendencia de los últimos años: veranos cada vez más calurosos, con olas de calor más frecuentes, intensas y prolongadas. Lo que antes se consideraba una rareza ha pasado a formar parte de la normalidad climática del país.

Garantizar sistemas de alerta temprana, reforzar la atención sanitaria y planificar ciudades más resilientes serán medidas clave para afrontar los veranos que están por venir.