El General Invierno acompañará a la invasión rusa de Ucrania

Históricamente, el frío ha sido un factor decisivo en las batallas e invasiones militares ocurridas en territorio ruso. El llamado General Invierno, hizo fracasar a Napoleón y a Hitler en sus intentos de conquistar ese territorio. En los próximos días el intenso frío hará acto de aparición en Ucrania.

Napoleón en Rusia
“Retirada de Napoleón de Moscú” Cuadro de Adolf Northern, pintado en 1851.

La actual invasión rusa de Ucrania, de consecuencias imprevisibles y final incierto, nos transmite una sensación generalizada y creciente de miedo, por la deriva que pueda ir tomando el conflicto bélico, lo que irremediablemente nos va a ir afectando de forma cada vez más directa. Sin pensar en el escenario más apocalíptico –que confiemos que no lleguemos a ver ni a sufrir–, en estas líneas esbozaremos el papel que históricamente ha desempeñado el intenso frío en las guerras que han tenido lugar en territorio ruso, lo que en muchos casos ha sido un factor clave en el desarrollo de las operaciones militares.

El invierno ruso se conoce coloquialmente como “El General Invierno”, debido a sus rigores; caracterizado por la nieve y las bajas temperaturas. La estación fría en Rusia dura aproximadamente cinco meses; desde noviembre hasta finales de marzo. Bien es cierto que las condiciones meteorológicas varían mucho de unos años a otros. Algunos, el frío es “razonable” (razonable en Rusia es no bajar de los -15 ºC), otros años son muy fríos y otros son extremadamente fríos, con temperaturas que pueden bajar con facilidad de los 25 grados centígrados bajo cero en amplias zonas de Rusia, incluida la capital, Moscú.

Se achacan al frío y a sus famosas heladas de la Epifanía algunas de las más sonadas derrotas militares en territorio ruso, como la de Napoleón y su Gran Armée, en 1812, o la de los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Históricamente, muchas de las invasiones militares ocurridas en Rusia o en la antigua URSS fracasaron en el intento. La mala adaptación de los ejércitos extranjeros al frío fue el factor desequilibrante a favor de los rusos en la mayoría de contiendas ocurridas en aquel vasto territorio. En la actual invasión de Ucrania, el frío extremo todavía no ha entrado en escena, pero, a la vista de las predicciones, lo hará según avance la segunda semana de marzo.

Ola de frío en Ucrania
Mapa de los campos de presión y temperatura al nivel de 850 hPa previstos por el modelo del Centro Europeo para el jueves 10 de marzo de 2022 a las 12 UTC. Se observa en la parte derecha la lengua de aire frío que se descuelga sobre el este de Europa, afectando de lleno a Ucrania.

Todo apunta a que será una ola de frío de tres días de duración, en la que las temperaturas más bajas se alcanzarán el próximo jueves, 10 de marzo de 2022, con una temperatura máxima de -2 ºC y una mínima en torno a -10 ºC en Kiev, en la que los gélidos vientos del noroeste harán que la sensación térmica sea de varios grados menos. En algunas zonas de Ucrania se alcanzarán valores significativamente más bajos. Será una dura prueba de supervivencia para la población civil, sobre todo si el ejército ruso corta el suministro de energía a los millones de ucranianos que siguen en la capital y en otras ciudades.

La mayor derrota de Napoleón

Un siglo antes de que Napoleón fracasara estrepitosamente en su intento de conquistar Rusia, también lo hicieron los ejércitos de Carlos XII de Suecia, que cayeron derrotados en la batalla de Poltava, en 1709, contra las tropas de Pedro I el Grande, en el invierno más crudo de todo el siglo XVIII. Aunque parece claro que el frío fue un enemigo más para los suecos, no podemos obviar tampoco la estrategia rusa de quemar todo a su paso ante el avance de las tropas extranjeras. Aunque han pasado algo más de tres siglos desde aquel enfrentamiento militar entre rusos y suecos, en Ucrania estamos viendo que los primeros siguen empeñados en arrasar todos aquellos lugares por donde pasan.

