Las Cuadrántidas, las primeras lluvias de estrellas del 2022

2022 se inicia con una lluvia de estrellas generada por un cometa destrozado bautizado como 2003 EH1, y este año con Luna nueva se verán mejor

La primera lluvia de estrellas del año, las cuadrántidas. Imagen tomada del tuit del IAC Astrofísica

La primera lluvia de estrellas de cada año son las Cuadrántidas a principios de enero es la lluvia anual más intensa. Alcanzarán su máxima actividad en la noche del 3 al 4 de enero y la ausencia de la luz de la Luna permitirá ver incluso los meteoros más débiles.

Las Cuadrántidas son una lluvia de meteoros de actividad alta. Su período de actividad se extiende entre el 1 y el 5 de enero. Su máximo es el 3 de dicho mes, con su tasa horaria zenital (THZ) de 120, lo que la convierte en una de las lluvias más activas del año, junto a las Perseidas, también conocidas como lágrimas de San Lorenzo, en agosto, y las Gemínidas en diciembre.

Son meteoros de velocidad moderada que radian de la constelación del Boyero o Bootes. Sin embargo, reciben el nombre de la desaparecida constelación de Quadrans Muralis, que ocupaba parte del actual Boyero. El cuerpo progenitor de las Cuadrántidas fue probablemente identificado como el asteroide 2003 EH1, que se cree que fue a su vez el cometa C/1490 Y1 que observaron astrónomos chinos, japoneses y coreanos hace unos 500 años.

Se espera que las Cuadrántidas alcancen su pico máximo la noche del 3 al 4 de enero, aunque la noche del 2 al 3 y del 3 al 4 de enero tendrán su máxima actividad. El momento pico de las Cuadrántidas es breve, por lo general no dura más de una hora, y no siempre ocurre a la hora prevista.

Aunque las Cuadrántidas pueden ser numerosas, son menos observadas que otras conocidas lluvias de estrellas. Uno de los motivos es el tiempo. La lluvia alcanza su máximo a principios de enero, cuando el invierno está en su máximo en el hemisferio norte. Las borrascas y el frío tienden a mantener a los observadores en sus hogares. Pero quienes están dispuestos a luchar contra esos elementos, manteniendo sus ojos en el cielo podrían ser recompensados con un espectacular avistamiento.

La fuente de la lluvia de meteoros de las Cuadrántidas eran desconocida hasta diciembre de 2003 cuando Peter Jenniskens del Centro de Investigación Ames de la NASA halló evidencias de que la lluvia de meteoros se originaba en 2003 EH1, un asteroide que es probablemente un pedazo de un cometa que se rompió hace unos 500 años. La Tierra cruza la órbita de 2003 EH1 en un ángulo perpendicular, lo que significa que avanzamos rápidamente a través de los restos del asteroide. Es por eso que la lluvia es tan breve.

Las llamadas 'estrellas fugaces' son en realidad pequeñas partículas de polvo de distintos tamaños, algunas menores que granos de arena, que van dejando los cometas a lo largo de sus órbitas alrededor del Sol. La corriente de partículas resultante -llamados meteoroides-, debido al «deshielo» producido por el calor solar, se dispersa por la órbita del cometa y es atravesada cada año por la Tierra en su órbita alrededor del Sol.

Durante este encuentro, las partículas de polvo se desintegran al entrar a gran velocidad en la atmósfera terrestre, creando los conocidos trazos luminosos que reciben el nombre científico de meteoros. Esto es cierto para la mayoría de lluvias pero no para las Cuadrántidas y las Gemínidas.

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Y es que no existe ningún cometa que coincida con la trayectoria de la nube de «escombros». Los progenitores de estas lluvias de meteoros son asteroides, 3200 Phaeton en el caso de las Gemínidas y 2003 EH para las Cuadrántidas, según informa el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).

Así pues, abríguese para poder disfrutar de este espectáculo celeste. Es un gran manera de comenzar el Año Nuevo.

Esta entrada se publicó en Actualidad en 01 Ene 2022 por Francisco Martín León