La borrasca Ciara se aleja, pero el duro temporal “Ciara” sigue

Met Office nombró la profunda borrasca Ciara antes de que afectará a las Islas Británicas. La borrasca Ciara se marcha pero el temporal duro sigue al inicio de esta semana

Imagen infrarroja realzada del 9 de febrero de 2020 a las 21 UTC con la borrasca Ciara sobre Noruega y campo de presión en superficie. Nótese el durísimo temporal existente en amplias zonas de la escena. Eumetrain

Nombrar borrascas tiene su parte positiva y en algunas casos su cara negativa, confusa, mediática y, por lo tanto, mejorable.

Esto ha ocurrido con la borrasca Ciara, que ha afectado a las Islas Británicas, Francia, Bélgica, etc., y que ahora se encuentra en las lejanas tierras del norte escandinavo. La borrasca ya ha dejado la zona de Europa occidental. Pero el “mal” tiempo sigue estando presente en la zona y en otros lugares con la borrasca ya alejada, y se sigue “hablando” de los efectos de la borrasca Ciara.

El “mal” tiempo: borrascas y temporales

Tenemos en mente que el “mal” tiempo siempre está ligado a borrascas, y esto no es cierto.

Cuando la borrasca es además de gran impacto por el viento generado, ciertos SMN europeos nombran a las borrascas. En determinadas condiciones la borrasca nombrada puede desaparecer, debilitarse, o alejarse de la zona de responsabilidad del SMN que la nombró. Desaparece de la escena meteorológica pero el mal tiempo continúa en forma de formidable temporal, como el caso de Ciara.

En estas condiciones a la borrasca nombrada se le sigue atribuyendo efectos cuando ya no existe o ha desaparecido del marco sinóptico cuando se nombró. Lo que queda, por ejemplo, es un poderoso temporal atlántico generado por dos centros de acción diferentes: otra (y gran) borrasca, diferente a la nombrada, y un anticiclón. Ambos generan el poderoso temporal que permanece en la zona de interés debido al fuerte gradiente de presión.

Mapa de avisos para el día 10 de febrero de 2020 generados a última hora del 9 de febrero de 2020. Meteoalarm

El caso de Gloria

Algo parecido ocurrió con la borrasca Gloria que afectó a la costa mediterránea española y Baleares, sobre el 18 – 22 de enero de 2020. Gloria se debilitó y desapreció y otra nueva borrasca en superficie apareció en escena. Los medios de comunicación y algunos medios “oficiales” seguían culpando a “Gloria” por los destrozos en el Mediterráneo, Golfo de Cádiz y sureste de Francia. En algunos momentos parecía que había tres “Glorias” a la vez desde el 23 hasta el 25 de enero, cuando la originaría ya se debilitó anteriormente.

Y todo esto ocurre porque en el fondo los agentes generadores del mal tiempo son otros. Dicho de otra manera, no tiene que existir una borrasca propiamente dicha para generar mal tiempo. Los propios temporales atlánticos o mediterráneos pueden generar ese mal tiempo y los “padres” de dichos temporales son sistemas atmosféricos alejados de la zona del “mal” tiempo.

La borrasca Ciara, o mejor dicho, en estos momentos el temporal Ciara está causando bastantes problemas en ciertos países de Europa.

¿Habría que plantearse “nombrar” a los temporales de fuertes vientos con alto impacto social?

Otros sistemas atmosféricos pueden genera mal tiempo y podrían ser candidatos para ser nombrados, pero no se tocan aquí.

Esta entrada se publicó en Actualidad en 09 Feb 2020 por Francisco Martín León