El intento frustrado de Napoleón por conquistar Rusia, constituye una de las mayores campañas militares de la historia, con un impresionante despliegue de tropas y un desastroso balance final de bajas. Durante el otoño-invierno de 1812, hizo mucho frío, especialmente cuando las tropas napoleónicas iniciaban su retirada de Moscú. Los rusos, una vez más, pusieron en marcha su conocida estrategia de dejar todo quemado a su paso.

Napoleón logró reunir a 422.000 hombres y con ellos inició el avance hacia la capital rusa, lo que le llevó ocho semanas. La campaña comenzó a finales del verano y el invierno ruso todavía quedaba lejos; sin embargo, según fueron avanzando los días, las bajas en la Gran Armée empezaron a contarse por decenas de miles. Las enfermedades y una falta creciente de alimentos fueron las principales causas de tan elevada mortandad.

Gráfico de Minard
Dibujo de Charles Joseph Minard, considerado el mejor gráfico estadístico de la historia. En él podemos ver las bajas que fue sufriendo la Gran Armée durante la campaña de Rusia, con datos de las temperaturas (en grados Reaumur) que tuvieron que soportar las tropas napoleónicas durante el penoso viaje de regreso.

La única batalla importante durante el avance de las tropas de Napoleón fue la de Borodino, donde murieron 30.000 hombres. A Moscú sólo llegaron 100.000, y a partir de ahí las bajas temperaturas doblegaron a unas tropas muy debilitadas. Según se desprende del famoso dibujo de Charles Joseph Minard –el que para muchos es el mejor gráfico estadístico jamás dibujado–, el 6 de diciembre de 1812 las tropas napoleónicas, que apenas alcanzaban los 20.000 hombres, tuvieron que soportar una temperatura de 38 grados bajo cero.

Hitler tampoco pudo con el General Invierno

Con estos duros encontronazos con el frío, tanto de Napoleón como de Carlos XII de Suecia, ¿cómo es posible que Hitler, durante la invasión alemana sobre la antigua URSS, no llevara la lección aprendida y, una vez más, el frío se convirtiera en el peor de los enemigos? Hitler conocía perfectamente las dificultades de una campaña invernal en territorio soviético, e intentó planificarlo todo muy bien, pero le salió el tiro por la culata. Los datos apuntaban a que en un invierno normal los meses críticos eran únicamente los de enero y febrero, pero los rigores invernales se adelantaron de fecha.

Batalla de Stalingrado
Tropas soviéticas, combatiendo desde unas trincheras sepultadas en la nieve, durante la última fase de la batalla de Stalingrado, en enero de 1943. Fuente: http://www.infotop.lv/

En un principio, los generales del ejército alemán habían previsto una campaña militar que daría inicio –como así fue– en el verano de 1941 y que debía finalizar en diciembre de aquel año. Dado que los dos inviernos precedentes habían sido extremadamente fríos en la región, los meteorólogos que asesoraban al führer pensaron que por pura estadística de extremos, el invierno de 1941-42 no sería tan severo, pero se equivocaron.

En octubre, comenzaron las nevadas en la URSS y el 13 de noviembre la temperatura cayó por debajo de los -20 ºC. El General Invierno hizo estragos entre las tropas alemanas, peor aclimatadas al frío que las soviéticas, frenando en seco las intenciones expansionistas de Hitler. Aun así, resistieron aquel invierno y a finales de agosto de 1942 se gestó una nueva ofensiva con el principal objetivo de controlar la ciudad de Stalingrado (actual Volgogrado). La encarnizada batalla que se libró allí acabó con la vida de 2 millones de personas de los dos bandos y la derrota del ejército nazi, el 2 de febrero de 1943, en una ciudad devastada, llena de cadáveres y bajo los rigores del General Invierno. Ojalá no veamos un escenario de batalla parecido en Kiev en las próximas semanas.