Un astrónomo italiano aclara cuál es el verdadero origen de la fecha de la Navidad

Hoy, 25 de diciembre, es Navidad. Es una fecha que nos recuerda no solo un acontecimiento importante para el cristianismo, sino también una interesante historia de los calendarios.

Fecha Navidad
La fecha del 25 de diciembre para celebrar el nacimiento de Jesús está relacionada con la historia de los calendarios y con el evento astronómico del solsticio de invierno.

Nadie sabe en qué día o mes nació Jesucristo. No hay ninguna referencia al respecto en los Evangelios. Pero entonces, ¿por qué precisamente el 25 de diciembre?

Existen varias hipótesis sobre la elección de esta fecha. La que exponemos a continuación es una de las más aceptadas y gira en torno al evento astronómico del solsticio de invierno.

En el hemisferio norte de la Tierra, el día del solsticio de invierno marca la fecha a partir de la cual la duración del día comienza a aumentar. Se trata de una fecha importante desde el punto de vista práctico para las civilizaciones y culturas del pasado, pero también rica en simbolismo, con la "luz" que vuelve a prevalecer sobre la "oscuridad".

Para comprender el origen de la elección de esta fecha para celebrar el nacimiento de Jesús, hay que remontarse a antes de su nacimiento.

La Navidad en el calendario juliano

Era el 1 de enero del año 45 a. C. cuando, por voluntad de Julio César, entró oficialmente en vigor el calendario juliano. Este consistía en 365 días al año con un año bisiesto (intercalar) de 366 días cada 4 años. El resultado era un año solar con una duración media de 365,25 días.

La necesidad de la reforma impulsada por Julio César se derivaba de la imprecisión del calendario anterior, basado en las fases lunares, tan inexacto que las estaciones estaban desfasadas meses con respecto a su cadencia natural real.

Para sincronizar el nuevo calendario con las estaciones, exactamente con la fecha de los solsticios, fue necesario alargar el año anterior (el 46 a. C.) a 445 días, que pasó a la historia como "annus confusionis", es decir, el año de la confusión.

Después de alcanzar su punto culminante más bajo, a partir del 21 de diciembre el Sol comienza a culminar cada vez más alto sobre el horizonte. Nota: la culminación es el punto más alto sobre el horizonte que alcanza el Sol durante el día.

En el calendario juliano, la fecha del solsticio de invierno caía el 25 de diciembre (evento astronómico que se podía medir con una precisión de aproximadamente un día).

La importancia simbólica de este acontecimiento, a partir del cual el Sol vuelve a culminar cada vez más alto en el cielo, alargando así la duración de las horas de luz, se celebraba con la festividad del Dies Natalis Solis Invicti, el "día del nacimiento del Sol Invicto", que sería oficializada por el emperador Augusto más tarde, en el año 274 d. C.

Sin embargo, el calendario juliano no era preciso. Sobreestimaba la duración del año solar en unos 11 minutos y 14 segundos, que no es exactamente de 365,25 días (es decir, 365 días y 12 horas), sino de 365,2422 días (es decir, 365 días, 11 horas y 49 minutos). Esta imprecisión hacía que cada año el solsticio de invierno (al igual que los otros tres solsticios) se produjera 11 minutos y 14 segundos antes de lo que indicaba este calendario.

Alrededor del año cero, supuesto año del nacimiento de Cristo, este error acumulativo ascendía a unas ocho horas y media, un intervalo de tiempo aún muy inferior a la precisión con la que se podía medir la fecha del solsticio.

Por lo tanto, el día en el que se dice que nació Jesús, el 25 de diciembre, seguía siendo la fecha oficial del solsticio de invierno y la fecha de la fiesta aún no oficial del Dies Natalis Solis Invicti.

La Navidad en el calendario gregoriano

Se necesitaron otros 1582 años para que se corrigiera este error (que había acumulado hasta 10 días) en la duración media del año solar. Fue el papa Gregorio XIII (gracias al trabajo de los hermanos Lilio) quien reformó el calendario juliano acortando la duración media del año, manteniendo el año bisiesto, pero considerando no bisiestos los años seculares divisibles por 100, excepto los divisibles por 400. Con esta corrección, se obtenía un año solar medio de 365,2422 días.

Calendario gregoriano
Introducido en 1582 para rectificar el retraso acumulado por el anterior calendario juliano, en el mes de octubre de ese año se eliminaron 10 días, del 5 al 14.

Aunque en el nuevo calendario gregoriano el solsticio de invierno caía entre el 20 y el 21 de diciembre, la fecha de la Navidad, fijada inicialmente para el 25 de diciembre, se mantuvo y sigue siendo la misma en la actualidad.

El verdadero origen de la fecha de Navidad

En los evangelios no hay ninguna referencia al día o mes del nacimiento de Jesús. La hipótesis más acreditada para la elección de esta fecha, a partir del año 380 d. C., cuando el cristianismo se convirtió en la religión oficial del Imperio Romano, es que se trataba de una reinterpretación de una fiesta pagana ya existente, el mencionado Dies Natalis Solis Invicti.

Coincidiendo con la fecha del solsticio de invierno, la Navidad ya no celebraba el nacimiento del Sol, su victoria sobre las tinieblas, sino el nacimiento de Cristo como "luz del mundo".

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