El sistema de avisos meteorológicos es un éxito, pero aún persiste la confusión por los códigos de colores
Algunos servicios meteorológicos han cambiado sus avisos meteorológicos de ciertas variables a avisos basados en el impacto y están funcionando bien, pero aún existe cierta confusión en torno a sus advertencias codificadas por colores.

El cambio en Inglaterra de avisos meteorológicos de temperatura fija a avisos basados en el impacto está funcionando bien, pero aún existe cierta confusión en torno a sus advertencias codificadas por colores, según una nueva investigación de la Universidad de Surrey.
Durante el primer año completo del nuevo sistema de Alerta Meteorológica de Salud (WHA), administrado conjuntamente por la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA) y la Oficina Meteorológica del Reino Unido, Met Office, el calor extremo causó más de 1.300 muertes durante cuatro olas de calor en el verano de 2024 y más de 5.500 muertes relacionadas con el frío en el invierno de 2022/23, según cifras oficiales.
Una revisión del primer año del nuevo sistema, realizada por expertos del Instituto para la Sostenibilidad de Surrey, indica que está funcionando satisfactoriamente para los planificadores de emergencias, las autoridades locales, los proveedores sociales y sanitarios, y otras organizaciones de servicios en el apoyo a los grupos vulnerables. Esta investigación surgió de un proyecto de consultoría realizado por el Centro de Innovación en Sostenibilidad (la rama de consultoría del Instituto), en colaboración directa con la UKHSA.
El equipo de estudio, que evaluó las experiencias de las partes interesadas con el nuevo sistema WHA, también identificó áreas para mejoras futuras que podrían reducir aún más los impactos en la salud y prevenir posibles muertes por condiciones climáticas extremas.

El nuevo sistema está codificado por colores (amarillo, ámbar y rojo) y se basa en una evaluación conjunta realizada por la UKHSA y los socios de la Met Office, que considera tanto el impacto potencial del tiempo como la probabilidad de que ocurra. Cada color abarca diversos escenarios posibles: el amarillo suele indicar impactos en grupos vulnerables o servicios locales; el ámbar, impactos más graves y generalizados que requieren respuestas coordinadas; y el rojo se reserva para eventos extremos que requieren una acción urgente. Además del color, se proporciona una puntuación numérica de riesgo, que ofrece mayor claridad sobre cómo se compara el riesgo con otros eventos dentro de la misma banda de color.
Publicada en Environmental Science and Policy, la revisión se basa en una serie de talleres en línea con 93 participantes, entre ellos planificadores de emergencias de autoridades locales, el Servicio Nacional de Salud (NHS), el gobierno central y proveedores de servicios de primera línea. El equipo también realizó entrevistas de seguimiento para aclarar los hallazgos.
Tras el verano más caluroso registrado en el Reino Unido, con cuatro olas de calor, es evidente que las herramientas para proteger a las personas vulnerables de los daños relacionados con el clima son ahora una parte fundamental de nuestra infraestructura sanitaria y asistencial. El clima extremo es ahora la norma, por lo que las alertas rápidas y eficaces que ofrecen medidas consistentes para proteger a la población son herramientas esenciales para los servicios de emergencia, los profesionales sanitarios y quienes velan por la salud y el bienestar del país.
El sistema de avisos basado en el impacto se diseñó para satisfacer la necesidad de avisos claros y eficaces, así como de medidas de mitigación sanitaria y asistencial, y, según las partes interesadas que participaron en nuestro estudio, está dando buenos resultados. En lugar de solo indicar cuándo se supera un umbral de temperatura, los nuevos alertas explican las implicaciones de esas condiciones para las personas, los servicios y las comunidades. Esto las hace mucho más prácticas, ya que ayudan al personal a preparar los hospitales, la asistencia social y los servicios de emergencia, y garantizan el apoyo a los grupos vulnerables.
Dr. Tom Roberts, Profesor Titular de Sociología Ambiental; Codirector del Instituto para la Sostenibilidad
El estudio detectó algunas áreas de mejora en el nuevo sistema. Se indicó a los investigadores que la escala de alerta amarilla (niveles 7-11) podría ser más clara, ya que algunas partes interesadas no podían distinguir entre los niveles ni sabían qué medidas adicionales requería cada uno.
Un planificador de emergencias señaló que, cuando se volvió a emitir una alerta amarilla con un nivel ligeramente superior unos días después, no estaba claro si esto significaba que se necesitaban medidas adicionales. Si bien los planificadores de emergencias valoraban la información detallada de las alertas, el personal de primera línea con el que habló el equipo a veces consideraba el texto demasiado complejo para actuar con rapidez.
Los participantes sugirieron introducir una versión simplificada de los avisos para un uso rápido sobre el terreno, con el apoyo de una guía más completa para los planificadores que necesitan más detalles. Otros aspectos positivos fueron la reducción de alertas innecesarias, lo que contribuyó a reducir la fatiga generada por las alertas, y una mejor coordinación entre organismos.
Al combinar pronósticos meteorológicos fiables con información sobre riesgos para la salud, los avisos proporcionan a los equipos de primera línea información práctica y oportuna para proteger a los más vulnerables. Tenemos en cuenta todos los comentarios para mejorar continuamente el sistema y seguimos colaborando estrechamente con la Met Office en futuros desarrollos y la armonización de nuestro sistema con los avisos meteorológicos adversos.
Dr. Ross Thompson, científico principal de salud pública ambiental en UKHSA
Para el personal de primera línea y la población en general, que no están inmersos en la planificación de emergencias, el nuevo sistema debería significar una mejor planificación ante las olas de calor, una atención más segura durante las olas de frío y menos conmociones ante fenómenos meteorológicos extremos.
Las personas se benefician porque los servicios son más resilientes y están mejor preparados. Si se abordan las fuentes de confusión que aún persisten en torno a las alertas codificadas por colores, el sistema de alertas de salud podría reducir aún más los impactos en la salud en los próximos veranos e inviernos.
Referencia
Thomas Roberts et al, The transition to an impact-based weather-health alerting system in England: An evaluation of stakeholder perspectives, Environmental Science & Policy (2025). DOI: 10.1016/j.envsci.2025.104189
Fuente: Universidad de Surrey