Entre hoy y el miércoles una lengua de polvo sahariano cambiará de color el cielo en todas estas zonas de España

La última semana de agosto comienza en España con el cielo turbio por la presencia de polvo en suspensión que está llegando desde el Sáhara. Te contamos cuáles serán las regiones más afectadas.
La última semana del verano climatológico comienza bajo un escenario inestable. La presencia de una pequeña bolsa de aire frío en el entorno del golfo de Cádiz arrastrará una importante lengua de polvo sahariano sobre la España peninsular y Baleares. Además, esta configuración favorece el ascenso de una masa de aire más cálida, aunque no será persistente, ya que el miércoles llegará otra más fresca desde el Atlántico.
El polvo sahariano deja los cielos turbios en gran parte de España
Como hemos comentado, el arranque de la semana estará marcado por la presencia de calima en España. La entrada de polvo en suspensión procedente de África se extenderá sobre buena parte del país, y se dejará sentir con mayor intensidad en las comunidades del sureste y en Baleares.
La calima es la suspensión en la atmósfera de diminutas partículas sólidas —principalmente polvo, arena o cenizas— que reducen la visibilidad y dan al cielo un aspecto turbio, blanquecino o incluso anaranjado.
En España su origen está en polvo del desierto del Sáhara y sus alrededores, transportado por viento del sur en capas medias.
Una bolsa de aire frío situada en el suroeste favorecerá la advección de polvo sahariano, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y velándolo con un ambiente turbio, acrecentando la sensación de bochorno. Estas condiciones se mantendrán hasta el miércoles, y siendo mañana martes el día más cálido de la semana.

La presencia de partículas en suspensión será más notable en puntos del sureste y Baleares. Según nuestro modelo de referencia, las concentraciones serán superiores en puntos de Andalucía, Castilla-La Mancha, Cataluña, este de Aragón, Región de Murcia, Comunidad Valenciana y en el archipiélago balear.
A pesar de que se extenderá por todo el territorio, solo el extremo noroeste peninsular y Canarias quedarán al margen, manteniendo una atmósfera más limpia y con mejor visibilidad que el resto del país.
Esta tarde crecerán núcleos tormentosos que dejarán precipitaciones principalmente en el entorno del área pirenaica y hacia la ibérica. Estas condiciones junto con la presencia de calima harán que las lluvias lleguen cargadas de barro.
Los efectos de la calima en las temperaturas diurnas y nocturnas
Aunque lo más visible de la calima sea el aspecto turbio del cielo o las posibles lluvias de barro cuando coincide con precipitaciones, este fenómeno también repercute de forma notable en las temperaturas, al igual que las nubes.
La presencia de altas concentraciones de polvo en la troposfera, dispersa y bloquea parte de la radiación solar, de modo que la energía que llega al suelo, es menor.

El resultado es que las temperaturas diurnas tienden a ser algo más bajas de lo esperado sin calima, porque el aire y la superficie terrestre se calientan con menor intensidad.
A su vez, el efecto se invierte durante la noche ese mismo velo de polvo retiene parte de la radiación infrarroja que la superficie terrestre libera, impidiendo que el calor se disipe con facilidad. Por eso, las mínimas nocturnas suelen ser más altas, generando la sensación de ambiente bochornoso.
Este escenario, perceptible desde hoy, se mantendrá de forma generalizada en nuestro país hasta el miércoles, prolongándose con sus últimos coletazos en algunas zonas de Baleares durante la mañana del jueves.