Catalunya como una zona 0 de la crisis climática por delante de Nueva Delhi, Tokio o Atenas según un estudio de Meteocat
Las anomalías de temperatura tan altas de los últimos 3 años junto con las escasas precipitaciones y la sequía persistente en Catalunya, son los puntos clave que analiza este estudio

El estudio que ha sido recientemente publicado por el Servei Meteorològic de Catalunya (Meteocat), confirma que las sequías han empeorado los últimos años, y apunta que la primavera húmeda del 2025 todavía no ha compensado el déficit de lluvias sufrido en años anteriores.
¿Cómo ha evolucionado la sequía en Catalunya?
Este estudio analiza las sequías que han tenido lugar desde 1915 o 1787 hasta el 2024, y confirma que la última sequía del 2021-2024 es la más grave desde que hay registros.
Las lluvias de esta pasada primavera han sido una buena noticia en toda Catalunya y dan un respiro ante la gran sequía sufrida entre 2021 y 2024, pero a pesar de ello, el estudio apunta que las lluvias de los últimos meses no compensan lo suficiente el déficit de precipitación registrado durante la sequía.
A su vez, el análisis advierte que la sequía catalana es tan sólo una parte del marco de sequía que afecta a todo el Mediterráneo occidental. Según Altava, durante los últimos decenios estamos ante una aridificación del clima mediterráneo, con efectos a escala más amplia que apuntan a que cada vez tendremos más sequías y éstas serán más intensas en toda la región mediterránea.
Este avance a gran escala de las sequías es un punto que debe destacarse en la actual situación climática, ya que no ocurría desde la Pequeña Edad de Hielo. Durante los últimos años los tiempos de desarrollo de las sequías son más largos y los tiempos de recuperación o períodos húmedos entre sequías se están acortando. Así los períodos de sequía están cada vez más próximos entre ellos.
Una muestra es que 3 de las sequías más importantes durante el período analizado las encontramos durante el siglo XXII y dos de ellas, las de 2004-2008 y 2021-2024 son las más graves en términos de intensidad, extensión y duración en Catalunya.
En cuanto a los efectos de las sequías, el estudio apunta que las subcuencas hidrográficas del norte y este, como Muga, Fluvià y Ter, son las que tienen más tendencia a sufrir un incremento de la sequía.
¿Qué ocurre con las anomalías de temperatura?
Los datos obtenidos en este estudio confirman científicamente una sospecha: el episodio de sequía de 2021-2024 ha sido el más grave en Catalunya durante el período instrumental desde aproximadamente 1915, y satelital desde los años 1970. Para hacernos una idea, el Índice de Gravedad de Sequías (IGSE) alcanzó un valor de 4,91 en una escala de 0 a 5.
Durante la sequía las temperaturas medias en Catalunya desde el año 2022 han sido excepcionalmente altas, con anomalías alrededor de de 2,5 ºC respecto a la media climática de 1961-1990. Esto ha agravado la situación hídrica, provocando que haya más evapotranspiración hacia la atmósfera.
Según Altava, esta combinación de sequía y temperaturas elevadas de 2021 a 2024 no tiene analogía climática con episodios de sequía anteriores en todo el histórico y esto lo convierte en un evento compuesto de sequía-calor de una singularidad excepcional.
Además, la anomalía de temperatura es una anomalía excepcional a escala planetaria. El comportamiento de la temperatura y no sólo la falta de lluvia, es muy importante en las sequías. En este caso se detecta que las anomalías están alrededor de 2’5 ºC, muy por encima del 1’5 ºC de aumento de temperaturas sostenido para el planeta que marca el Acuerdo de París.
La ciudad de Barcelona para el trienio 2022-2024 tiene una anomalía de 2,5 ºC que la posiciona con una excepcionalidad térmica más elevada que Nueva Delhi, Tokio y Atenas. Tan sólo compartiendo las anomalías con Roma y Marsella, que tienen anomalías un poco por encima que la ciudad condal.
¿Cómo se proyecta el futuro?
Las observaciones de este estudio van en línea con las proyecciones climáticas para la zona mediterránea. La reducción de la precipitación, sumada al aumento de la temperatura, incrementa la aridez de un territorio. Según el estudio, si esta tendencia continúa las sequías futuras podrían alcanzar características de una sequía climática, aquella que puede llegar a transformar el paisaje de un territorio.
Les anomalies de temperatura dels darrers tres anys són tan altes que posicionen Catalunya com a zona zero de la crisi climàtica, per sobre de Nova Delhi, Tòquio o Atenes.
— Generalitat de Catalunya (@gencat) July 9, 2025
Les pluges de la primavera encara no han compensat el dèficit recent. https://t.co/wEk5G7GvnQ pic.twitter.com/m4R9kTC1nz
Aunque debe apuntarse que este contexto climático de sequía no es incompatible con el incremento en la ocurrencia de precipitaciones extremas, como ya se está observando últimamente con el incremento de fenómenos meteorológicos extremos.
En definitiva, esta combinación derivaría en un reto formidable para la gestión de los recursos hídricos y la planificación territorial de infraestructuras o de gestión del territorio.
Referencia de la noticia:
Un estudi del Servei Meteorològic de Catalunya (Meteocat) confirma que les sequeres han empitjorat els darrers anys. Govern.cat. 2025