Entre el 7 y 8 de julio España acogerá una batalla de masas de aire: polar contra subtropical con estos efectos

En unos días la España peninsular se convertirá en el escenario de batalla entre una masa de aire polar que llegará por el norte y el subtropical que seguirá dejando temperaturas muy altas en el sur.
En los próximos días el chorro polar presentará meandrizaciones más importantes en nuestras latitudes, como venimos comentando desde hace unos días en Meteored. La ola de calor ha ido dejando paso a tormentas cada vez más intensas y extensas en la España peninsular conforme ha avanzado la semana, debido al paso de varias ondas o vaguadas.
También se conoce como corriente en chorro o “jet stream”. Se trata de un canal de vientos muy fuertes en forma de tubo que discurre a unos 9-16 km sobre la superficie terrestre.
Lo podemos ver como un río donde el aire discurre a velocidades de 100-250 km/h, con longitudes de miles de kilómetros, pero sólo unos pocos de ancho.
El tablero meteorológico experimentará cambios más notorios este fin de semana, con el ascenso del anticiclón de las Azores hacia el norte, lo que junto a la presencia de bajas presiones en Escandinavia canalizará una masa de aire polar marítimo que afectará a algunas zonas de la Península entre el 7 y el 8 de julio, de acuerdo con las últimas previsiones de nuestro modelo de referencia.
El aire polar se dejará sentir en el norte de la España peninsular
Cabe resaltar que aunque hablar de aire polar en el mes más cálido del año pueda parecer espectacular o chocante, lo cierto es que es una situación relativamente habitual. Estas masas de aire proceden de latitudes altas, pero en absoluto tienen la potencia de las de invierno y se atemperan mucho al avanzar sobre superficies marítimas templadas o cálidas en esta época.

En los meses estivales, el aire polar suele provocar refrescamientos e inestabilidad en nuestra geografía. Y esto es lo que va a pasar en unas jornadas, cuando la isoterma de 10 ºC a unos 1500 m, valores más bien bajitos para la época en la que estamos, abrazará todo el litoral cantábrico y el Pirineo, dando lugar a importante descenso térmico en el norte peninsular.
El viento del norte acumulará nubosidad baja en el extremo septentrional entre el domingo y el martes, con algunas lluvias que serán de mayor entidad en la jornada del lunes. En capitales como Oviedo o Santander no pasarán de los 22-23 ºC, mientras que el martes amanecerá con 11 ºC en la ciudad de Burgos, por lo que tendrán que tener una chaquetita o rebeca a mano a primeras horas.
En Palencia o Soria también descenderán de los 12 ºC en el amanecer del martes, si se mantiene el actual escenario. En áreas de alta montaña de los principales sistemas montañosos del tercio norte bajarán de los 5 ºC, e incluso no podemos descartar que se produzcan algunas heladas en los sectores más propicios, algo que tampoco es insólito a estas alturas del verano. Eso sí, desde el martes este aire más fresco se irá retirando.
En el centro y sur seguirá funcionando el "horno ibérico"
La otra cara de la moneda la encontraremos en el centro y sur peninsular, donde no llegará el aire polar. De hecho, a unos 1500 metros se esperan temperaturas de hasta 25 ºC sobre la vertical de Andalucía a comienzos de la próxima semana: el horno ibérico seguirá encendido en estas regiones. En Badajoz, Ciudad Real, Córdoba, Granada, Jaén o Sevilla tocarán los 40 ºC, por lo que seguiremos hablando de calor muy intenso.

Esta batalla de masas de aire sobre la España peninsular favorecerá el desarrollo de tormentas en la franja de contacto entre el aire polar y el subtropical. Podrían ser localmente fuertes en Cataluña, interior de la Comunidad Valenciana, Teruel y Mallorca, afectando de forma más aislada y débil a otros lugares de la mitad oriental. Después, las ondulaciones del chorro polar condicionará el tiempo del resto de la semana.