Langostas, lluvias torrenciales y ciclones tropicales

Nuevo riesgo de plaga de langosta tras las recientes lluvias torrenciales y ciclones tropicales en Zonas costeras del Mar Arábigo

Langostas, Lluvias Torrenciales Y Ciclones Tropicales

Las lluvias provocadas por el ciclón tropical Sagar, a mediados de mayo de 2018, y las expectativas de la llegada de otro sistema tropical al mar Arábigo y tierras aledañas, hacen disparar las alertas de langostas en la zona

La FAO pide una estrecha vigilancia en el noroeste de África, el Cuerno de África y Yemen.

Las lluvias inusualmente fuertes y generalizadas caídas recientemente en el noroeste de África, el Cuerno de África y Yemen podrían favorecer la cría de langostas del desierto, según advirtió hoy la FAO, haciendo hincapié en que es necesaria una estrecha vigilancia en los próximos meses para evitar que los insectos formen enjambres destructivos.

"Los fenómenos meteorológicos extremos, incluyendo las lluvias torrenciales, tienen el potencial de desencadenar un aumento masivo en el número de langostas. La lluvia aporta humedad al suelo para que los insectos pongan sus huevos, que a su vez necesitan absorber agua, mientras que las lluvias permiten también que crezca la vegetación, que las langostas necesitan para obtener alimento y refugio", advirtió Keith Cressman, experto de la FAO en la prevención de la plaga de langosta

"Los efectos de una plaga de langosta –añadió- pueden ser devastadores en los cultivos y pastos y por lo tanto, poner en peligro la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia rurales".

Tras levantar el vuelo, enjambres de decenas de millones de langostas pueden desplazarse hasta 150 kilómetros al día empujadas por el viento. Las hembras llegan a poner 300 huevos a lo largo de su vida, mientras que un insecto adulto puede consumir más o menos su propio peso en alimentos frescos por día: alrededor de dos gramos. Un pequeño enjambre se come la misma cantidad de alimentos a diario que unas 35 000 personas.

Langostas, Lluvias Torrenciales Y Ciclones Tropicales

Cambio climático y lucha contra la langosta

La prevención, principalmente a través de la alerta y reacción temprana, es clave para reducir el impacto de la langosta del desierto en las zonas agrícolas. Después de las lluvias inusualmente fuertes, es imperativo que los países realicen los estudios de campo necesarios y los mantengan en forma regular, vigilando de forma rutinaria las condiciones de cría y las infestaciones de langosta. En caso de producirse, son necesarias operaciones de control para evitar una nueva escalada en el número de langostas. Es fundamental que los resultados de las operaciones de vigilancia y control se reporten con rapidez y precisión, de manera que se pueden tomar decisiones rápidas para evitar la propagación de las langostas a otros países.

Si bien se cree que estas medidas han tenido un papel importante en la disminución de la frecuencia y duración de plagas desde la década de 1960, hoy en día el cambio climático está llevando cada vez más a fenómenos meteorológicos impredecibles y extremos y plantea nuevos retos sobre la forma de combatir a las langostas.

Mientras que el número de langostas disminuye durante las sequías, a menudo se producen brotes de langosta tras las inundaciones y los ciclones. Si no se controlan, estos brotes pueden conducir a plagas. Por su parte la temperatura determina la velocidad de desarrollo de los insectos: si son más cálidas pueden acortar los períodos de incubación y maduración y hacer que aumenten las generaciones de langostas en un año.

FAO

Esta entrada se publicó en Noticias en 21 May 2018 por Francisco Martín León