Vídeo: las imponentes cataratas del Iguazú viven una crecida histórica que asombra al mundo

El caudal del río Iguazú ha alcanzado niveles extraordinarios tras las intensas lluvias en su cabecera, lo que ha generado una impactante crecida y ha amplificado el espectáculo natural de estas cataratas, situadas en la frontera entre Brasil y Argentina.

Durante esta primera quincena de octubre de 2025, las cataratas del Iguazú, en la frontera de Argentina y Brasil, han registrado una crecida extraordinaria que ha incrementado la fuerza del agua y también ha puesto en alerta a las autoridades de ambos países.

El evento, ha sido provocado por un régimen de lluvias intensas en la cuenca alta del río Iguazú, donde el caudal registró picos superiores a los 10.000 metros cúbicos por segundo, cuando el promedio habitual oscila entre 1.200 y 1.800 m³/s.

Un fenómeno que ha hecho posible una combinación de factores hidrometeorológicos a gran escala.

Rápida respuesta hidrológica a las fuertes lluvias

En primer lugar, un sistema de bajas presiones persistente en el sur de Brasil generó una convección profunda y precipitaciones continuas sobre los estados de Paraná y Santa Catarina.

Las bellísimas cataratas del Iguazú, en su acceso por la parte argentina, en una imagen de archivo.

A ello se sumó la influencia de un episodio cálido del Atlántico suroccidental, que favoreció la advección de humedad hacia el interior del continente. Este patrón atmosférico incrementó el transporte de vapor de agua y potenció los mecanismos de precipitación orográfica sobre la cuenca.

El resultado fue una respuesta hidrológica rápida, con ascensos abruptos del nivel del río Iguazú en sus tramos medio y bajo.

El caudal del río ha registrado picos por encima de los 10.000 m³/s, cuando lo normal en esta época se sitúa en torno a los 1.800.

De hecho, la estación de monitoreo de la central hidroeléctrica binacional de Itaipú –en el río Paraná, del que el Iguazú es afluente– registró valores de precipitación acumulada superiores a los 250 mm en menos de 72 horas, un umbral que supera ampliamente la media mensual para octubre.

Un espectáculo imponente

A pesar del gran aumento del caudal, y con todas las precauciones, las autoridades del Parque Nacional Iguazú han decidido mantenerlo abierto al público (excepto el circuito de la Garganta del Diablo).

Las imágenes captadas muestran la espectacular fusión de los múltiples saltos en un único frente de agua, acompañada de un denso penacho de vapor visible a kilómetros de distancia.

Con el descenso progresivo del caudal, se espera que en los próximos días el sistema fluvial se estabilice. Pero, mientras, está sirviendo como demostración de la interacción compleja entre la atmósfera, la hidrología y la dinámica climática regional.

Desde el punto de vista climatológico, el episodio se inscribe en una tendencia creciente de eventos hidrológicos extremos en la región subtropical de América del Sur.

Estudios recientes atribuyen esta intensificación a la variabilidad climática interanual modulada por el patrón climático ENSO (El Niño–Oscilación del Sur) y al aumento de la temperatura superficial del Atlántico.

Ambos factores contribuyen a reforzar los flujos de humedad y a aumentar la frecuencia de lluvias torrenciales.

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