El deshielo del Ártico pone en peligro a los esquimales

Las comunidades indígenas del polo norte están viéndose muy afectadas por el aumento de las temperaturas que está generando el cambio climático. Provoca cambios en su cultura, tradiciones y costumbres, obligándoles a adaptarse o buscar otros medios de vida.

Iglús de esquimales
Los asentamientos más característicos de los esquimales son los iglús.

La fusión del hielo, el aumento del nivel del mar o la migración de la fauna a latitudes cada vez más altas son algunos de los dramáticos efectos que está generando el calentamiento global en nuestro planeta, especialmente en los polos. Entre 2 y 3º C es lo que ha aumentado la temperatura en Alaska en el último medio siglo debido principalmente al cambio climático, lo que ha generado que este ecosistema esté cada vez más alterado y con consecuencias a niveles más preocupantes.

Los esquimales son aquellos grupos indígenas del Ártico que más están sufriendo estos efectos. Esta población de origen siberiano está diferenciada en dos principales grupos: los inuit, aquellos con mayor número de personas y que ocupan mayor extensión, ubicados en Alaska, Canadá y Groenlandia; y los yupik, más reducidos, entre Siberia y Escandinavia.

Indígenas que basan su actividad en la pesca y la caza de mamíferos marinos. Los iglús son los asentamientos más tradicionales pero son considerados como residencias temporales, pues su día a día lo ocupan entre edificaciones de piedra y turba. Viven en grandes familias y desarrollan su vida con temperaturas de hasta -50º C durante los intensos inviernos.

Osos polares
Debido al aumento de las temperaturas y el deshielo del Ártico, especies animales como los osos polares se ven obligados a migrar hacia el norte.

¿Cómo afecta el cambio climático?

El efecto dominó que produce el calentamiento global en nuestro planeta hace que el Ártico sea uno de los ecosistemas más vulnerables. El aumento de las temperaturas debido a la contaminación atmosférica, hace que los polos estén perdiendo su densidad y extensión. La fusión del hielo y, por consiguiente, el aumento del nivel del mar, ha provocado que las lluvias y las tormentas sean cada vez más habituales en esta región. Fenómenos poco frecuentes que potencian la erosión y desaparición de los bloques de hielo, devorando la mayor parte de las comunidades costeras.

Efectos colaterales que afectan de manera directa a las especies animales, pues la migración es la única alternativa a su supervivencia. En los últimos años, es frecuente ver en latitudes cada vez más altas osos polares, focas marinas y ballenas grises que van en busca de bajas temperaturas y ambientes más gélidos. Un ejemplo lo encontramos en Noruega, donde el bacalao se ha desplazado hacia el norte, afectando de manera directa en su pesca y provocando cambios de alimentación entre la población indígena.

Las predicciones a largo plazo no son muy positivas, pues se prevé que los efectos del calentamiento global se sientan cuanto más al norte. La reducción del hielo será generalizada y es muy posible que se produzcan cambios profundos en el clima ártico, donde se generarán más tormentas debido al aumento de la masa acuática. Los ecosistemas, por su parte, también se verán altamente afectados, creando confusión entre las especies animales, pues no comprenderán cómo y por qué está cambiando su medio.

El paso de buques y barcos es ya una realidad
La fractura de los bloques de hielo hará navegables ciertas zonas del Ártico

La población de esquimales en jaque

Un medio ambiente, por tanto, cada vez más roto para los esquimales, los cuales estaban extremadamente conectados con el entorno y la vida salvaje, y ahora se debaten entre la adaptación al nuevo entorno o la retirada hacia el norte junto a los casquetes polares y las especies animales.

El paso de nuevos barcos y buques entre los bloques de hielo fracturado y la atracción de turistas a esta región debido al espectáculo del deshielo y el avistamiento de osos polares, es ya una realidad. La sustitución de los trineos de perros por coches y de las verduras frescas de los invernaderos por el pescado y la caza, son otros de los cambios a los que se están sometiendo. Cambios significativos entre estos grupos indígenas que repercuten en sus costumbres, cultura y vida cotidiana. Una población que ha logrado adaptarse a lo largo del tiempo a condiciones medioambientales inhóspitas para la vida humana, sumida en una nueva lucha: la del cambio climático.