Las sequías y las olas de calor reducen la capacidad de las plantas para absorber CO₂, según un estudio de la UAB

Los científicos han mostrado que los frecuentes episodios de calor y sequía en el suroeste de Europa están reduciendo la capacidad de los ecosistemas para absorber CO₂, según la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).

Área de estudio y regiones biogeográficas de este estudio. Crédito: Tendencias del flujo de carbono a largo plazo. Crédito: Global Biogeochemical Cycles (2025). DOI: 10.1029/2024GB008163

Los frecuentes episodios de calor y sequía en el suroeste de Europa están reduciendo la capacidad de los ecosistemas para absorber CO₂, según un estudio reciente del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universitat Autònoma de Barcelona (ICTA-UAB).

Las plantas, sumideros de carbono, sequías y olas de calor

El aumento de fenómenos meteorológicos extremos causado por el cambio climático está alterando el equilibrio de carbono de la Tierra y afectando el crecimiento de las plantas. La ola de calor registrada en 2022 fue particularmente intensa, reduciendo la capacidad de la vegetación para actuar como sumideros de carbono en un 27 %. Esto pone de relieve la vulnerabilidad de los ecosistemas en condiciones extremas.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística, esta reducción supuso que la vegetación de las zonas afectadas del suroeste de Europa dejará de absorber más CO₂ del que España emitió en ese mismo año.

Los sumideros de carbono son sistemas que absorben más dióxido de carbono (CO₂) del que emiten. Los bosques, los suelos y los océanos son ejemplos naturales de sumideros que ayudan a mitigar el cambio climático al reducir las concentraciones atmosféricas de CO₂.

Según la investigación publicada en Global Biogeochemical Cycles, aunque el aumento de las temperaturas ha extendido la temporada de crecimiento de las plantas (inicialmente incrementando la absorción de carbono), este efecto se ve compensado por un aumento simultáneo en la liberación de CO₂ debido a la descomposición de materia orgánica y la respiración de las plantas.

El estudio, dirigido por el investigador del ICTA-UAB Ricard Segura Barrero, calcula cómo las plantas absorben y liberan CO₂, considerando la humedad del suelo como una variable importante. Los resultados muestran que el balance hídrico y la cronología de eventos extremos (como olas de calor y sequías) son clave para comprender las respuestas de los ecosistemas. Regiones como el suroeste de Europa, que abarcan diversos tipos de clima, son particularmente vulnerables a estos cambios.

Tendencias del flujo de carbono a largo plazo. Crédito: Global Biogeochemical Cycles (2025). DOI: 10.1029/2024GB008163

La investigación analizó los flujos de carbono entre 2001 y 2022 en países como Portugal, España, el sur de Francia e Italia. Los datos de 10 regiones biogeográficas mostraron que los ecosistemas de climas continentales y húmedos se ven más afectados por las olas de calor y las sequías que los de las zonas mediterráneas, que están mejor adaptadas a estos fenómenos. En general, las tendencias actuales de calentamiento y sequía podrían causar desequilibrios entre la fotosíntesis y la respiración, comprometiendo la función de los ecosistemas como sumideros de carbono .

Los investigadores también utilizaron datos satelitales sobre la fluorescencia inducida por el sol, un indicador confiable de la actividad fotosintética de la vegetación, para validar los modelos y confirmar que el intercambio de carbono entre los ecosistemas y la atmósfera es altamente sensible a los eventos extremos.

Este desequilibrio climático tiene implicaciones directas para el ciclo global del carbono y los esfuerzos para mitigar el cambio climático. Los investigadores enfatizan la urgente necesidad de mejorar el monitoreo de los flujos de carbono, especialmente en zonas vulnerables, así como de fortalecer las políticas de adaptación y protección de ecosistemas clave.

Referencia

R. Segura‐Barrero et al, Heat and Drought Events Alter Biogenic Capacity to Balance CO2 Budget in South‐Western Europe, Global Biogeochemical Cycles (2025). DOI: 10.1029/2024GB008163

Esta entrada se publicó en Noticias en 03 May 2025 por Francisco Martín León