Agujero de ozono 2020: uno de los más grandes y profundos

El agujero de ozono de 2020 se sitúa claramente entre los más grandes observados en los últimos quince años aproximadamente. Es lo que desvela el Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS)

El estudio confirma que el agujero de ozono sobre el Antártico es uno de los más grandes y profundos de los últimos años. Además, los análisis muestran que el agujero ha alcanzado su envergadura máxima.

Dado que la capa de ozono estratosférico actúa como un escudo que protege de los efectos potencialmente dañinos de la radiación ultravioleta, supervisar su variación reviste una importancia crucial. Por eso, el CAMS contribuye a los esfuerzos internacionales por preservar la capa de ozono mediante su continua supervisión y la publicación de datos de elevada calidad acerca de su estado actual.


Copernicus monitoriza el tamaño y la profundidad del agujero de ozono , que ya ha alcanzado su extensión máxima


Los científicos del Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus confirman que el agujero de ozono sobre el Antártico es uno de los más grandes y profundos de los últimos años. Los análisis muestran que el agujero ha alcanzado su envergadura máxima.

El Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS), implementado a través del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (CEPMPM) en representación de la Comisión Europea, informa de que el agujero de ozono ha alcanzado su extensión máxima. Se trata de uno de los más grandes y profundos de los últimos años.

Las concentraciones de ozono estratosférico han disminuido hasta registrar valores cercanos a cero sobre la Antártida a una altura de en torno a 20-25 km (50-100 hpa), y la profundidad de la capa de ozono se sitúa ligeramente por debajo de 100 unidades Dobson, lo que representa aproximadamente un tercio del valor habitual que presenta en ausencia de eventos relacionados con el agujero de la capa de ozono. Ello responde a un vórtice polar frío, estable y potente. Los científicos del CAMS aprecian indicios de que el agujero de ozono de 2020 parece ahora haber alcanzado su máxima extensión.

Izda.: Animación del agujero de ozono el 27 de septiembre. Dcha.: Según las mediciones del CAMS, la columna total de ozono (en unidades Dobson), el 4 de octubre de 2020, muestra unos valores inferiores a 250 UD en amplias zonas del Antártico. Crédito: Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus, CEPMPM

«Existe una gran variabilidad en términos de la magnitud que alcanzan los acontecimientos relacionados con el agujero de ozono cada año. El agujero de ozono de 2020 se parece al de 2018, que también tuvo un tamaño bastante considerable, y se sitúa claramente entre los más grandes observados en los últimos quince años aproximadamente», comenta Vincent-Henri Peuch, director del Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus en el CEPMPM. «Dado que la luz solar ha regresado al Polo Sur en las últimas semanas, hemos observado un agotamiento sostenido de la capa de ozono en la región. Tras el agujero de ozono inusualmente pequeño y de corta duración monitorizado en 2019 —que se debió a unas condiciones meteorológicas especiales—, estamos registrando uno bastante grande de nuevo este año, lo que confirma la necesidad de seguir implementando el Protocolo de Montreal, que prohíbe las emisiones de sustancias químicas que agotan la capa de ozono».

Serie cronológica de los valores mínimos de la columna de ozono en el hemisferio sur (en unidades Dobson) elaborada según los datos del CAMS (2003-2020) y del C3S (1980-2002) (el gráfico muestra el rango de valores mínimos por década). Los valores de este año se muestran en naranja. Crédito: Servicio de Cambio Climático de Copernicus y Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus del CEPMPM

El CAMS contribuye a los esfuerzos internacionales por preservar la capa de ozono mediante su continua supervisión y la publicación de datos de elevada calidad acerca de su estado actual. Se recurre a una combinación de modelos informáticos de la atmósfera con mediciones recopiladas por satélites y estaciones terrestres para monitorizar estrechamente la evolución del fenómeno. Dado que la capa de ozono estratosférico actúa como un escudo que protege de los efectos potencialmente dañinos de la radiación ultravioleta, supervisar su variación reviste una importancia crucial.

«El CAMS monitoriza constantemente la capa de ozono para brindar información sobre la extensión y magnitud del agujero de ozono cada año conforme se desarrolla y recupera", apostilla Vincent-Henri Peuch. «Proporcionamos previsiones sobre las concentraciones de ozono estratosférico con hasta cinco días de antelación. Además, también supervisamos la cantidad de radiación ultravioleta que llega a la superficie de la Tierra, algo que también depende de las nubes y de los aerosoles presentes en la atmósfera».

Cómo se forma el agujero de ozono

Las sustancias que contienen bromo o cloro se acumulan en el vórtice polar, donde permanecen químicamente inactivas en la oscuridad. Las temperaturas en el vórtice pueden caer por debajo de los -78 grados Celsius y puede producirse la formación de cristales de hielo en las nubes estratosféricas polares, que desempeñan un papel importante en las reacciones químicas. A medida que el sol sale por el polo, la energía que desprende libera los átomos de cloro y bromo presentes en el vórtice, que pasan a estar químicamente activos y destruyen rápidamente las moléculas de ozono, lo que provoca la formación del agujero.

La serie cronológica de la temperatura mínima (al sur de -60⁰N) en la estratosfera y a una altura donde la presión es de 50 hPa elaborada mediante los datos del CAMS (2003 en adelante) y del C3S (1980-2002) muestra las temperaturas mínimas en la estratosfera a una presión de 50 hPa para 2020 (línea amarilla). Crédito: Servicio de Cambio Climático de Copernicus y Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus del CEPMPM

Puede consultar más información sobre el agujero de ozono en nuestra página web.

Notas

Copernicus es el programa insignia de observación de la Tierra de la Unión Europea que opera a través de seis servicios temáticos: atmósfera, mares, tierra, cambio climático, seguridad y emergencias. Ofrece servicios y datos operativos de acceso libre que brindan a los usuarios información fiable y actualizada sobre el planeta y el medio ambiente. La Comisión Europea coordina y gestiona el Programa, que se implementa en colaboración con los Estados miembro, la Agencia Espacial Europea (AEE), la Organización Europea para la Explotación de Satélites Meteorológicos (EUMETSAT), el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (CEPMPM), las Agencias de la UE y Mercator Océan, entre otros.

El CEPMPM opera dos servicios del programa insignia de observación de la Tierra de la Unión Europea: el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) y el Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus de Copernicus (CAMS). También contribuye al Servicio de Gestión de Emergencias de Copernicus (CEMS). El Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (CEPMPM) es una organización independiente intergubernamental conformada por 34 países. Constituye tanto un instituto de investigación como un servicio que opera de forma ininterrumpida para producir y divulgar predicciones meteorológicas numéricas a sus Estados miembro. Estos datos están totalmente disponibles para los servicios meteorológicos nacionales de dichos Estados miembro. El superordenador (y su archivo de datos) del CEPMPM es uno de los más potentes de su tipo en Europa y los Estados miembro pueden utilizar el 25% de su capacidad para sus propios fines.

Puede acceder a la página web del Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus mediante el siguiente enlace: http://atmosphere.copernicus.e...
Puede acceder a la página web del Servicio de Cambio Climático de Copernicus mediante el siguiente el enlace: https://climate.copernicus.eu/
Más información sobre Copernicus: www.copernicus.eu
Web del CEPMPM: https://www.ecmwf.int/

Twitter:
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Newsflash
Reading, 6/10/2020

Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus ECMWF

Esta entrada se publicó en Noticias en 07 Oct 2020 por Francisco Martín León