Calor de récord que no cesa: 30 ºC este fin de semana

Entre el sábado y el domingo algunas ciudades del litoral y prelitoral mediterráneo llegarán a rozar los 30 ºC. El invierno climatológico se despide con temperaturas sin parangón, pero ojo con marzo.

Calor
Estamos viviendo días más propios de finales de la primavera que del invierno.

El oeste de Europa lleva días batiendo récords por calor. España, Francia o el Reino Unido han tenido que desenfundar las camisetas de manga corta en invierno debido a un patrón meteorológico que, algunos expertos, califican de “absurdo”. Mientras que en este rincón del continente las temperaturas presentan anomalías positivas superiores a los 10 ºC, otras zonas del Mediterráneo oriental y gran parte del norte de África están registrando valores gélidos, con nevadas en cotas bajas. La culpa es de una disposición en ‘omega’.

Una cresta anticiclónica se ha asentado sobre nuestras cabezas, extendiendo sus dominios hasta la península escandinava. Así bloquea la llegada de borrascas atlánticas y por su flanco oriental inyecta aire frío, de procedencia continental, hasta el mismísimo Sáhara. Por aquí predominan los grandes claros, la ausencia del viento y un ambiente de matiz tropical, esto último debido al flujo de componente sur. En este escenario el goteo de récords no cesa.

En las últimas horas algunos meteorólogos británicos han celebrado tener temperaturas superiores a Ibiza. Esta situación no es fácil de experimentar en estas fechas, máxime tras ver que ayer las Islas Británicas vivieron el día de invierno más cálido del registro histórico de MetOffice. Kew Gardens alcanzó 21,2 ºC, el nuevo récord de temperatura máxima para febrero, la estación y el año 2019. Esto último provisional, claro. En Francia la ciudad de Lille llegó a marcar por la tarde 19 ºC, superando en una décima la anterior efeméride mensual de 1960. Toulouse no fue menos y llegó a unos extraordinarios 22,3 ºC. Cuando en Alemania fuentes oficiales recomiendan tomar el sol con precaución en febrero, algo falla.

Récords en nuestro país

Ayer el observatorio de la AEMET ubicado en el Aeropuerto de A Coruña registró una temperatura máxima de 24,3 ºC, casi un grado superior al anterior récord de febrero, acaecido el día 28 en 1990. En Pontevedra y Lugo también tuvieron temperaturas sin parangón este mes: 23,4 ºC y 24 ºC respectivamente. Castilla y León se apuntó a la efeméride a través del termómetro de Fresno de Sayado, en Zamora, con un registro insólito de 23,5 ºC. En Cataluña 16 de las 144 estaciones de la red de Meteocat marcaron plusmarca para el mes, ahí es nada. Aunque el histórico aún es corto, de apenas una década.

Hoy las temperaturas registrarán un ligero a moderado descenso en el cuadrante noroeste peninsular. Las nubes serán más abundantes y descargarán algunas precipitaciones débiles en Galicia, que tenderán a retirarse con el paso de las horas.

En la vertiente mediterránea pasará justo lo contrario. Este mediodía el mercurio escalará dos o tres grados más que ayer y dejará máximas de 25 ºC en las ciudades de Lleida o Murcia, y de 23 ºC en Valencia. Mañana el ambiente será un pelín más fresco en el noreste peninsular y el viernes en el litoral mediterráneo, pero será pasajero. El fin de semana pinta veraniego en la costa oriental de la Península, ¡con máximas cercanas a los 30 ºC!

Cada vez parece más fácil llegar a la efeméride

De unos años a esta parte se están batiendo récords día sí, día también. La comunidad científica no permanece ajena a esta realidad probablemente acentuada por el calentamiento global. Hace unos días Jennifer Francis, científica principal del Centro de Investigación Woods Hole, declaró que la disminución en la diferencia de temperatura entre el Ártico y las latitudes medias está desacelerando la corriente en chorro. Así las vaguadas se tornan más grandes y lentas, haciendo más persistentes y extremos los episodios. Esto influye en las altas temperaturas, pero también en las bajas. “Las ondulaciones grandes también tienden a extenderse más hacia el sur, lo que permite que el aire del Ártico penetre más al sur de lo normal”, alegó Francis. Veremos si este ‘estancamiento’ es pasajero o una constante.