
Los científicos han estado observando atentamente cómo el Océano Pacífico está cambiando de las condiciones más cálidas de lo normal de El Niño a principios de este año, 2024, a las condiciones más frías de lo normal de La Niña a fines del verano. Pero, por casualidad, algo similar podría estar cocinándose este verano en el Océano Atlántico.