Los niños de hoy vivirán el doble de inundaciones, sequías y olas de calor que sus abuelos

Según un estudio de la ONG Save the Chidren, es necesaria una renaturalización de los entornos escolares para convertir los colegios en refugios climáticos y proteger a los niños y niñas frente al cambio climático.

Patio colegio
Las escuelas deben renaturalizarse y volverse espacios más verdes

Un reciente informe publicado por Save the Children determina que niños y niñas nacidos en 2020 sufrirán por lo menos el doble de olas de calor, sequías, incendios forestales y también inundaciones que los que hayan vivido las personas nacidas en 1960.

Incluso en el supuesto caso de que se lograse mantener la temperatura global por debajo de 1’5 ºC, los más jóvenes estarán más expuestos a fenómenos extremos como olas de calor, que sin duda podrán afectar a su salud.

El futuro climático de las jóvenes generaciones españolas

En España, las ciudades son las zonas con mayor densidad urbana y más tráfico, y por contra con menor número de zonas verdes y vegetación. Estas zonas son las que registran temperaturas más elevadas debido al efecto "isla de calor", que se genera sobre todo por las noches en las ciudades, cuando el asfalto y resto de materiales de las edificaciones despide todo el calor que ha acumulado durante el día.

En las ciudades, no todo el mundo vive en las mismas condiciones debido a factores socioeconómicos, por eso, hay personas más expuestas al calor. Bien porque sus viviendas no están bien aisladas, no tienen climatización o viven lejos de zonas verdes que permiten protegerse mejor de las olas de calor.

Ciudades del sur peninsular, como Sevilla, Córdoba o Murcia, son especialmente vulnerables. En ellas, las temperaturas pueden superar los 35 °C en las aulas durante el curso escolar, repercutiendo directa y negativamente en el bienestar del alumnado y el profesorado.

España se encuentra situada entre las regiones que se verán más afectadas por el cambio climático y, por tanto, los niños y niñas españoles sufrirán impactos mayores.

Según el informe, los menores españoles nacidos en 2020 vivirán una media de 4,5 veces más olas de calor que las personas que nacieron en 1960, el doble de incendios forestales y más del triple de pérdidas de cosechas con consecuencias en la seguridad alimentaria, la nutrición y la salud.

Además, el informe de Save the Children estima que en España el 85 % de los menores vive en zonas donde desde 1960 se han duplicado las olas de calor, y casi la mitad en zonas donde éstas se han triplicado.

Renaturalización y refugios climáticos

En las escuelas se están empezando a implementar estrategias de adaptación y mitigación frente al cambio climático. Un proyecto europeo llamado Cool Schools, detalla cómo deben transformarse los colegios en refugios climáticos para la infancia.

El enfoque de las escuelas como refugios climáticos se enmarca dentro de las soluciones basadas en la naturaleza, que cada vez están más presentes en las políticas urbanas.

Se deben sustituir el asfalto y cemento de los patios escolares por más árboles y zonas verdes para proporcionar más zonas de sombra, controlar y reducir las temperaturas y crear el efecto de adaptación al cambio climático.

Ya se han habilitado refugios climáticos en escuelas de Bruselas, París, Rotterdam y Barcelona, renaturalizando los patios escolares, reemplazando el asfalto por vegetación y mejorando la infraestructura verde de los entornos educativos y en algunos de estos casos, incluso en las calles en las que se encuentran los colegios.

Además, el proyecto Cool Schools ha demostrado los efectos positivos de estos entornos verdes sobre los alumnos más vulnerables, especialmente en los que tienen problemas de conducta o hiperactividad.

No sólo se mitiga el calor sino que proporciona beneficios de desarrollo cognitivo y mejora de la atención. Los patios escolares verdes pueden albergar también una biodiversidad parecida a la de parques urbanos, que contribuye a establecer corredores verdes facilitando la conectividad ecológica dentro de la propia ciudad.

Enfoque participativo para el aprendizaje

La implicación de toda la comunidad educativa en el proceso de transformación de los patios es vital para que tenga éxito, según el proyecto Cool Schools. No es suficiente con cambiar el aspecto físico, se debe favorecer también un uso pedagógico del espacio, incorporado por el profesorado como un entorno de aprendizaje.

A pesar de que cada vez hay más escuelas piloto, la mayoría de escuelas europeas todavía no alcanzan ni siquiera los niveles mínimos deseables en infraestructuras verdes, y muchas de ellas están situadas en barrios con poca o escasa cobertura vegetal.

Se debe incluir la perspectiva infantil en los planes de urbanismo, movilidad, salud y educación, y garantizar también que los recursos lleguen a todos los niños y niñas, incluyendo los más expuestos.

El informe “Nacer durante la crisis climática” de Save the Children, declara que los niños y niñas son quienes menos han contribuido a la crisis climática, pero quienes más van a sufrir sus consecuencias. Por eso, asegurar su protección frente a los riesgos climáticos no es sólo una cuestión de salud pública, sino de justicia intergeneracional.

Referencia de la noticia

Bogado Duffner, Martina, Cavitte, Marie, Grant, Luke, Strømsø, Ida, Thiery, Wim, Wakefield, Jack. Nacer durante la crisis climática 2. Una vida sin precedentes: proteger los derechos de la niñez en un clima cambiante (2025) Save the Children International.