Balance de mayo 2021 en España: seco y cálido

Aún con registros que superan el 300% de su valor normal en el sureste peninsular, este mes que acaba de terminar se puede considerar muy seco y con valores térmicos muy superiores a lo normal. Veamos con detalle todas estas anomalías.

Imagen de la Fachada del Obradoiro en la catedral de Santiago de Compostela.
Las precipitaciones en mayo han sido muy importantes en zonas del oeste de Galicia, principalmente en el suroeste de la provincia de La Coruña. Imagen de la Fachada del Obradoiro en la catedral de Santiago de Compostela.

Este mayo que acaba de terminar ha sido un mes típicamente de finales de primavera, con un inicio algo fresco, temperaturas que se han ido recuperando hasta alcanzar valores elevados, tanto en mínimas como en máximas y precipitaciones, muchas de ellas en forma de chubascos tormentosos, mal repartidas, tanto en cantidad como como en localización.

La primera decena se inició fría, con precipitaciones en la cuenca mediterránea, dando paso a una situación del sur que hizo que las temperaturas se disparasen en la cornisa cantábrica y se iniciase una sucesión de frentes nubosos que empezaron a dar precipitaciones en el oeste de Galicia.

En la segunda decena se continuó con esta tónica, dominio claro de los vientos del oeste y suroeste, alcanzándose el máximo de precipitaciones en el sur de la provincia de Galicia y que también se extendieron a muchas otras zonas del tercio septentrional peninsular. Por el contrario, en el resto de comarcas apenas hubo precipitaciones y las temperaturas fueron elevadas, en especial en la comunidad valenciana.

En el mes de mayo las temperaturas han sido en general altas y las precipitaciones han estado mal repartidas, pese a terminar con episodios de tormentas algo más generalizados.

Finalmente, mayo ha terminado con un episodio de tormentas y lluvias algo más generalizado, que ha regado, principalmente, el sureste peninsular y puntos del centro y con unas temperaturas cada vez más elevadas en todo el país y casi rondando los 40 ºC.

Temperaturas elevadas

Las temperaturas máximas han sido superiores a los valores habituales de este mes en casi todo el país. Los episodios de viento del sur, del oeste y el dominio anticiclónico de mediados de mes, han dado valores elevados en muchas comarcas, solo compensado en una pequeña parte por el inicio fresco del mes y por el dominio de la nubosidad durante los días en los que los frentes barrieron el tercio norte.

En estaciones de AEMET, el valor más alto mensual se alcanzó en Andújar (Jaén) el día 31, con 37,9 ºC. También hay que mencionar las altas temperaturas que se han medido en el archipiélago canario entre la segunda y tercera decena, que junto con el fuerte viento dominante, fueron elementos muy importantes en los incendios forestales que se sufrieron en las islas.

Los valores nocturnos también se pueden considerar superiores a lo normal en la mayoría de las regiones, solo el inicio más fresco del mes ha impedido que las mínimas hayan sido mucho más elevadas que la media. En estaciones de AEMET, que no son de alta montaña, el valor más bajo mensual se produjo el día 2, en Beariz (Orense) con -3,0 ºC. Desde el día 27 ya no se han producido heladas en ningún punto de nuestro país, ¿se habrá dado ya la última helada previa al verano?

Imagen del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia de Barcelona.
Las temperaturas mínimas han sido elevadas, en particular en el área mediterránea, por ejemplo, en el aeropuerto de Barcelona se ha batido el valor de temperatura mínima relativa más alta, con 19,5 ºC. Imagen del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia de Barcelona.

En este mes ha habido varios records en lo referente a los valores termométricos, en el caso de la temperatura máxima absoluta más alta se ha producido en el aeropuerto de Málaga, el día 16, con 35,6 ºC y en el de la temperatura mínima absoluta más baja, en el aeropuerto gaditano de Jerez de la Frontera el día 2, con 4,7 ºC, batiendo la anterior medida que era, nada más y nada menos, de 1954.

Precipitaciones escasas y muy irregularmente repartidas

Mayo ha sido más seco de lo normal si consideramos el conjunto del país, aunque con cantidades muy irregularmente repartidas, tanto geográficamente como temporalmente. Mientras que ha llovido mucho en el occidente gallego con puntos que han superado los 400 l/m2, la mitad de ellos solo en la jornada del 7, o en áreas de las provincias de Alicante y Murcia con casi 100 l/m2; en otras comarcas de Andalucía occidental apenas han caído 10 l/m2 y en especial en una pequeña área de las provincias de Sevilla y Málaga, donde prácticamente no ha llovido en todo mayo.

En porcentaje, ha habido zonas de Galicia y del sudeste peninsular, donde la precipitación ha superado el 200% de su valor normal. Por el contrario, en muchas áreas de Cataluña, Extremadura, Castilla La Mancha y de Andalucía, las precipitaciones fueron muy escasas, inferiores al 25% de lo normal. En el archipiélago balear la lluvia ha sido algo superior a la media, mientras que en el canario ha sido claramente inferior.

La actividad tormentosa de los últimos días de mayo ha provocado chubascos fuertes acompañados tormenta y de granizo, que ha provocado algunas inundaciones locales, destacando las producidas en Teruel y en varias provincias de Castilla y León. En este mes no se ha batido ningún record de precipitación máxima absoluta en un día.

Consideraciones finales

En teoría ha terminado el período húmedo de la primavera en la mayoría de nuestras comarcas. En situación atmosférica normal, los temporales atlánticos de lluvia ya no nos visitarían generalizadamente hasta finales de septiembre o principios de octubre y la situación no es nada halagüeña para el próximo verano que, además, se prevé con temperaturas más altas de lo normal.

Vamos a empezar el período más seco del año con zonas de Cataluña, de Andalucía occidental y de ambos archipiélagos que no llegan ni al 75% de su valor medio de precipitación total acumulada en el año hidrológico. Lo que provoca que el porcentaje de humedad del suelo sobre su capacidad máxima esté a un escasísimo 10% en puntos de los valles del Ebro, de Guadiana y del Guadalquivir, así como en todo el archipiélago canario.

En lo referente a nuestros embalses, el agua embalsada, a fecha de 31 de mayo, es del 59,66% de su capacidad máxima, lo que supone una disminución del 1,3%, con lo que se está casi un 7% por debajo de la misma fecha del año pasado y nos alejamos algo más de un 12% de la media de los diez últimos años. Debemos de tener mucho cuidado si no queremos entrar en un duro período de sequía.