Ya están aquí, señal de una primavera algo tardía

Son los rayos y descargas continentales que se generan en las tormentas primaverales, en algunos casos con los primeros Sistemas Convectivos de Mesoescala de 2018

Imagen de rayos totales detectados en 48 horas: 29 y 30 de abril de 2018: más de 450.000 descargas detectadas. Lightningmaps.org
Imagen de rayos totales detectados en 48 horas: 29 y 30 de abril de 2018: más de 450.000 descargas detectadas. Lightningmaps.org

Después de un invierno largo y frío, la primavera entró con lluvias y temperaturas también frescas; solo a mediados y finales de abril las temperaturas subieron en gran parte de Europa, los cielos permanecieron despejados y el “buen tiempo” se apoderó de gran parte del viejo continente.

Es bien sabido que los rayos suelen tener un ciclo anual bien definido: en primavera y verano suelen abundar por el interior del continente, mientras que en otoño e invierno la actividad decae, sobre todo en los meses fríos, pero abundan algo más en las zonas marítimas y Mediterráneo.

La nieve y el frío están reñidos con los ingredientes para la formación de las descargas eléctricas en las nubes convectivas: grandes desarrollos verticales con intensas corrientes verticales que favorecen la aparición y separación de cargas eléctricas en las nubes de tormentas.

Ingredientes para los rayos

Las temperaturas altas en niveles bajos acompañadas de aire frío en altura crearían, a groso modo, las condiciones de estabilidad. Pero esto solo no basta.

La humedad sale de las piedras o del propio ambiente, que ya de por si está húmedo.

Las borrascas, vaguadas, frentes, etc. generan los mecanismos sinópticos que disparan la convección. Estos sistemas disparadores aún son significativos en primavera (abril-mayo) y generan entornos con cizalladura vertical del viento, por lo que la organización de la convección y de las tormentas está garantizada, ahora dentro de las tierras continentales europeas.

Además se suelen formar los primeros SCM (Sistemas Convectivos de Mesoescala): conjunto de tormentas auto regenerativas con ciclos de vida y extensión mayor que una simple tormenta. Estos SCM pueden durar horas y afectar a amplias zonas europeas del interior y generar una gran cantidad de rayos.

Y el resultado de todo ello es la explosión de tormentas y rayos durante los días finales de abril de 2018 sobre Europa, en especial durante los días 29 y 30 de abril donde se detectaron más de 450.000 rayos.

Imagen de masas de aire del 29 de abril de 2018 a las 17:15 UTC donde se observan diferentes SCM en forma de línea (línea de turbonada) y de tipo circular además de otros focos convectivos. EUMETSAT
Imagen de masas de aire del 29 de abril de 2018 a las 17:15 UTC donde se observan diferentes SCM en forma de línea (línea de turbonada) y de tipo circular además de otros focos convectivos. EUMETSAT

Esta explosión convectiva llega tarde en el tiempo primaveral, pero ya está aquí.

Algo parecido ha ocurrido en los estados americanos ricos en tornados y tormentas severas: en abril no ha habido tornados ni en Oklahoma ni en Arkansas. Algo raro en esas latitudes donde abril es la antesala del gran mayo con sus grandes tormentas organizadas y tornados.

Informes de tiempo severo convectivo entre 29-30 de abril de 2018 en Europa. ESWD https://www.eswd.eu/
Informes de tiempo severo convectivo entre 29-30 de abril de 2018 en Europa. ESWD https://www.eswd.eu/

Pero ya están aquí, en esta primavera algo tardía a ambos lados del Atlántico.

Francisco Martín León, meteorólogo

Esta entrada se publicó en Noticias en 01 May 2018 por Francisco Martín León