El deshielo del Ártico cambiará los patrones del tiempo severo y del clima

Este mes se ha puesto en marcha una investigación que tratará de anticiparse a los efectos del deshielo en el Ártico y la Antártida, que ya podría estar cambiando los patrones climáticos en muchas zonas del planeta y el comportamiento de fenómenos extremos como las sequías o las olas de calor.

Imagen aérea del Mar de Beaufort tras el pasado verano, con la formación del nuevo hielo. Imagen de la NASA.

El deshielo del Ártico y de la Antártida debido al calentamiento global ya podría estar modificando el clima de muchas zonas del mundo, alterando también los episodios de calor o de frío extremo y las sequías.

Este mes se ha puesto en marcha una campaña internacional para mejorar las predicciones de las condiciones meteorológicas, climáticas y del hielo en los polos con el objetivo de minimizar los nuevos riesgos ambientales.

El estudio, que se extenderá hasta mediados de 2019, contará con la participación de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el Instituto Alfred Wegener de Alemania (AWI) y una amalgama de socios de todo el mundo.

Thomas Jung, investigador del Instituto Alfred Wegener, avisa. "Este año la extensión máxima del hielo marino del Ártico, tras el período de congelación del invierno, ha sido la más baja jamás registrada debido a una serie de olas de calor". El nuevo escenario, según el científico alemán, "lleva al límite nuestro conocimiento científico".

"El Ártico y algunas zonas de la Antártida se están calentando dos veces más rápido que el resto del mundo provocando el derretimiento de los glaciares, la contracción del hielo marino y de la cubierta de nieve. Esto influye en otras partes del globo, como lo demuestran el aumento del nivel del mar, el cambio climático y los patrones climáticos", asegura Jung.

Petteri Taalas, Secretario General de la OMM, afirma que los cambios en los polos influyen en las condiciones climáticas y meteorológicas de latitudes más bajas, donde viven cientos de millones de personas. "Se cree que el calentamiento de las masas de aire del Ártico afecta a la circulación del océano y a la corriente en chorro, y ambas están ligadas a los fenómenos extremos que se producen en el hemisferio norte, como las olas de frío, de calor o las sequías", aduce Taalas.

El deshielo del Ártico generaría nuevas oportunidades de negocio para el transporte, el turismo o la pesca y permitiría la explotación de los recursos naturales. Sin embargo, el Ártico sin hielo pasaría a ser un océano periódicamente embravecido, con olas de hasta 8 metros según las proyecciones de la OMM. La campaña de investigación también servirá para comprender y prever los fenómenos resultantes del deshielo en el Mar del Norte y en el Océano Austral.