Los expertos lo confirman: 2025 es el año que más superficie ha ardido en España por los grandes incendios forestales

El verano de 2025 ha dejado un dato devastador: cada gran incendio forestal en España ha calcinado de media 4.600 hectáreas, casi el doble de la última década: León, Zamora, Ourense o Cáceres han sido escenario de fuegos incontrolables

Superficie de bosque calcinada
Cada Gran Incendio Forestal (GIF) ha calcinado de media 4.600 hectáreas

El verano de 2025 ha dejado una cifra que refleja la magnitud de la catástrofe forestal en España: cada Gran Incendio Forestal (GIF) ha calcinado de media 4.600 hectáreas, casi el doble de lo registrado en la última década, cuando la media rondaba las 2.500 hectáreas, según datos de los expertos de Educación Forestal. Hasta ahora, la media histórica entre 1965 y 2024 había sido de apenas 1.540 hectáreas por GIF y hoy se ha multiplicado por tres.

En estos momentos, los fuegos más preocupantes se concentran en el norte de Cáceres, en la provincia de Ourense, en el entorno de los Picos de Europa y en la franja de León–Zamora. En estas próximas horas a priori las condiciones meteorológicas serán más favorables para combatirlos.

León y Zamora: un frente de 100 kilómetros

El epicentro de la tragedia se ha localizado en la frontera entre León y Zamora, donde un incendio declarado a comienzos de agosto ha recorrido más de 100 kilómetros y ha destruido alrededor de 30.000 hectáreas. Este fuego, uno de los mayores de la historia reciente, ha afectado incluso a zonas de gran valor patrimonial como el entorno de Las Médulas.

En Zamora, el incendio de Molezuelas de la Carballeda se perfila ya como el más grande jamás registrado en España, con unas 37.000 hectáreas calcinadas según datos del satélite europeo Copernicus.

Ourense: 50.000 hectáreas reducidas a cenizas

La provincia de Ourense, en Galicia, también se ha convertido en un símbolo del desastre. En apenas dos semanas, las llamas han devorado más de 50.000 hectáreas en distintos focos, entre ellos el de Chandrexa de Queixa, que por sí solo ha arrasado unas 20.000 hectáreas.

Bomberos forestales
En Galicia las llamas han devorado más de 50.000 hectáreas en distintos focos

Los incendios han obligado a evacuar a miles de vecinos y han dejado decenas de aldeas devastadas. La simultaneidad de los fuegos ha complicado el despliegue de medios, obligando a reforzar la zona con efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

Cáceres y Picos de Europa, dificultades añadidas

En el norte de Cáceres, el incendio de Jarilla ha superado las 11.000 hectáreas y continúa activo en varios frentes. Se trata de uno de los más destructivos de la región en décadas, afectando a cultivos, montes y a infraestructuras locales. Su difícil orografía y la intensidad del viento han obligado a los equipos de extinción a retirarse en repetidas ocasiones, poniendo en evidencia las limitaciones para enfrentarse a estos nuevos incendios de gran escala.

Por otro lado, el parque nacional de los Picos de Europa también ha estado en el punto de mira. Allí, decenas de focos han provocado evacuaciones en localidades enteras y han puesto en riesgo la biodiversidad de uno de los enclaves naturales más emblemáticos de España. La dificultad para acceder a zonas montañosas ha hecho que los operativos dependan sobre todo de descargas aéreas, sin lograr frenar del todo el avance del fuego.

Una década marcada por grandes fuegos

Aunque España ha sufrido incendios devastadores en décadas pasadas, como los de 1994 o los de la sierra de la Culebra en 2022, lo ocurrido en 2025 marca un punto de inflexión. En los noventa, los incendios se medían en cientos de miles de hectáreas en total, pero la media por incendio era notablemente menor. En cambio, la tendencia actual revela que cada GIF es más grande y más destructivo que nunca.

Incendio
Los incendios ocurridos este 2025 marcan un punto de inflexión en los acaecidos hasta la fecha

El dato de 4.600 hectáreas de media en 2025 frente a las 2.500 de la última década no solo refleja una cifra récord, sino que ilustra cómo la naturaleza de los incendios ha cambiado radicalmente en poco tiempo.