¡Muy preocupante! Los climas áridos avanzan vertiginosamente en España

Los datos no mienten. El último estudio climatológico realizado por la AEMET muestra que en España muestra un incremento significativo de las temperaturas y una ligera disminución de las precipitaciones. ¿Resultado? Cada año ganamos 1500 km2 de zonas áridas.

Aridez España
Las tendencia son muy preocupantes: la superficie de zonas áridas crece alrededor de 1510,8 km2/año en España.

El clima, al igual que casi todo en esta vida, se clasifica. Si en diferentes localizaciones se tienen condiciones atmosféricas similares, en función de una o más variables meteorológicas (temperatura, precipitación, humedad), las condiciones climáticas serán semejantes.

Las clasificaciones climáticas permiten sintetizar y categorizar de forma relativamente sencilla las diferentes condiciones climáticas que podemos encontrar en cualquier lugar del planeta. La más conocida es la de Köppen, que se divide en cinco grupos principales de climas: zona tropical, zona árida, zona templada, zona fría y zona polar. En España actualmente tenemos climas áridos, templados y fríos.

Y el clima de nuestro país está cambiando rápidamente. Aquí te mostramos los preocupantes resultados obtenidos a partir de los datos de AEMET y cómo los efectos del cambio climático se ven reflejados. Si tienes algún negacionista del cambio climático cerca, esto son los datos que necesitas para desmontar sus argumentos

Los climas áridos se extienden rápidamente

Los climas áridos se caracterizan por precipitaciones escasas e irregulares, en algunos casos inferiores a los 400 l/m2 al año, y por áreas con poca vegetación. En nuestro país, solía darse principalmente en Almería, Región de Murcia, Alicante, Albacete, Zaragoza o Toledo. En los archipiélagos afectaban principalmente al sur de las islas, menos en Fuerteventura y Lanzarote, donde el clima árido abarca todo el territorio.

La ligera tendencia decreciente de precipitaciones en los últimos años (la lluvia se reduce en torno a 6,43 l/m2 menos por decenio) en la Península y Baleares, mientras que en Canarias el descenso ronda los 7 l/m2 . Todo esto ha provocado que el clima árido afecte a más regiones de nuestro país, duplicando su extensión en los últimos años.

Eso sí, esta tendencia de las lluvias es dispar, ya que por ejemplo en algunas zonas de la vertiente mediterránea se están observando aumentos. Lo que sí es más palpable es que está cambiando la forma de llover: precipitaciones más espaciadas, intensas e irregulares.

La AEMET ha contabilizado que cada año la superficie de zonas áridas crece alrededor de 1510,8 km2/año, afectando o ganando terreno en provincias como Granada, Ciudad Real, Toledo, Madrid, Badajoz, centro de Castilla y León y algunas zonas de Aragón. En Canarias la tendencia también es creciente, ampliándose a 6,0 km2 /año.

Climas templados, en retroceso

Los climas templados muestran un comportamiento casi exactamente opuesto al de los climas áridos, habiendo disminuido por el avance de estos últimos. Este decrecimiento se ha concentrado principalmente en la última década del siglo XX y la primera del siglo XXI, con una tendencia de reducir su extensión en 1392 km2 por año.

Los climas áridos avanzan a costa de los climas templados, creciendo estos a su vez a partir de zonas consideradas de clima frío en la clasificación de Köppen.

Todas las zonas nombradas anteriormente, que han adquirido la clasificación de áridos durante los últimos años, eran antes climas templados, de acuerdo con la clasificación de Köppen. El aumento de temperaturas y el descenso de precipitaciones han provocado que estas zonas pierdan ese clima suave natural que poseían.

Climas fríos: ya solo en pequeños reductos

Los climas fríos muestran también un retroceso evidente, disminuyendo su extensión en torno a 124,8 km2 al año. Este tipo de clima se localizaba en zonas altas del Pirineo y en las cumbres de Cordillera Cantábrica.

glaciares aridez
El notable descenso observado en la extensión de los glaciares del Pirineo catalán durante el periodo de estudio 1951-2020, en torno al 80 %, se ha acelerado notablemente a partir de la década de 1980.

Actualmente ha dejado de existir en otras zonas de la Cordillera Cantábrica, donde ahora tienen un clima más templado. Su extensión ha ido a menos también en el área del Pirineo. El acelerado declive de los glaciares de montaña y la falta de agua que hemos visto en el verano es una señal de lo que puede pasar en un futuro no muy lejano.

Un reflejo del proceso actual de cambio climático

Los resultados obtenidos muestran que la redistribución de los climas en España durante las últimas décadas es consistente con los cambios observados a escala global a consecuencia del cambio climático: incremento de la temperatura global y mayor extensión de climas áridos.

La temperatura global en superficie en las dos primeras décadas de este siglo aumentó un 0,99 ºC, mientras que en el periodo 2011-2020 se incrementó 1,09 ºC (1,59 ºC sobre la superficie terrestre y 0,88 ºC sobre los mares y océanos). Es más que evidente que el planeta se calienta, y cada vez lo hace a una velocidad mayor.

Las cuatro últimas décadas ha sido sucesivamente más cálida que cualquier otra década anterior desde 1850.

Está constatado que las zonas climáticas se han desplazado hacia los polos en ambos hemisferios, y la estación de crecimiento se ha alargado en promedio de uno a dos días por década desde los años 1950 en la zona extratropical del hemisferio norte.