El 40 de mayo: fríos de junio

El conocido refrán "Hasta el 40 de mayo no te quites el sayo" mantiene su validez. Si bien en los meses de junio son cada vez más habituales episodios de calor extremo e incluso olas de calor, es relativamente común que se produzcan entradas de aire frío, responsables de heladas e incluso nevadas.

perro con frío
La llegada del calor en el mes de junio se suele ver interrumpida por algunos períodos en los que las temperaturas se desploman, llegando en ocasiones a volver el frío de forma transitoria.

Aunque en climatología, el 1 de junio comienza el verano y con la llegada de ese mes los días soleados y las altas temperaturas empiezan a dominar la escena meteorológica, es relativamente común que ese tiempo veraniego se vea bruscamente interrumpido por alguna situación capaz de provocar un acusado descenso de las temperaturas. A veces, es una inusitada actividad tormentosa, durante varios días seguidos, la encargada de refrescar mucho el ambiente, y tampoco faltan meses de junio en los que tienen lugar entradas de aire frío de origen polar, al paso de borrascas, lo que provoca, en ocasiones, una vuelta transitoria al invierno.

“Hasta el 40 de mayo no te quites el sayo”, sentencia uno de los refranes del tiempo más conocidos, cuyo origen, como tantos otros, se remonta a la época medieval. El sayo al que hace referencia es una prenda de vestir antigua; se trata de una túnica holgada que llegaba hasta las rodillas y cuyo uso era muy común entre los campesinos. El 40 de mayo al que alude el refrán invita a pensar en el 9 de junio, si bien se refiere a una fecha genérica, ya que antiguamente era común referirse a periodos de cuarenta en cuarenta días, de ahí la referencia a ese número en el refrán.

¿Por qué el "40 de mayo"? ¿Y qué es el sayo?
El refrán invita a pensar en el 9 de junio, aunque en realidad hace mención a una fecha genérica, en tanto que antiguamente era común referirse a periodos de cuarenta en cuarenta días. El sayo era una túnica holgada de uso común entre los campesinos.

La sabiduría popular advierte del carácter traicionero que tiene el mes de junio, en particular en su primera mitad. Una versión extendida del refrán advierte que “Hasta el 40 de mayo no te quites el sayo, y si junio es ruin hasta el fin”. En este caso, la advertencia es muy clara: hay años en los que la estabilidad atmosférica no termina de imponerse en junio, por lo que esos fríos más propios de finales del invierno y principios de la primavera se mantienen, con algunos altibajos, durante todo el mes. Este comportamiento atípico ha sido observado, históricamente, por las gentes del campo, de ahí que lo recoja el refranero.

Nevadas en junio

Al consultar las efemérides meteorológicas del mes de junio, recopiladas por AEMET, comprobamos cómo la mayoría de ellas aluden al calor (temperaturas extremas) y a las tormentas (con devastadoras granizadas incluidas), ya que son dos de las principales señas de identidad de este mes. Las referencias que aluden al frío (heladas) son escasas, pero tampoco faltan, e incluso encontramos referencias a alguna nevada y no solo en zonas altas de montaña, que es algo que que ocurre aunque estemos en verano.

Mapa de reanálisis 3-JUN-1984
Mapa de reanálisis ERA con los campos de presión en superficie e isohipsas en el nivel de 500 hPa correspondiente al 3 de junio de 1984 a las 12 UTC. Fuente: www.wetterzentrale.de

El 3 de junio de 1984 se produjo una importante entrada de aire frío por el norte de la Península que, aparte de provocar un acusado descenso de las temperaturas, dejó nevadas en León, Zamora y Soria, al margen de la nieve que cayó en las montañas del norte y centro peninsular. El mapa que acompaña estas líneas muestra la situación sinóptica de aquel 3 de junio al mediodía. La combinación de la masa de aire frío invasora con un flujo de vientos húmedos del suroeste, de procedencia atlántica, dio como resultado esas tardías nevadas en las capitales indicadas. Hoy en día –casi cuatro décadas después– no se puede descartar que se repita una situación similar, aunque es mucho más probable que se produzcan olas de calor, como las que empiezan a ser habituales los últimos años en el mes de junio.

Zarpazos invernales de los últimos junios

No tenemos que remontarnos muy atrás en el tiempo para localizar días fríos en pleno mes de junio. Ha ocurrido tanto el año pasado como el anterior, lo que respalda la validez del refrán del 40 de mayo, como advertencia de los zarpazos invernales que nos suele regalar el sexto mes del año. El 6 de junio de 2019 varios periódicos se hacían eco de la nevada que había caído en la sierra de Guadarrama y de las bajas temperaturas registradas en el interior peninsular. En parte baja de la estación de Valdesquí –en la cota 1.800– la nieve cuajó, acumulándose 3 centímetros, registrándose un descenso de 20 ºC en menos de 24 horas.

Nieve en los Alpes en junio
Nevada en los Alpes en el mes de junio.

No fue el único período frío del mes de junio de 2019, la madrugada del día 12 se registraron algunas heladas notables para la época del año. En el Puerto de El Pico (Ávila) la mínima fue -4,2 ºC y en Sanabria (Zamora) -2,4 ºC. La temperatura mínima en el aeropuerto Adolfo Suarez Madrid-Barajas rondó los 5 ºC, lo que da idea de la magnitud de ese episodio frío. En Teruel capital se rozó la helada, registrándose la temperatura más baja en un mes de junio de toda su serie histórica (Tmín = 0,7ºC).

En junio del año pasado, el intenso frío y las nevadas en las montañas volvieron de nuevo a ser noticia. La temperatura mínima del 8 de junio de 2020 en el Puerto de El Pico (Ávila) fue de -1,3 ºC, siendo también muy bajas (aunque sin llegar a helar) las mínimas de distintas capitales, entre las que destacan Burgos y Soria (3 ºC en ambas). Lugo (6 ºC) y Valladolid (7 ºC). A buen seguro que el frío volverá a hacer de las suyas en los meses de junio venideros, lo que contrastará, sin duda, con los excesos a los que nos tiene acostumbrados el calor últimamente en las últimas semanas de la primavera y las primeras del verano.