El incendio de Lleida avanzó a 28 km/h, una velocidad “extrema”: las tormentas, posibles culpables según la Generalitat

En las últimas horas se ha vivido una situación muy crítica en algunas comarcas de Lleida por la presencia de varios incendios que presentaron condiciones muy extremas debido a una serie de condiciones meteorológicas muy particulares.

Incendio Lleida
Los incendios de las últimas horas de la provincia de Lleida han mostrado un comportamiento extremo debido a las condiciones meteorológicas tan particulares. Fuente: @bomberscat.

Los medios de extinción de la Generalitat de Catalunya se han enfrentado en las últimas horas a un escenario de simultaneidad de incendios muy virulentos en la comarca ilerdense de la Segarra, y que acabarán extendiéndose en menos medidas a las comarcas vecinas de l'Alt Urgell y La Noguera. El balance a esta hora es trágico, con al menos dos personas fallecidas en Coscó y 6500 hectáreas calcinadas.

Vientos convectivos de más de 80 km/h y un gran pirocúmulo de 14 km

La Generalitat ha confirmado que los dos principales focos se reavivaron y extendieron de forma explosiva por las particulares condiciones meteorológicas que se registraron durante la tarde de este martes 1 de julio. En la zona se formaron tormentas, como ya anticipaba nuestro modelo de referencia, que si bien dejaron algunos chubascos, también dieron lugar a fuertes rachas de viento y algunos reventones.

Esto avivó de forma explosiva el fuego, volviéndose incontrolable durante unas horas. De hecho, las autoridades catalanas han confirmado que estos incendios alcanzaron puntas de velocidad de 28 km/h, una de las más altas detectadas en Europa, lo que habla de la magnitud y virulencia de los mismos, complicando las tareas de extinción.

"Son velocidades que sobrepasan la capacidad de extinción de cualquier sistema del mundo. Por encima de 1 km/h nos trae muchos problemas", ha explicado David Borrell, el inspector jefe del Cuerpo de Bomberos de la Generalitat.

Por si no fuera suficiente, se generó un gigantesco pirocúmulo de unos 14.000 metros de altitud (según algunos medios superó los 18.000 m), un fenómeno de dimensiones nunca observadas en Catalunya, lo que volvió aún más errático el comportamiento de estos focos, lo que obligó a las autoridades a rediseñar continuamente la estrategia de extinción para salvaguardar la seguridad de los efectivos.

Focos estabilizados en las últimas horas

En lo que respecta al origen de los incendios, este miércoles por la mañana los Bomberos aún no saben nada y apuntan a que "los Agentes Rurales están trabajando". Además, recalcan que la principal prioridad en estos momentos es "proteger a la población e intentar que los flancos no se ensanchen". La buena noticia es que los fuegos parecen estabilizados, que no extinguidos.

Se han vivido momentos muy tensos debido a la cercanía del fuego y el abundante humo en zonas habitadas, por lo que tuvo que decretarse el confinamiento en hasta nueve municipios de la zona. El mismo cubrió más de 25.000 hectáreas y afectó a más de 14.000 personas. Durante la pasada noche, las tareas también se han centrado en realizar la extinción de las edificaciones que han ardido en varios núcleos de población.

Las previsiones son similares a las de ayer, con probables tormentas en las comarcas de Lleida que dejarán aguaceros localmente intensos, muchos rayos y vendavales, por lo que los Bomberos han hecho un esfuerzo durante la noche para cerrar el perímetro del incendio, especialmente el último tercio del flanco derecho.