El miércoles 29 de octubre podrían llegar los vientos "llovedores" a la España peninsular

Las piezas del tablero atmosférico se están colocando: NAO en fase negativa, posible borrasca alcanzando la Península y "vientos llovedores", que ya se visualizan en los mapas. ¿Qué implicaciones tendrán en el tiempo?
Los dos modelos globales se ponen de acuerdo: en las próximas semanas se abrirán las puertas atlánticas a la llegada de frentes y borrascas. Durante la semana que viene, una vaguada cruzará la Península de oeste a este con tormentas y chubascos intensos en algunas zonas.
Las borrascas circularán por latitudes bajas e impulsarán masas de aire templadas y muy húmedas desde el Atlántico y afectarán de lleno a España, con lluvias que pueden ser muy cuantiosas en el oeste peninsular.
Posterior a eso y ya en los últimos días de octubre, podría formarse una profunda borrasca en mitad del Atlántico, avanzando hacia la Península y provocando un flujo de "vientos llovedores" o ábregos que impulsarán aire templado y muy húmedo desde el océano. Esta situación meteorológica podría traer un tiempo lluvioso y ventoso para el arranque del mes de noviembre, con lluvias beneficiosas para los embalses y el monte (excepto las superficies quemadas).
La NAO pasa a fase negativa y se abre la puerta a los ábregos
La NAO (Oscilación del Atlántico Norte) es un índice que ayuda a predecir la llegada de borrascas a España entre el otoño y la primavera. La NAO mide a diferencia de presión entre las altas presiones subtropicales en las Azores y la depresión en Islandia.

Una NAO en fase negativa suele implicar un chorro polar más bajo de latitud, con borrascas circulando de oeste a este en el Atlántico. Esta situación suele dar lugar a la llegada de frentes a España, con vientos de suroeste en superficie, temporales de viento y abundantes lluvias en la fachada atlántica peninsular.
Por otro lado, cuando las borrascas circulan más al sur, alcanzando sus frentes la Península, suele establecerse en superficie un flujo de vientos del suroeste. Estos vientos se denominan llovedores porque alcanzan las costas peninsulares con gran recorrido marítimo sobre el Atlántico, y por tanto, cargados de humedad.
Al impactar con la prominente orografía peninsular, estos vientos pueden descargar grandes cantidades de precipitación. Por ello, no es raro ver acumulados superiores a los 100 l/m2 o más en pocos días en la cara sur de la Sierra de Gredos o Las Rías Baixas en situaciones de NAO negativa.
El modelo europeo avisa: borrasca activa llegando a la Península el 29
Este escenario es el que plantea el modelo europeo para el día 29 de octubre, con una profunda borrasca aproximándose a la Península desde el Atlántico. La baja alcanzaría el Cabo de San Vicente el miércoles a mediodía, enviando sobre gran parte de la Península un flujo de vientos del suroeste, con abundante humedad.

Esta situación, de cumplirse, daría lugar a una generosa regada, con acumulados superiores a los 100 l/m2 en el litoral oeste de Galicia, Sistema Central, Sierra Morena y el litoral atlántico andaluz. En el entorno de la Sierra de Gredos podrían caer entre 150 y hasta 200 l/m2 en el plazo de una semana.
Este escenario va ganando importancia, pero todavía no puede confirmarse porque el plazo de predicción es todavía demasiado extenso. El modelo americano (GFS) coincide con el europeo, pero ve una borrasca menos profunda y algo más al norte el día 29.
En resumen, para el modelo GFS, las lluvias serían menos abundantes, aunque este primer envite borrascoso abriría la puerta a la llegada de otra depresión mucho más activa. En cualquier caso, la NAO en fase negativa y los últimos mapas dan lugar al optimismo, con lluvias beneficiosas llegando a muchas zonas de España.
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