La increíble flor 'inmortal' que no se marchita nunca, y no es de plástico
También conocida como la flor ‘inmortal’, destaca por su durabilidad y belleza eterna. Una planta natural que desafía el paso del tiempo sin marchitarse ni perder su encanto.

En el mundo vegetal existen muchas maravillas que parecen desafiar las leyes de la naturaleza. Una de ellas es la siempreviva, una flor que sorprende por su capacidad de conservarse intacta durante mucho tiempo sin marchitarse, incluso después de ser cortada.
Su resistencia le ha valido el sobrenombre de “flor inmortal” y, aunque muchos podrían pensar que se trata de un adorno de tipo artificial, lo cierto es que estamos ante una planta completamente natural, con una larga tradición ornamental, medicinal y también cultural.
¿Qué es la siempreviva?
El término “siempreviva” hace referencia a distintas especies del género Helichrysum y a otras plantas similares de la familia de las compuestas (Asteraceae). La más conocida es la Helichrysum stoechas, típica de la región mediterránea. Su nombre procede del griego: helios (sol) y chrysos (oro), en alusión a sus llamativas flores amarillas que recuerdan pequeños rayos de sol.
Siempreviva o perpetua "Helichrysum Stoechas". Mata leñosa en la base, con hojas lineares grises, por sus abundantes pelos, y grupos terminales muy densos de capítulos pequeños, de flores tubulosas amarillas y brácteas plateadas. pic.twitter.com/5MuLYI0KOQ
— Ana Belén Ara (@Anaara11741552) June 5, 2020
Lo más asombroso de la siempreviva es que sus flores, una vez que son cortadas, no se marchitan ni pierden el color. Gracias a la textura seca y rígida de sus pétalos, mantienen su forma durante meses e incluso años, lo que explica su popularidad en ramos secos, coronas y decoraciones duraderas.
Una flor cargada de simbolismo
La resistencia demostrada y científica de la siempreviva ha convertido a esta planta en un símbolo universal de eternidad, inmortalidad y recuerdo. Desde la antigüedad, ha estado presente en ofrendas funerarias, rituales religiosos y amuletos protectores.
Según se conoce, en la Grecia clásica, se utilizaba para confeccionar coronas dedicadas a los dioses, mientras que en la Edad Media se consideraba un símbolo de fidelidad y amor eterno.
Hoy en día, sigue teniendo un valor emocional en muchas culturas. Su capacidad de permanecer inalterable durante meses e incluso años, inspira mensajes de permanencia, resiliencia y esperanza frente al paso del tiempo.
Algunas propiedades medicinales
Además de su atractivo ornamental, la siempreviva ha sido empleada en la medicina tradicional durante siglos. De sus flores se extraen aceites esenciales con propiedades antiinflamatorias, cicatrizantes y antioxidantes. En muchos ámbitos se utilizan infusiones y preparados para aliviar problemas respiratorios, digestivos o cutáneos.
Siempreviva planta del mes Alhambra foto: hoy arriate salida Palacios Nazaríes. Me encanta combinada con esas hierbas pic.twitter.com/yhvqzbb4LR
— Juan Antonio (@JuanAntonioSMPR) September 7, 2014
En el ámbito de la aromaterapia, el aceite esencial de siempreviva (Helichrysum italicum) es muy apreciado por su aroma intenso y sus beneficios regeneradores para la piel. Se emplea en tratamientos de cicatrices, hematomas, arrugas y quemaduras leves, lo que le ha dado un lugar de cierta importancia en la cosmética natural.
¿Cómo es su cultivo y cuáles son sus cuidados mínimos?
La siempreviva es una planta rústica y resistente, propia de climas cálidos y secos. Se adapta con facilidad a terrenos pobres y pedregosos, donde otras especies apenas prosperarían.
Su capacidad de sobrevivir en condiciones adversas refuerza la idea de que estamos ante una flor “inmortal”. Al cultivarla en macetas o jardines, aporta belleza pero también un ejemplo claro de sostenibilidad, ya que necesita pocos recursos para crecer.
Usos decorativos
Uno de los mayores atractivos de la siempreviva es su versatilidad ornamental. Al conservarse durante tanto tiempo, se utiliza en ramos secos, centros de mesa, coronas y adornos que no pierden frescura con los días.
A diferencia de las flores de plástico, la siempreviva mantiene la autenticidad de lo natural, con la ventaja de durar tanto como si fuera artificial. Esto la convierte en una alternativa ecológica y sostenible para quienes buscan decorar sin recurrir a materiales sintéticos.

Una joya de la naturaleza
En un mundo donde lo efímero parece dominar, la siempreviva se corona como una excepción maravillosa. Esta flor que no se marchita durante largos periodos de tiempo, nos recuerda que la belleza puede ser duradera sin dejar de ser natural. Su historia, simbolismo y propiedades hacen de ella una auténtica joya botánica.
Recuerda, por tanto, que la próxima vez que veas e identifiques un ramo de siemprevivas, no estás ante una flor artificial, sino frente a una obra maestra de la naturaleza: una flor inmortal que sigue transmitiendo su vida, su luz y esperanza a lo largo del tiempo.