Lluvia de levante, no deja cosa delante

Con velocidad vertiginosa pasamos del calor al frío, de la sequía a las lluvias torrenciales por una DANA o incluso, por un ciclón tropical. ¿Esto que estamos viviendo es algo extraordinario?

Inundaciones
El tiempo de los últimos 15 días parece extraordinario pero, con el refranero en mano, no lo es tanto.

En España, en general, hemos tenido un verano más seco y cálido de lo normal, con mención especial para el mes de agosto, donde las anomalías de temperatura se produjeron en la mayor parte de las regiones.

Siémbrame llorando y me segarás cantando

Tras la sequía estival las primeras lluvias del mes de octubre son las que sirven para la sementera de los cereales, por lo que encontramos muchas referencias en el saber popular que relacionan estas dos situaciones: “De duelo se cubre quién no sembró en octubre”, “Por San Simón (día 28), siembre el buen labrador” y “En octubre toma los bueyes y cubre”.

Los primeros días de este mes, al mantener la tónica de la anterior estación, es decir, temperaturas máximas altas (alcanzándose los 30 ºC en el sur peninsular) y escasez de precipitaciones, parecía que iban a complicar estas labores agrícolas “Agua esperé, tarde sembré y sabe Dios lo que recogeré”, e incluso se pensaba que este año el Cordonazo de San Francisco iba a faltar a su cita.

Verano que dura, otoño asegura

Pero en “Levante, la inundación hace en octubre su aparición” y el día 9 nos encontramos con las grandes precipitaciones en Mallorca y las terribles inundaciones que provocaron. Lluvias que también afectaron a otros puntos del área mediterránea, aunque afortunadamente, con mucha menor virulencia.

Y por si faltaba algo, durante el fin de semana del 13 y 14 de octubre se produjo la llegada del huracán Leslie, considerado en Portugal como el de peor magnitud que toca tierra lusa continental desde 1842 y que provocó cuantiosos daños en el país vecino y en la mitad norte de España.

“Combate naval entre galeras cristianas y turcas” (ca. 1614-1620), grabado de Jacques Callot.

Si octubre truena, da vientos con pocos mantenimientos

Como la memoria meteorológica suele ser de corto plazo, podemos pensar que todo esto es algo excepcional, incluso achacarlo rápidamente al “cambio climático”. Pero solo nos hace falta repasar el refranero, como ya estamos haciendo o consultar las efemérides meteorológicas publicadas por AEMET y nos daremos cuenta que, desgraciadamente, octubre “es un mes de historias que dejó malas memorias”.

Mi compañero Juan José Villena describe en el artículo “El idilio de las grandes ‘gotas frías’ con los días 18, 19 y 20 de octubre” dos de los episodios más recientes que ilustran las grandes precipitaciones que se producen en este mes. En mi caso voy un poco más atrás en el tiempo para recuperar dos efemérides más variadas. Entre el 1 y el 3 de octubre de 1957 en la zona litoral de la Marina Alta (Alicante) existe el registro de una precipitación total de 978 l/m2 en la ciudad de Jávea, y el día 19 del año 1562 se produjo un gran desastre para nuestra Marina de Guerra, con la destrucción de la flota de galeras en la bahía de Almuñecar (Granada), probablemente por un ciclón de carácter tropical. Se hundieron 25 galeras y perdieron la vida unas 5.000 personas.

Lluvia de levante, no deja cosa delante

Es el tiempo de este tiempo y lo que debemos hacer es estar muy atentos a los avisos de AEMET, tener mucha prudencia, porque si los destrozos materiales no se pueden evitar, por lo menos sí evitar los personales. Terminaré con un refrán “estacional” que nos resume a la perfección todo el año: “La primavera que cante, que llore, no viene nunca sin flores, ni el verano sin calores, ni el otoño sin racimos, ni el invierno sin nieves y fríos”.