Tareas del huerto en septiembre: recolección, riegos moderados y siembras

Septiembre nos marca un momento clave en el huerto: tiempo de cosechar lo sembrado, ajustar riegos tras el verano y preparar nuevas siembras y plantaciones para garantizar buena producción en otoño e invierno

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Las tareas del huerto en el mes de septiembre se intensifican de cara a los cultivos de invierno

Septiembre es un mes de transición en el huerto. El verano comienza a despedirse, pero aún quedan días cálidos que conviene aprovechar antes de la llegada de las esperadas lluvias y el descenso más acusado de las temperaturas.

En este periodo, la huerta se encuentra en plena actividad: hay cultivos de verano que todavía ofrecen sus últimos frutos, mientras que otros empiezan a agotarse y dejan espacio a nuevas siembras de temporada.

Además, la gestión del agua adquiere especial importancia, ya que tras el calor estival el suelo necesita un equilibrio que favorezca tanto la recolección como la implantación de nuevos cultivos.

A continuación, repasamos las principales tareas del huerto en septiembre, centrándonos en tres pilares fundamentales: la recolección, el riego moderado y la planificación de siembras.

Recolección de los frutos de verano

Uno de los trabajos más gratificantes de septiembre es la cosecha. Los cultivos de verano, como tomates, pimientos, berenjenas, calabacines o melones, aún nos ofrecen frutos de gran calidad, aunque empiezan a mostrar signos de agotamiento. Conviene por tanto recolectar de forma regular para aprovechar la producción al máximo y evitar que los frutos sobremaduros debiliten la planta.

Las plantas de tomate, por ejemplo, suelen alargar su ciclo hasta bien entrado septiembre, pero conviene retirar los frutos verdes si se prevé un cambio brusco de temperatura. Estos tomates pueden madurar en casa y así se evita que se pierdan en la mata.

Del mismo modo, las últimas berenjenas o calabacines deben recogerse en su punto justo, pues si se dejan demasiado tiempo endurecen la piel y pierden calidad culinaria.

También es un momento ideal para cosechar aromáticas como albahaca, perejil o menta, que todavía conservan gran vigor. Una buena práctica consiste en secarlas o congelarlas para disponer de ellas durante el otoño.

Algunos consejos de recolección en septiembre

Te dejamos algunas consideraciones sobre la recolección en el primer mes del otoño.

  • Cosecha en las primeras horas del día, cuando los frutos están más frescos.
  • No arranques de golpe los cultivos agotados: ve retirándolos poco a poco para prolongar la producción.
  • Aprovecha el excedente de tomates o pimientos para preparar conservas o salsas caseras.

Riegos moderados y cuidados del suelo

Con la disminución de las altas temperaturas, el agua debe administrarse de manera más cuidadosa. Septiembre no requiere riegos tan intensos como julio o agosto, pero tampoco conviene descuidar la humedad del suelo, especialmente si todavía hay días de calor. La clave está en aplicar riegos moderados y más espaciados, que favorezcan el desarrollo de las raíces sin encharcar el terreno.

Un exceso de agua en esta época puede provocar enfermedades fúngicas, muy comunes en condiciones de humedad y temperaturas suaves. Por ello, es recomendable regar a primeras horas de la mañana o al atardecer, evitando mojar en exceso las hojas. Instalar sistemas de riego localizado, como el goteo, ayuda a mantener el equilibrio hídrico de forma más eficiente.

Otra tarea importante es la mejora del suelo, y para ello tras la cosecha de cultivos agotados, conviene retirar los restos vegetales y añadir compost o estiércol bien descompuesto. Esto enriquece la tierra y prepara el terreno para las nuevas siembras.

Además, cubrir el suelo con acolchado orgánico (paja, hojas secas o restos de poda triturados) ayuda a mantener la humedad y protege de la proliferación de malas hierbas.

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El riego se debe de realizar por la mañana temprano o al atardecer

Algunos consejos de riego y suelo en septiembre

Aquí te traemos consejos y trucos para regar en septiembre.

  • Antes de regar, meter un dedo en la tierra: si está húmeda, esperar un día más.
  • Añadir compost casero para recuperar nutrientes tras el esfuerzo del verano.
  • Usar acolchados para mantener la humedad y reducir la aparición de malas hierbas.

Nuevas siembras y trasplantes

Septiembre no es solo un mes de recolección, también abre la puerta a una nueva etapa de siembras y plantaciones que nos proporcionarán alimentos frescos en otoño e invierno. Es el momento perfecto para sembrar hortalizas de ciclo corto y más resistentes al frío.

Entre las siembras directas más comunes destacan las espinacas, acelgas, rábanos, zanahorias, nabos y lechugas. Estas especies se adaptan bien a la reducción progresiva de horas de luz y nos ofrecen cosechas rápidas. También es tiempo de trasplantar crucíferas como coles, brócolis o coliflores, que estarán listas durante el invierno.

Las habas y los guisantes, que soportan bien las bajas temperaturas, también pueden comenzar a sembrarse en septiembre en climas templados. Si el huerto se encuentra en una zona más fría, se recomienda esperar unas semanas o proteger las plántulas con túneles o mantas térmicas.

Algunos consejos de siembra en septiembre

Toma nota de estos trucos de siembra para las próximas semanas.

  • Sembrar en fases de luna menguante para favorecer el desarrollo radicular.
  • Colocar un acolchado fino sobre las semillas para protegerlas de cambios bruscos de temperatura.
  • Planear cultivos asociados: por ejemplo, combinar zanahorias con lechugas para aprovechar mejor el espacio.