Setas para transformar la luz en electricidad: el descubrimiento del CSIC que abre una nueva era energética

Un sistema creado por científicos del CSIC aprovecha biopolímeros derivados de setas para crear un fotocondensador que transforma la luz en electricidad con gran eficiencia y sin necesidad de baterías.

Setas para transformar la luz en electricidad: el descubrimiento del CSIC que abre una nueva era energética
El CSIC ha diseñado un fotocondensador que captura y almacena energía lumínicaa partir de residuos de setas. Imagen: Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos (IATA-CSIC)

Un consorcio internacional liderado por el Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos (IATA-CSIC) ha diseñado un fotocondensador que captura y almacena energía lumínica, alimentando aparatos inteligentes de forma autónoma.

Este dispositivo integra biopolímeros producidos a partir de residuos de setas, lo que mejora la eficiencia y reduce el impacto ambiental. Gracias a esta solución, es posible alimentar sensores y equipos de inteligencia artificial sin depender de fuentes tradicionales de energía.

El fotocondensador: energía y almacenamiento en un solo aparato

El dispositivo que se ha creado reúne en una sola estructura dos funciones esenciales: la conversión directa de luz en electricidad y el almacenamiento inmediato de la energía generada.

Este sistema de tres terminales integra una célula solar de alta eficiencia y un supercondensador molecularmente optimizado. Todo ello está separado por una membrana ecológica compuesta por biopolímeros elaborados con residuos fungícolas, que actúa como barrera dentro del almacenamiento.

El resultado es un fotocondensador que puede generar hasta 0,92 voltios, suficiente para alimentar dispositivos de bajo consumo como luces LED o relojes digitales. Bajo condiciones de luz interior, su eficiencia de carga llega al 18%, superando en más de tres veces a los módulos basados en silicio comercial. Esto permite que el sistema funcione durante 72 horas utilizando sólo luz ambiental, sin recurrir a baterías convencionales.

Biopolímeros de setas: un salto hacia la sostenibilidad

Los investigadores del grupo BIOFUN en el IATA-CSIC desarrollaron una de las membranas clave del fotocondensador a partir de películas biodegradables derivadas de restos de setas comerciales. Estos biopolímeros mejoran el rendimiento del dispositivo, pero además ofrecen una alternativa más ecológica frente a las membranas tradicionales de polímeros sintéticos o cerámicos.

IATA-CSIC
En el fotocondensador desarrollado por el IATA colaboran también la Universidad de Newcastle, las universidades italianas de Roma Tor Vergata y Nápoles, la Universidad Técnica de Múnich y la Escuela Politécnica Federal de Lausana. Imagen: IATA-CSIC

“Estos films biodegradables han sido esenciales para lograr un desempeño superior”, explica María José Fabra, investigadora involucrada en el proyecto. La utilización de residuos de hongos permite obtener materiales que combinan sostenibilidad, flexibilidad y eficacia, generando una nueva vía para fabricar dispositivos electrónicos más responsables con el medio ambiente.

Aplicaciones y futuro de esta tecnología híbrida

El uso de biopolímeros fungícolas en fotocondensadores abre una puerta para nuevos desarrollos tecnológicos basados en materiales renovables y reciclables. Además, el equipo del IATA-CSIC trabaja habitualmente en transformar residuos agroindustriales en nuevos ingredientes y compuestos, aplicando esta experiencia en ámbitos que van más allá de la alimentación.

“La colaboración interdisciplinar ha sido clave para lograr este avance”, afirma Amparo López, investigadora y coautora del estudio. La investigación conecta a expertos de distintas áreas y países, potenciando la creación de dispositivos inteligentes, sostenibles y autónomos que podrían transformar sectores como Internet o la inteligencia artificial.

Colaboración internacional para un futuro energético más limpio

Este proyecto es fruto de un esfuerzo conjunto entre varios centros de investigación de Europa. Además del IATA-CSIC, destacan la Universidad de Newcastle, las universidades italianas de Roma Tor Vergata y Nápoles, la Universidad Técnica de Múnich y la Escuela Politécnica Federal de Lausana.

El equipo ha demostrado que la unión de disciplinas, desde la química de materiales hasta la ingeniería energética, puede generar soluciones de lo más innovadoras para reducir el uso de baterías y potenciar dispositivos inteligentes con una huella ambiental reducida. Este tipo de tecnologías promete una nueva generación de aparatos más eficientes, sostenibles y capaces de funcionar de manera continua con la luz ambiental.

Referencia

Flores-Diaz, N., De Rossi, F., et al. (2025). Unlocking high-performance photocapacitors for edge computing in low-light environments. Energy & Environmental Science. https://doi.org/10.1039/D5EE01052G