El volcán de Tonga desató las corrientes submarinas más rápidas jamás registradas
Una erupción volcánica violenta sin precedentes que provocó un tsunami frente a la nación insular de Tonga en el Pacífico en 2022 desató las corrientes submarinas más rápidas jamás registradas
El volcán submarino Hunga Tonga-Hunga Ha'apai envió rocas, cenizas y gas a través del fondo marino a 122 kilómetros por hora en enero del año pasado, según un artículo publicado en la revista Science.
Una erupción poderosa: por tierra mar y aire
La erupción, la más poderosa jamás registrada con equipos modernos, provocó un tsunami mortal y "flujos similares a avalanchas" de material que dañaron los cables submarinos de telecomunicaciones que conectan a Tonga con el resto del mundo.
Un equipo de investigación dirigido por científicos del Centro Nacional de Oceanografía (NOC, por su siglas en inglés) de Gran Bretaña utilizó los momentos y ubicaciones de los daños en los cables para calcular la velocidad de los flujos.
La columna de erupción del volcán, de hasta 57 kilómetros de altura, cayó directamente al agua y a empinadas laderas submarinas, explicó Mike Clare del NOC.
La velocidad y la potencia de las corrientes eran tan grandes que eran capaces de recorrer al menos 100 kilómetros a través del fondo marino y destruir los cables, dijo.
Muchos volcanes se encuentran bajo el océano, pero pocos son monitoreados, lo que significa que el riesgo para las comunidades costeras y la infraestructura crítica "aún no se comprende bien", dijo Isobel Yeo, vulcanóloga del NOC y científica codirectora del artículo.
Las erupciones en tierra también arrojan corrientes calientes y rápidas de lava, ceniza volcánica y gases conocidos como flujos piroclásticos.
Pero este estudio fue el primero en documentar lo que sucedió cuando grandes cantidades de material volcánico en erupción fueron arrojadas directamente al océano.
La erupción de Hunga Tonga-Hunga Ha'apai desató una fuerza equivalente a cientos de bombas atómicas, y el posterior tsunami mató al menos a tres personas y destruyó hogares en Tonga.
Los científicos descubrieron que la erupción arrojó gran cantidad de escombros a alturas récord en la atmósfera e inyectó millones de toneladas de vapor de agua en la estratosfera.
Referencia
Michael A. Clare et al, Fast and destructive density currents created by ocean-entering volcanic eruptions, Science (2023). DOI: 10.1126/science.adi3038. www.science.org/doi/10.1126/science.adi3038