8 misterios aún sin explicar del cometa 3l/ATLAS: la desconcertante imagen tomada en el Teide solo es una rareza más
El cometa 3I/ATLAS, un visitante procedente de otro sistema estelar, ha dejado boquiabiertos a los astrónomos con una imagen captada desde el Teide: su cola apunta hacia el Sol. Su composición metálica y su velocidad sin precedentes añaden más incógnitas al caso.

Cuando desde el Observatorio del Teide, en Tenerife, se captó una imagen del cometa 3I/ATLAS mostrando un chorro tenue dirigido hacia el Sol, muchos astrónomos se quedaron perplejos. Lo habitual es que la cola de un cometa apunte en sentido contrario a la estrella, empujada por la radiación solar. Pero este visitante interestelar no se comporta como los demás.
Las 8 rarezas del cometa 3I/ATLAS
El cometa 3I/ATLAS fue detectado por primera vez el 1 de julio de 2025 por el sistema de vigilancia ATLAS (Asteroid Terrestrial-Impact Last Alert System), financiado por la NASA y con sede en Chile. Sin embargo, observaciones previas ya habían sido registradas desde el 14 de junio en distintos telescopios del mismo proyecto.
Su nombre encierra información clave: el número 3 indica que es el tercer objeto interestelar conocido (tras ‘Oumuamua en 2017 y 2I/Borisov en 2019), y la letra “I” corresponde a “interestelar”. Los cálculos orbitales confirmaron rápidamente que no pertenece a nuestro sistema solar, su órbita es hiperbólica, lo que significa que solo pasará una vez antes de perderse para siempre en el espacio interestelar.
El cometa alcanzará su punto más cercano al Sol a finales de octubre de 2025, acercándose hasta 1,4 unidades astronómicas, es decir, unos 210 millones de kilómetros. No supone ningún peligro para la Tierra, ya que su máxima aproximación se producirá a unos 270 millones de kilómetros de distancia.
1. Procede de un sistema estelar lejano
Los cálculos orbitales dejan claro que el cometa 3I/ATLAS no se formó en nuestro sistema solar. Como decíamos, su trayectoria es hiperbólica, es decir, no gira alrededor del Sol como los cometas habituales, sino que lo atraviesa a gran velocidad y seguirá su camino hacia el espacio profundo. Esa forma de moverse solo puede explicarse si procede de otro sistema estelar, posiblemente expulsado por la gravedad de un planeta gigante o por una colisión en su lugar de origen.

2. Es extremadamente rápido
Viaja a una velocidad de más de 220.000 kilómetros por hora. Esto no solo lo convierte en un objeto difícil de estudiar, sino que también lo hace el cometa interestelar más veloz jamás registrado. A medida que se acerque al Sol, su aceleración aumentará, haciendo aún más breve su paso por el interior del sistema solar.
3. Muestra una actividad extraña
Aunque 3I/ATLAS es un cometa activo, esto es que posee un núcleo helado que libera gas y polvo al calentarse, su comportamiento no encaja del todo con el de los cometas conocidos. Los estudios indican que contiene menos agua de lo esperado y que su polvo es similar al de ciertos meteoritos ricos en carbono, lo que sugiere que se formó en un entorno muy diferente al del sistema solar.
4. Su composición química desconcierta a los científicos
Uno de los descubrimientos más llamativos es la detección de una aleación de níquel nunca antes observada en la naturaleza. Los análisis indican que el cometa emite una pluma con alrededor de cuatro gramos de níquel por segundo y sin rastro de hierro, algo inédito. Esta combinación genera un compuesto conocido como níquel tetracarbonilo, que solo se había producido en procesos industriales humanos.
5. Su cola apunta hacia el Sol
La imagen captada desde el Observatorio del Teide muestra un chorro de unos 6.000 kilómetros dirigido hacia el Sol, en lugar de alejarse de él. Este fenómeno, conocido como anticola, contradice el comportamiento típico de los cometas. En los casos conocidos, el viento solar empuja el polvo y el gas en dirección opuesta al Sol, pero en 3I/ATLAS sucede justo al revés, lo que ha abierto un intenso debate entre los astrónomos.

6. Es mucho más masivo de lo esperado
Las estimaciones apuntan a que el 3I/ATLAS podría ser hasta mil veces más masivo que 2I/Borisov y un millón de veces más que ‘Oumuamua. Aun así, se desplaza más rápido que ambos, lo que lo convierte en un objeto excepcional tanto por tamaño como por energía cinética.
7. Un posible origen en las regiones más antiguas de la galaxia
Algunos modelos sugieren que este cometa podría proceder del disco grueso de la Vía Láctea, una región compuesta por estrellas muy antiguas. De ser así, 3I/ATLAS contendría material formado antes incluso del nacimiento del Sol, lo que lo convertiría en un auténtico fósil cósmico.
8. Un misterio que seguirá su viaje
Tras su paso por el perihelio, el cometa desaparecerá tras el brillo del Sol y solo volverá a ser visible desde la Tierra en diciembre de 2025. Después, continuará su viaje de regreso hacia el espacio interestelar, dejando tras de sí una estela de preguntas sin responder.
Las anomalías detectadas en el cometa 3I/ATLAS lo convierten en un laboratorio natural único. Los próximos meses serán decisivos para determinar su estructura interna y confirmar si su composición coincide con la de los modelos de formación estelar externa. Hasta entonces, seguirá siendo un visitante tan breve como valioso para la astronomía moderna.
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