Las nubes marinas cambian con las rutas de los buques y estos hechos tienen impactos globales en el clima

Las regulaciones de marítimas para reducir las emisiones de azufre en los barcos mercantes y los conflictos bélicos mundiales, que han afectado a las rutas y vías de comunicación marítimas de la Tierra, han conformado un gigantesco laboratorio natural para estudiar los impactos de los aerosoles emitidos por los barcos en las nubes y en el clima global.

Estelas nubosas de barcos en imagen de archivo eb el mar Cantábrico. NASA

En una investigación publicada en Atmospheric Chemistry and Physics, la estudiante graduada del Departamento de Tierra, Océano y Ciencias Atmosféricas de Diamond y FSU, Lilli Boss, demostró que las nuevas regulaciones de combustible que redujeron el azufre en aproximadamente un 80% también redujeron la formación de gotitas de nubes en aproximadamente un 67% en comparación con los combustibles anteriores y más sucios.

"El inesperado desvío del envío global nos dio una oportunidad única de cuantificar las interacciones con la nube de aerosol, reduciendo la mayor fuente de incertidumbre en las proyecciones climáticas globales", dijo Diamond. "Cuando tu 'laboratorio' es la atmósfera, no todos los días puedes ejecutar experimentos como este. Fue una oportunidad invaluable para obtener una imagen más precisa de lo que está sucediendo en la Tierra".

Combustible más limpio, menos nubes

En enero de 2020, la Organización Marítima Internacional (OMI) ordenó una reducción importante en el contenido de azufre en los combustibles marinos para disminuir la contaminación del aire. Los aerosoles de las emisiones de los barcos, especialmente el sulfato, influyen en la formación y el brillo de las nubes, que a su vez afectan el balance energético de la Tierra.

Conocidas como interacciones aerosol-nube, estas partículas hacen que las nubes se formen con gotitas más pequeñas y numerosas, haciéndolas más brillantes y, por lo tanto, más reflectantes de la luz solar. Esto crea un efecto de enfriamiento, que históricamente ha enmascarado alrededor de un tercio del calentamiento causado por los gases de efecto invernadero.

Pero los efectos de la contaminación del aire están marcados por una enorme incertidumbre y variabilidad. A diferencia de los gases de efecto invernadero de larga duración como el dióxido de carbono o el CO2, que permanecen en la atmósfera durante siglos, los aerosoles permanecen solo durante días o semanas. Esta corta vida útil, junto con la naturaleza impredecible de las nubes, hace que las interacciones entre aerosol y nube sean la mayor fuente de incertidumbre en las proyecciones climáticas globales.

La investigación anterior de Diamond había demostrado que las nubes en los principales corredores de transporte se estaban formando con gotitas más grandes y menos numerosas después de la IMO 2020. Los científicos están debatiendo actualmente qué papel jugó el aumento resultante de la luz solar absorbida sobre el océano en las olas de calor marinas de 2023 y 2024 en el Océano Atlántico.

Diferentes grupos también no están de acuerdo sobre la cantidad de nubosidad que disminuyó después de la OMI 2020, con estimaciones que van desde un cambio relativamente pequeño del 10% hasta una disminución masiva del 80%.

Un experimento "natural" a gran escala

A partir de noviembre de 2023, los ataques en el estrecho de Bab al-Mandab causaron una fuerte disminución del tráfico del Mar Rojo y un aumento en el transporte marítimo alrededor del Cabo de Buena Esperanza. Como resultado, la región del Atlántico Sur, que es altamente susceptible a las emisiones de los barcos debido a sus persistentes nubes bajas, experimentó un aumento repentino y masivo en el volumen de los barcos.

Debido a que el cambio de ruta fue impulsado por el conflicto en lugar del clima o la política, los investigadores pudieron observar cómo las nubes cambiaron en respuesta directa a las emisiones de los barcos solos. Tales situaciones claras de causa y efecto son casi imposibles de crear en experimentos controlados, lo que lo convierte en un valioso caso de prueba natural.

Los datos satelitales revelaron un claro aumento del dióxido de nitrógeno, o NO2, sobre el sureste del Océano Atlántico. NO2, un gas emitido por los motores de los barcos que no se vio afectado por las regulaciones de combustible de la OMI de 2020, sirvió como un indicador confiable del aumento de la actividad de los buques, confirmando un aumento en el tráfico a través de la región y permitiendo a los científicos comparar directamente las condiciones previas y posteriores a la regulación bajo el tráfico pesado de barcos.

Hallazgos y resultados del experimento natural

Con aproximadamente el doble de barcos en funcionamiento durante 2024, el impacto general en la formación de gotas de nubes fue solo ligeramente más débil que antes de la OMI 2020. Sin embargo, al comparar el NO2, que no se vio afectado por las regulaciones de reducción de azufre, con el número de gotas de nubes, que es sensible al azufre, Diamond y Boss encontraron una reducción del 67 % en las habilidades de alteración de las nubes de los barcos después de que las regulaciones de la OMI entraran en vigor.

Su resultado proporciona una evidencia aún más sólida de que los combustibles más limpios han reducido la influencia del transporte marítimo en la formación de nubes y ayuda a cuantificar la relación entre la contaminación y la respuesta de la nube, que es una restricción importante para mejorar las simulaciones climáticas.

Cuantificar cómo las nubes responden a los cambios en los aerosoles sigue siendo uno de los mayores desafíos en el estudio del clima.

Esta investigación ayuda a reducir las barras de error que actualmente limitan las estimaciones del balance energético de la Tierra. Al reducir esta incertidumbre, los responsables políticos pueden tomar decisiones mejor informadas sobre el equilibrio de las regulaciones ambientales con los objetivos climáticos a largo plazo. Estos hallazgos también destacan las complejas compensaciones en la política de calidad del aire, mostrando cómo las acciones destinadas a proteger la salud humana pueden remodelar simultáneamente la respuesta climática del planeta.

Aunque estos aerosoles enfrían temporalmente el planeta, esto viene a costa de la salud humana. La exposición a partículas de azufre, potentes contaminantes del aire, está relacionada con enfermedades respiratorias y cardiovasculares. Se estima que la regulación de la OMI ya ha evitado decenas de miles de muertes prematuras.

Fuente: Universidad de Florida, FSU

Referencia

Michael S. Diamond et al, Conflict-induced ship traffic disruptions constrain cloud sensitivity to stricter marine pollution regulations, Atmospheric Chemistry and Physics (2025). https://dx.doi.org/10.5194/acp-25-16401-2025

Esta entrada se publicó en Noticias en 25 Nov 2025 por Francisco Martín León

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