Las observaciones de la calidad del aire en Europa darán un paso de gigante con la nueva misión Sentinel-4 de Copernicus

La contaminación del aire en el mundo, y en Europa en particular, es crucial para la salud humana. La misión Sentinel-4 vendrá para aportar más datos de calidad sobre zonas de Europa y África.

El Sentinel-4 se ha alojado a bordo del satélite MTG-Sounder (MTG-S) de EUMETSAT y funcionará en sinergia con Infrared Sounder (IRS), un instrumento de EUMETSAT. Crédito: EUMETSAT.


Con el lanzamiento del satélite Sentinel-4, 1 de julio de 2025, las capacidades del Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS) para la supervisión de la calidad del aire se incrementarán de forma significativa.

Sentinel-4 ya está en órbita geoestacionaria a 36.000 km de la Tierra


Se convertirá en el primer instrumento europeo dedicado a la monitorización de la calidad del aire que se ponga en marcha en un satélite geoestacionario, complementará los actuales instrumentos de los satélites de órbita terrestre baja y mantendrá a Europa en la vanguardia de la observación atmosférica. La misión está implementada y operada por la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) y la Organización Europea para la Explotación de Satélites Meteorológicos (EUMETSAT, por sus siglas en inglés).

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Equipado con un espectrómetro de imágenes en el rango ultravioleta, visible e infrarroja cercana, el Sentinel-4 se situará en una órbita geoestacionaria a 36.000 km sobre la Tierra, distancia 50 veces superior a las misiones en órbita terrestre baja, y observará constantemente la calidad del aire de Europa con barridos horarios. Se trata de una notable mejora, ya que las actuales misiones de Copernicus relevantes para la calidad del aire solo pueden generar una única imagen de Europa al día.

Los nuevos datos del Sentinel-4 permitirán al CAMS mejorar las previsiones y el análisis de la calidad del aire en Europa. Entre los contaminantes que rastrea este instrumento, figuran el dióxido de nitrógeno (NO₂), el ozono (O₃), el dióxido de azufre (SO₂), el formaldehído (HCHO) y los aerosoles.

Asimismo, mide los niveles de los principales contaminantes atmosféricos, entre ellos los gases traza tóxicos como el dióxido de nitrógeno, que se produce al quemarse combustibles fósiles, y el ozono, que suele producirse a sotavento de las fuentes de contaminación.

Por otra parte, es la primera vez que una misión Sentinel «comparte» satélite, ya que Sentinel-4 se ha montado en un satélite Meteosat de tercera generación que también incorpora instrumentos para potenciar la observación y predicción meteorológicas.

Florence Rabier, directora general del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (CEPMPM-ECMWF), destacó: «La novedad de Sentinel-4 es que nos permitirá ver el ciclo diurno de algunos de los principales contaminantes atmosféricos. Esto es muy importante para entender mejor la interacción entre la química, la física y las emisiones subyacentes. Si podemos observar mejor, podremos modelizar y pronosticar mejor. La misión no podía llegar en mejor momento, ya que estamos intensificando los esfuerzos en cuanto a la monitorización de la calidad del aire europeo con un nuevo enfoque en las emisiones. Y gracias al rápido desarrollo de las técnicas de inteligencia artificial y aprendizaje automático, esperamos sacar aún más partido de esta nueva generación de observaciones»

La misión Sentinel-4 desempeña un papel fundamental para Europa, en un momento en que el continente redobla esfuerzos por mejorar la calidad del aire en el marco de la Directiva revisada sobre calidad del aire ambiente EU/2024/2881, el Plan de Acción Contaminación Cero y la Directiva NEC sobre compromisos nacionales de reducción de emisiones (NEC).

Esta entrada se publicó en Actualidad en 02 Jul 2025 por Francisco Martín León