Hoy comienza el primer verano

El intenso calor de este fin de semana coincide con el inicio del verano meteorológico o climatológico, el 1 de junio. El astronómico no comenzará hasta el solsticio de verano (día 21).

Amanecer verano
Amanecer de hoy en Sant Quintí de Mediona, Barcelona. Foto de Xavi Navas.

La palabra “verano” está en boca de todos, lo que obedece a dos razones. La primera de ellas es el tiempo que estamos teniendo este fin de semana, con unas temperaturas que podemos calificar de caniculares, ya que la isoterma de 35 ºC abrazará amplias zonas del centro y sur peninsulares, a nivel de la superficie terrestre. En el mapa de previsión que acompaña estas líneas, podemos ver cómo al nivel de 850 hPa (a unos 1550 m de altitud) una lengua de aire muy caliente quedará instalada este domingo sobre la Península, con valores que podrán llegar hasta los 26-28 ºC en dicho nivel atmosférico, sobre la vertical de la meseta sur.

Esta situación meteorológica que se ha instalado en nuestro país ya la reflejaban los modelos de predicción a medio plazo desde hace días, lo que además ha coincidido con el inicio del primero de los veranos del que se hablará en este post: el verano meteorológico o climatológico; la segunda razón por la que el verano este fin de semana será tema de conversación.

Hoy empieza el verano climatológico

En Meteorología y en Climatología la estación veraniega se hace corresponder con el trimestre junio-julio-agosto, por lo que el sábado 1 de junio es para un meteorólogo y/o climatólogo el inicio del verano. Según las estadísticas, es la época del año en que se alcanzan unos mayores valores de temperatura, aunque siempre puede acontecer un episodio cálido fuera de esas fechas en que se alcancen o superen las temperaturas que climatológicamente se corresponden con la estación veraniega.

Por las razones expuestas, el primero de los veranos acaba de comenzar, pero todavía faltan 20 días para que entre en escena el verano astronómico, con el que la mayoría de las personas identifican la estación veraniega, lo que coincidirá con el solsticio de verano, que tendrá lugar el próximo 21 de junio. A esas alturas del año el calor casi siempre está ya instalado en nuestro país, aunque puede ocurrir todavía que la entrada oficial del verano coincida con un tiempo más primaveral (fresco, nublado, tormentoso) que veraniego (soleado y caluroso).

Representación de la configuración correspondiente al solsticio de verano en el hemisferio norte. Crédito: Przemyslaw Idzkiewicz.

La palabra “solsticio” deriva del término latino solstitium, que es una palabra que surgió de la unión de otras dos: sol y statum (estar quieto o estático), lo que significa literalmente que el sol permanece estático en el cielo. El solsticio marca el momento del año en el que sol alcanza la máxima altura sobre el horizonte, y los objetos proyectan una sombra más corta al mediodía. Ese día suele acontecer entre el 20 y el 22 de junio, siendo el día 21 el más habitual, tal y como ocurrirá este año.

En muchos textos se afirma que el solsticio de verano se corresponde con el día más largo del año, una afirmación que puede llevarnos a equívoco, ya que la duración de los días no sufre variaciones; todos ellos, como sabemos, duran 24 horas. Lo que varía es el reparto de la noche y el día; el tiempo que el sol permanece por encima y por debajo del horizonte. Dicha duración es máxima justamente el solsticio de verano. A partir del equinoccio de primavera, las noches se van acortando y los “días” (períodos en los que el sol queda por encima del horizonte) alargándose. Ese proceso culminará cuando comience el verano, el segundo verano al que nos hemos referido; el astronómico. De momento el primero ya ha empezado y lo ha hecho con calor, mucho calor.