Un nuevo estudio revela que el tándem de olas de calor y de sequías se está amplificando en Eurasia por efectos humanos
Los veranos son cada vez más calurosos y secos en la masa continental euroasiática debido a un patrón de circulación atmosférica agravado por factores antropogénicos.

Los recientes episodios de olas de calor y sequías en la región euroasiática, que se extiende desde Europa Oriental hasta Asia Oriental, no tienen precedentes, como lo confirma un nuevo estudio que analizó datos de anillos de árboles de 300 años atrás y modelos climáticos.
Calor y sequía: un tándem peligroso que afecta a millones de personas
El cambio puede tener algunas consecuencias graves para el medio ambiente, afectando a los incendios forestales, la agricultura, la seguridad alimentaria , los recursos hídricos y los ecosistemas, señalan los investigadores de este estudio, publicado en Science Advances.

Las investigaciones sugieren que la temperatura y la precipitación están estrechamente relacionadas debido a la interacción del calor y la humedad en la atmósfera, y esta relación termodinámica se manifiesta en diferentes períodos. Dado que las altas temperaturas suelen ocurrir cuando hay poca o ninguna lluvia, es razonable esperar que las olas de calor y las sequías puedan ocurrir simultáneamente debido a su dependencia compartida de las condiciones atmosféricas.
También se ha observado que estos eventos combinados de olas de calor y sequías se ven impulsados por sistemas persistentes de alta presión que retienen más calor y aceleran la evaporación. Estos procesos también influyen en la determinación de patrones de circulación atmosférica más amplios.
Esto plantea la pregunta de si el cambio de patrón es simplemente un resultado de las características climáticas locales o si el calentamiento global está moldeando activamente las condiciones atmosféricas para impulsar este cambio.

Para responder a esta pregunta, los investigadores recopilaron datos diarios de temperatura de un conjunto de datos que abarcaba los años 1958 a 2022. Definieron una ola de calor como un período de temperaturas inusualmente altas que dura al menos tres días consecutivos y analizaron datos de olas de calor durante los meses de verano (julio y agosto) de 1979 a 2022. También utilizaron datos de un índice de sequía global, que abarca el período de 1901 a 2022.
Los árboles son sensibles a las condiciones climáticas locales y a factores como la precipitación, los niveles de CO₂ y las temperaturas, que se reflejan en el ancho y el color de los anillos de los árboles. Los científicos, utilizando indicadores de troncos, obtuvieron un vistazo a las condiciones climáticas de los últimos tres siglos.
Un análisis más detallado de la información recopilada junto con las simulaciones de modelos climáticos reveló un cambio geográfico en los patrones atmosféricos.
En las últimas dos décadas (2001-2022), el panorama mundial de las olas de calor y su patrón de ocurrencia prácticamente se ha invertido. La región euroasiática experimenta actualmente casi cuatro veces más olas de calor que a finales del siglo XX. También se observó un cambio similar en el patrón y la frecuencia de las sequías, a menudo acompañadas de una ola de calor.

El aumento y el cambio de los fenómenos meteorológicos extremos se han vinculado a la intensificación del tren de olas de calor y sequía transeurasiático (TEHD, trans-Eurasian heat-wave-drought train), un patrón de circulación atmosférica a gran escala.
Los hallazgos sugieren que este patrón se debe a una actividad más intensa de las ondas de Rossby (ondas atmosféricas que se desplazan a lo largo de las corrientes en chorro), desencadenada por el calentamiento en el Atlántico Noroccidental y el aumento de las precipitaciones en el Sahel, una región semiárida de África. Ambos fenómenos atmosféricos son en gran medida resultado del calentamiento global y están parcialmente influenciados por los cambios en el océano Atlántico.
Los investigadores señalan que las proyecciones muestran que estos cambios continuarán intensificándose con el tiempo, lo que hace que sea más importante que nunca desarrollar estrategias de mitigación para gestionar los riesgos crecientes.
Referencia
Jee-Hoon Jeong et al, Emerging trans-Eurasian heatwave-drought train in a warming climate, Science Advances (2025). DOI: 10.1126/sciadv.adr7320