Volviendo a lo básico. ¿Qué es la humedad y cómo afecta a la salud humana?
La humedad es más que un simple término meteorológico, es un factor clave en cómo nos sentimos, cómo vivimos y cómo el cambio climático está transformando nuestro mundo.

La humedad, medida de la cantidad de vapor de agua en el aire, desempeña un papel crucial en la configuración del tiempo, influyendo en las precipitaciones y afectando nuestras sensaciones cotidianas. Si bien a menudo se ve eclipsada por la temperatura en las conversaciones sobre el tiempo, el clima y el confort, la humedad es un factor clave en nuestra experiencia del calor y tiene implicaciones significativas para la salud humana, especialmente en un clima cambiante.
¿Qué es la humedad?
La humedad se refiere a la concentración de vapor de agua en el aire. Se puede medir de diversas maneras, incluyendo la humedad relativa (HR), la humedad específica y los indicadores de humedad térmica, como el punto de rocío y la temperatura del termómetro húmedo.
La humedad relativa es la medida más común, ya que indica qué tan cerca está el aire de la saturación a una temperatura dada. Cuando la HR alcanza el 100 %, el aire no puede retener más humedad, lo que lo hace particularmente bochornoso e incómodo.
Cómo afecta la humedad a la salud humana
La humedad influye directamente en la capacidad del cuerpo para regular su temperatura. En condiciones de calor y humedad, el sudor no se evapora eficazmente, lo que dificulta el enfriamiento del cuerpo. Esto puede provocar estrés térmico, deshidratación y, en casos graves, insolación o complicaciones cardiovasculares. Las poblaciones vulnerables, como los ancianos, los niños y las personas con afecciones preexistentes, corren un riesgo especial.
Durante los períodos de alta humedad, especialmente en verano, el aire puede resultar pesado y opresivo. Esto no solo afecta el bienestar físico, sino que también puede perjudicar el bienestar mental. Curiosamente, algunas investigaciones sugieren que una disminución de la humedad tras las lluvias suele traer una sensación de alivio y se ha relacionado con un mejor estado de ánimo y niveles de energía, especialmente en regiones tropicales donde la alta humedad es una característica constante durante todo el año.
La humedad también afecta la productividad. Un nivel alto de humedad puede reducir el rendimiento físico, dificultando la realización de trabajos manuales o el ejercicio. Esto tiene implicaciones para sectores como la agricultura, la construcción y la manufactura, donde se requiere un esfuerzo físico sostenido.
El papel de la humedad en el cambio climático
A medida que el clima se calienta, la atmósfera puede retener más vapor de agua. Esto provoca un aumento de la humedad específica (la cantidad real de vapor de agua en el aire). Sin embargo, la humedad relativa terrestre está disminuyendo, ya que las zonas terrestres se calientan más rápido que los océanos, donde se produce la mayor parte de la evaporación. Esta paradoja pone de relieve la compleja relación entre la temperatura y la humedad en un mundo en calentamiento.
El vapor de agua también es un potente gas de efecto invernadero. Amplifica el calentamiento al retener el calor en la atmósfera, contribuyendo así al ciclo de retroalimentación que acelera el cambio climático. Un mayor nivel de vapor de agua también implica lluvias más intensas, lo que aumenta el riesgo de inundaciones. Esto ya se observa en muchas partes del mundo.
Monitoreo de la humedad en un clima cambiante
Para comprender mejor y monitorear estos cambios, la Met Office, en colaboración con socios internacionales, ha desarrollado conjuntos de datos como HadISDH.land y HadISDH.marine. Estas herramientas permiten a los científicos monitorear las tendencias de la humedad superficial en tierra y océano, evaluar el rendimiento de los modelos climáticos y estudiar el impacto de los eventos de humedad extrema.
La temperatura del termómetro/ bulbo húmedo es una forma sencilla de medir cómo el calor y la humedad afectan al cuerpo.
Esto impide que el cuerpo se enfríe, lo cual puede ser mortal. Incluso las personas sanas tienen dificultades para mantenerse activas cuando las temperaturas de bulbo húmedo se acercan a este nivel. Las investigaciones muestran que en algunas zonas tropicales ya se experimentan temperaturas de bulbo húmedo superiores a los 31 °C, lo que pone de relieve la urgencia de abordar conjuntamente el calor y la humedad.
A medida que aumentan las temperaturas globales, comprender los cambios en la humedad y adaptarse a ellos será esencial. Ya sea para planificar ante olas de calor, diseñar infraestructura resiliente al clima o proteger la salud pública, la humedad debe ser un tema de conversación.
Fuente: Blog de la Met Office.