La descarga eléctrica terrestre más larga jamás detectada

El rayo positivo se desarrolla de la misma forma que el negativo, pero la descarga positiva extrae y transporta electrones hacia arriba, desde la superficie de tierra.

La Descarga Eléctrica Terrestre Más Larga Jamás Detectada

RAM
Desde Waco a Dallas, Texas, EEUU – 118 millas  (190 km) de distancia

El rayo positivo se desarrolla de la misma forma que el  negativo, pero la descarga positiva extrae y transporta electrones hacia arriba, desde la  superficie de tierra. Estos  tienden a ser mucho, mucho más intensos y energéticos que los rayos regulares negativos y pueden llevar tanta energía como cientos de veces la energía de una descarga negativa normal.

Los  extremadamente energéticos o  “super rayos” son afortunadamente muy raros. Solamente cerca de cinco superrayos ocurren por cada diez millones de los normales. Las superdescargas o “superbolts” pueden alcanzar  distancias más allá de las ocho a diez millas normales de una distancia de un rayo típico.

La Descarga Eléctrica Terrestre Más Larga Jamás Detectada

La superdescarga más larga registrada  fue detectada desde Waco a Dallas, después de viajar alrededor de 118 millas, unos 190 km, y ocurrió el 31 de octubre de 2001.

Nota de la RAM. Detectores especiales son capaces de analizar los impulsos eléctricos de los rayos en toda su trayectoria, desde el inicio al final, y obtener imágenes 3D, tridimensional, de ellos de forma  que es posible  calcular de dónde salió el primer impulso desde la nube/tierra y donde llegó a tocar a la tierra/nube. De esta forma se conoce la distancia o tamaño del rayo o descarga eléctrica. Desgraciadamente este tipo de red de detectores de descargas 3D están disponibles en muy pocos países y este record hay que tomarlo en su justa medida, nunca mejor dicho.

Referencias

Longest lightning bolt: 190 km (118 miles) October 13, 2001.
Cerveny, Randall S.; Jay Lawrimore, Roger Edwards, and Christopher Landsea (June 2007). "Extreme Weather Records. Compilation, Adjudication, and Publication.". Bulletin of the American Meteorological Society 88 (6): 853–860. doi:10.1175/BAMS-88-6-853. http://ams.allenpress.com/perlserv/?request=get-abstract&doi=10.1175%2FBAMS-88-6-853

Esta entrada se publicó en Noticias en 23 Ene 2011 por Francisco Martín León