¿Se podría generar un apagón eléctrico a gran escala durante días o semanas en la Tierra?
El apagón eléctrico e histórico que sufrió España y Portugal durante horas, entre el 28 y el 29 de abril de 2025, la pregunta que nos asalta es si se podría dar uno a una escala mucho mayor, incluso a nivel mundial, y de más larga duración.

La respuesta es que sí, pero no se sabe cuándo podría ser. De hecho, se ha dado en el pasado y podría darse en el futuro debido a un evento natural generado lejos de la Tierra.
Una realidad, y sin género de dudas, es que nuestra sociedad se ha vuelto altamente vulnerable frente a fenómenos naturales o a los eventos inducidos por los seres humanos, bien por errores o por ataques informáticos. Esa vulnerabilidad se maximiza en nuestra dependencia de la electricidad en nuestro estilo de vida: cotidiana, transportes, comunicaciones, redes de distribución integradas, internet, telefonía, etc.
Lo que ha ocurrido en España y Portugal ha pasado anteriormente en países muy desarrollados. Así, y por poner un ejemplo, fue con el apagón de 2003 en zonas de EE.UU. y Canadá, donde 50 millones de personas fueron afectadas. A posteriori, un estudio mostró que este apagón dejó, además de los problemas económicos y la alteración de la vida normal, centenas de muertos directos e indirectos en dichos países por accidentes de tráfico, personas mayores que vivían solas bajo cuidados dependientes de la luz, hospitales, etc. Son cifras a tener en cuenta en estas situaciones.
Pero nosotros estamos interesados en la posibilidad de apagones naturales más allá de varias naciones e incluso a nivel global que pudieran durar durante días. Y esta situación se puede dar en el futuro.
El histórico evento Carrington que afectó a gran parte del mundo: impactos
En 1859 se generó una histórica eyección de masa coronal (CME por sus siglas en inglés) que golpeó la Tierra horas y días después.Cuando la intensa tormenta solar llegó a la Tierra, el campo magnético de la Tierra se vio fuertemente alterado de forma súbita, lo que generó fuertes corrientes inducidas en las líneas telegráficas, eléctricas, etc. Muchas líneas de distribución de luz y comunicaciones ardieron por dichas corrientes.
Esta tormenta solar de 1859 es conocida también como el evento Carrington debido a que el astrónomo inglés Richard Carrington fue el primero en observarla; se considera la tormenta solar más potente registrada en la historia moderna. Tuvo registros en el polo sur, polo norte, América Central y Europa.
Fue la interacción más violenta que nunca se ha registrado entre la actividad solar y la Tierra en los registros modernos. La acción del viento solar sobre la Tierra el año 1859 fue, con diferencia, la más intensa de la que se tiene constancia. El día 28 de agosto aparecieron numerosas manchas solares, y entre los días 28 de agosto y 2 de septiembre se declararon numerosas áreas con llamaradas.
El 1 de septiembre el Sol emitió una inmensa llamarada. Solo diecisiete horas y cuarenta minutos después, la eyección llegó a la Tierra con partículas de carga magnética muy intensas.
A partir del 28 de agosto, se observaron auroras que llegaban hasta el norte de Colombia. El pico de intensidad fue el 1 y 2 de septiembre, y provocó el fallo de los sistemas de telégrafo en toda Europa y América del Norte. Incluso en Cuba, los capitanes de barco registraron en los cuadernos de bitácora la aparición de luces cobrizas cerca del cenit.
1859 Carrington Event
— Darshak Rana ️ (@thedarshakrana) April 11, 2025
Huge solar flare
Telegraphs exploded
Auroras at equator
Electrocutions reported
Scientists warn:
A similar event today could cripple power grids and obliterate technology globally due to a weakened magnetic field. pic.twitter.com/Tx18gpouGe
En aquella época, los cables del telégrafo, invento que había empezado a funcionar en 1843 en los Estados Unidos, sufrieron cortes y cortocircuitos que provocaron numerosos incendios, tanto en Europa como en Norteamérica.
Posibles eventos Carrington en el futuro
El Sol sigue siendo una estrella que nos sigue proporcionando energía para mantener la vida que conocemos en la Tierra, pero también genera de forma rutinaria tormentas solares que alcanzan la Tierra. Unas pasan desapercibidas y otras nos afectan directamente, generando fuertes alteraciones en el campo magnético terrestre, generando auroras en latitudes bajas y corrientes inducidas en el suelo, y afectan a los sistemas de comunicaciones de redes de distribución eléctrica.

Actualmente, los sistemas de observación y detección de tormentas solares están garantizados por satélites que se encargan de monitorizar las manchas solares y las CMEs de forma continua. Esos satélites nos alertan de las situaciones potencialmente extremas y durante algunas horas podríamos prepararnos para otro evento Carrington y proteger las redes terrestres. Además, los satélites en órbita de la Tierra, especialmente los de comunicaciones, medioambientales y meteorológicos, etc., podrían verse afectados y repercutir en las comunicaciones terrestres.
Un futuro evento Carrington podría dejar muchas áreas del planeta sin fluido eléctrico durante horas o incluso días, dependiendo de su intensidad. Los científicos apuntan que este tipo de eventos se podrían dar en el futuro, pero no se sabe con qué intensidad y cuándo sería.