Oriéntate con la Astronomía (I)

Los rayos de sol de un atardecer pueden ser muy útiles a la hora de ubicarnos en el campo o la montaña. Conocer cómo indican el oeste o este nos pueden sacar de un aprieto. Te contamos cómo hacerlo.

Atardecer
El atardecer es un buen momento para determinar el 'oeste', con matices camino de los solsticios.

En el artículo anterior de la orientación meteorológica vimos cómo nos podíamos guiar con elementos naturales de nuestro entorno. Ahora vamos a ver los relacionados con el Sol y con las estrellas.

La orientación astronómica nos va a permitir orientarnos en cualquier época del año y en cualquier momento del día, por lo que con unos elementos o con otros vamos a poder guiarnos prácticamente en cualquier situación.

El Sol y los puntos cardinales

Recopilemos un poco sobre los movimientos astronómicos. La rotación de la Tierra provoca los días y las noches con su giro de oeste a este. Esto hace que parezca que el Sol y los demás cuerpos celestes se muevan en sentido inverso, es decir, de este a oeste, y además cuando alcanzan su máxima altura sobre el horizonte están indicando la dirección sur.

Por este motivo estamos acostumbrados a decir que el Sol sale por el este y se pone por el oeste, pero pocos días al año se produce esto exactamente. Debido al movimiento de la Tierra alrededor del Sol o traslación, causante de las estaciones del año y a la inclinación de su eje, parece que el astro rey mueva su punto de salida y puesta y que además suba y baje en altura respecto del horizonte.

Por tanto, el Sol solo sale por el este y se pone por el oeste en los equinoccios de primavera y de otoño. En los otros dos puntos principales del movimiento aparente del Sol, en los solsticios, tenemos que en el de verano saldrá por el nordeste y se pondrá por el noroeste; mientras que en el de invierno saldrá por el sudeste y se pondrá por el suroeste.

Orientación durante el día

Sabiendo estas cosas vamos a ver algunos métodos sencillos que utilizan al Sol y a la Luna para ayudarnos en nuestra guía.

Con un palo y su sombra: clavaremos un palo o una rama en la tierra y colocaremos una marca en el suelo justo donde finaliza su sombra. Esperaremos un tiempo, el suficiente para que la sombra se haya desplazado un espacio apreciable y señalizaremos la nueva posición de la punta de la sombra. Trazaremos una línea recta que una esas dos marcas resultantes y así obtendremos la dirección aproximada este–oeste, teniendo en cuenta que la primera marca será el oeste y la segunda hacia el este.

Realizando una línea perpendicular obtendremos los otros dos puntos cardinales. O si tenemos más tiempo para orientarnos, cuando es el mediodía, a las 12 solares, la sombra del palo tendrá la longitud más corta y nos marcará el norte, estando el Sol al sur.

Puntos cardinales
Dos imágenes del jardín meteorológico de Getafe, la de la derecha a las 10 solares y la de la izquierda a las 12 solares. Observamos el movimiento de la sombra de Oeste a Este, mientras el Sol se está moviendo de Este a Oeste. Autor Fernando Llorente Martínez.

Con un reloj, aunque del todo no se trate de un medio natural, pero sin la ayuda del Sol de nada serviría, así que vamos a utilizarlo. En este caso mejor será un reloj analógico, de los de antes, pero si no lo tenemos con nosotros podemos dibujar un reloj con la hora que marque el nuestro y realizar el mismo procedimiento. El primer paso es poner la hora 'solar', manteniendo el reloj en posición horizontal, apuntamos con la aguja corta hacia el punto del horizonte que se encuentre justo bajo el sol y el SUR vendrá indicado por la bisectriz del ángulo formado por la aguja corta y la línea imaginaria de las doce en punto.

En el próximo artículo veremos como usar a la Luna, a los planetas y a las estrellas para guiarnos, tanto de día como en la noche oscura, ¡os espero!