Rastreando el dióxido de azufre del Monte Agung, volcán de Bali

Desde agosto de 2017, los residentes de la isla Indonesia de Bali han vivido con un mayor sentido de la incertidumbre que conlleva vivir cerca de un volcán. El Monte Agung ha estado retumbando con el aumento de la inquietud por más de tres meses.

La actividad se intensificó con una pequeña erupción de ceniza el 21 de noviembre de 2017, seguida de una explosión eruptiva freática el 25 de noviembre.

Las nubes han impedido hasta ahora que los satélites capturen imágenes visibles de la pluma volcánica, pero eso no significa que la erupción haya pasado desapercibida. Incluso en un día nublado, algunos satélites se destacan en la detección de los componentes en la atmósfera que son invisibles para los ojos humanos, como el dióxido de azufre (SO2) en la pluma de un volcán. El gas puede afectar tanto la salud humana como el clima.

Estos mapas muestran las concentraciones de SO2 detectadas en el Monte Agung el 27 de noviembre (arriba) y el 28 de noviembre (abajo) por Ozone Mapper Profiler Suite (OMPS) en el satélite Suomi National Polar Partnership (Suomi-NPP).

Simon Carn, un vulcanólogo de Michigan Tech, señaló que el movimiento hacia el oeste de la pluma se debe a la atracción del ciclón tropical Cempaka al sur de Java.

También tenga en cuenta que para el 28 de noviembre, la pluma de SO2 directamente sobre el volcán parece haber disminuido. "Definitivamente es normal que fluctúe un poco", dijo Janine Krippner, una vulcanóloga de la Universidad de Pittsburgh. "Pero el volcán definitivamente no está terminando en este punto".

También señala que la preocupación ahora es que hay un camino claro a través del cual la lava puede viajar a la superficie. Un "sistema abierto" como éste condujo a flujos mortales de lava durante la última gran erupción del volcán en 1963.

Según un informe del Jarkata Globe, unas 100.000 personas viven en las laderas del volcán, pero menos de la mitad han sido evacuadas. La erupción también ha provocado el cierre de aeropuertos y la cancelación de cientos de vuelos.

Imagen de NASA Earth Observatory por Joshua Stevens, utilizando datos de OMPS del Centro de Servicios de Información y Datos de las Ciencias de la Tierra Goddard (GES DISC). Historia de Kathryn Hansen.

Instrumento (s): Suomi NPP - OMPS

NASA Earth Observatory

Esta entrada se publicó en Noticias en 29 Nov 2017 por Francisco Martín León