El "bloqueo meteorológico" continuará hasta el final de mayo en Europa, y en España tendrá estos efectos

Las altas presiones continuarán desviando el flujo de borrascas en latitudes medias y altas en el entorno del Atlántico oriental y Europa, situación que parece que se mantendrá hasta muy avanzado el mes de mayo.

Los cumulonimbos seguirán apareciendo con frecuencia, aunque las temperaturas podrían iniciar un ascenso progresivo a medida que la dorsal anticiclónica que sustenta el bloqueo se refuerce.

Tal y como estaba previsto, la primera quincena de mayo está transcurriendo en Europa bajo la influencia de un patrón de bloqueo relativamente persistente en el Atlántico oriental. Esta situación se caracteriza por una dorsal anticiclónica muy prolongada y desplazada hacia latitudes altas que se extiende al oeste del continente y que impide el flujo típico del chorro polar por el noroeste del mismo, rodeando la dorsal y arrastrando aire frío hacia latitudes bajas por los flancos de la dorsal.

El escenario permite el desarrollo de borrascas relativamente débiles y poco profundas pero en latitudes bastante más bajas de lo habitual, llegando a afectar al interior y sur de Europa, también al Mediterráneo e incluso al norte de África, como podría suceder durante esta próxima semana.

Sin embargo, pese a que un patrón de bloqueo tan importante pueda predecirse con una antelación de días o incluso semanas, estas pequeñas borrascas y otros fenómenos de menor escala se pueden escapar de una previsión a más de 4 o 5 días vista, por lo que conviene seguir día a día la situación, ya que de estos sistemas menores dependen las condiciones meteorológicas locales y regionales, que son las que nos afectan directamente.

De momento, los modelos de gran escala a medio y largo plazo son bastante claros: este patrón de bloqueo se mantendrá también durante buena parte de la segunda quincena del mes. De hecho, la dorsal anticiclónica tenderá a fortalecerse más y también a aproximarse más al continente sin abandonar las latitudes altas, esto podría traer algunos cambios a medida que avance la segunda quincena del mes a la Península Ibérica.

Alta probabilidad de chubascos y tormentas

De momento, las masas de aire frío seguirán discurriendo por el sur del continente y contribuyendo al desarrollo de más depresiones que seguirán afectando significativamente a la Península Ibérica. Durante este fin de semana una de estas depresiones, probablemente una DANA muy efímera, se situará al norte peninsular y seguirá facilitando desarrollo de chubascos y tormentas de distribución irregular.

El análisis en superficie previsto para el miércoles de la próxima semana muestra nuevas borrascas formándose en el entorno del Mediterráneo y el anticiclón bien asentado al este de Islandia.

Más significativa y anómala será la borrasca que se desarrolle al norte de África durante la semana que viene, desplazándose hacia el Mediterráneo central y afectando a los países de ese sector del continente. Más adelante la incertidumbre aumenta notablemente, pero no es descartable que pequeñas vaguadas o incluso alguna depresión puedan seguir recorridos similares y alterar la situación meteorológica en la Península.

Refuerzo de la dorsal a largo plazo

Lejos de difuminarse o disiparse este bloqueo con el paso de los días, los modelos a largo plazo reflejan una importante estabilización y refuerzo de la dorsal anticiclónica con el comienzo de la segunda quincena de mayo, con un aporte de aire cálido a todo el sistema y en todos los niveles. Esto en principio abre varios caminos a la evolución de la situación meteorológica en la Península, dos de ellos altamente probables con este tipo de configuraciones.

Entre los patrones de circulación más probables destacan el de bloqueo, con refuerzo posterior de una dorsal atlántica durante la segunda quincena de mayo.

El primer escenario aproxima esta gran dorsal al oeste de Europa, facilitando una situación más cálida y estable, aunque sin grandes irrupciones de aire cálido por ahora. El segundo escenario erosiona esta dorsal por el sur y le otorga mayor importancia en latitudes altas, situación que facilitaría la llegada de nuevas masas de aire fresco al entorno peninsular y, por tanto, una evolución más fresca e inestable, similar a la de esta última semana pero con temperaturas algo más elevadas.

Cabe destacar por tanto que, pese a la gran incertidumbre presente a escalas pequeñas, el patrón a de circulación atmosférica a gran escala sobre Europa va a mantener una evolución bastante similar.