La Delegación de AEMET en el País Vasco
La Delegación de AEMET en el País Vasco, que cuenta con 42 empleados, tiene una larguísima historia.
Es heredera del antiguo Centro Meteorológico del Golfo de Bizkaia, creado al final de los años 40 mediante la integración del Observatorio de Igueldo-San Sebastián, la red climatológica que éste generó en Gipuzkoa, más la de Bizkaia que dependía del SMN. En 1947 se añadió la Oficina Meteorológica del aeropuerto de Bilbao, en 1955 la del aeropuerto de San Sebastián y en 1994 la red climatológica de Álava y la Oficina Meteorológica del aeropuerto de Vitoria, que data de 1945. El núcleo fue el Observatorio de Igueldo en San Sebastián al que se añadieron más dependencias y redes de observación: Aeropuertos de Bilbao, Vitoria y San Sebastián, una red de 95 estaciones climatológicas convencionales, 5 estaciones fenológicas (recientes) y 27 automáticas.
Además del radar meteorológico de Bizkaia, las 10 torres de cizalladura y el detector de rayos del aeropuerto de Bilbao.
El Observatorio de Igueldo se fundó en 1905, pertenece a la Red Básica Regional de la OMM (climatológica, sinóptica y marítima), a la Red Fenológica y a la Red Radiométrica Nacional de banda ancha.
¿Qué ha aportado esta Delegación a la meteorología española y la internacional?
Veamos: Fue el Observatorio de Igueldo el lugar común de trabajo de estos personajes:
Juan Miguel Orcolaga (1905-1914):
Cura de Zarautz y fundador del Observatorio de Igueldo, con la ayuda exclusiva de la Diputación de Gipuzkoa en 1905.
Llamado el “Padre Borrascas”, fue el primer pronosticador del tiempo con bases mínimamente científicas en el País Vasco. Hasta entonces no existían más que las témporas, en manos de los pastores. Su especialidad eran las galernas del Cantábrico. Advirtió a tiempo varias de ellas, que ahorraron muchas víctimas entre los pescadores. Fue además el primer divulgador de la información meteorológica en el País Vasco: Telegramas y telegrafía sin hilos antes de 1912. Él introdujo frentes, anticiclones y borrascas en el lenguaje común.
Pedro Orcolaga (1914-1927):
Hermano del anterior del anterior. Su gestión se centró exclusivamente en predicción de las galernas. Siguió siendo el meteorólogo de referencia de las cofradías de mareantes.
Mariano Doporto Marchori (1927-1936):
Gana por oposición la plaza de la Diputación de Gipuzkoa. Primer Meteorólogo profesional en Euskadi, era Licenciado en Físicas. Procedía de la Oficina Central Meteorología de Madrid. Impuso en Igueldo las normas de observación de la OMI (el precedente de la OMM) y el método científico en la observación, la predicción y la climatología. En 1927 comenzó a emitir partes meteorológicos por radio. Sólo Barcelona y Sevilla lo hacían entonces. En 1939 se exilió y se integró en el Servicio Meteorológico irlandés. Siendo español, dirigió ese Servicio entre 1948 y 1964 y fue el único español que asistió, en representación de Irlanda, a las reuniones preparatorias de la creación de la OMM.
Sus numerosas publicaciones científicas eran de la máxima calidad en su época.
Felisa Martín Bravo (1937-1940):
Donostiarra de nacimiento. Primera mujer doctora en Físicas y primera mujer en ingresar en la Oficina Central Meteorológica, en 1928. Durante su estancia en Igueldo realizó numerosos estudios científicos, la mayoría sobre las galernas.
Justiniano García Polo (1930-1965):
Era el radiotelegrafista del Observatorio, pero las circunstancias de la guerra le convirtieron en el subdirector. Aunque no era meteorólogo, aprendió el oficio de los jesuitas en 1937. Él solo realizó casi todas las observaciones meteorológicas durante cerca de 30 años, diurnas y nocturnas, y registró varias efemérides. Verdadero adicto a la meteorología, a él se debe en gran medida la serie climatológica de 85 años completos interrumpidos.
Enrique Cormenzana Adrover (1953-1964):
Meteorólogo del SMN (oposición de 1952). Trabajó durante cerca de 10 años en el Observatorio de Igueldo. En los sesenta consiguió una plaza en la Secretaría General de la OMM, donde se dedicó a la meteorología aeronáutica. Durante su larguísima estancia en la OMM, España alcanzó su máximo nivel de participación en este organismo.
Margarita Martín
Fuente: El Observador de AEMET