La evolución de las formas corporales alienígenas y extremas de ciertos insectos puede tener una explicación simple

Hay ciertos insectos terrestres que tienen formas de alienígenas de otros posibles mundos donde la vida fuera posible. La razón de ello puede estar más cerca de lo que creemos.

Un saltamontes Bocydium. Crédito: Sam J. England



Esa es la hipótesis planteada en un nuevo artículo de investigación publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences por el Dr. Sam England, quien completó su doctorado en Bristol en 2023, y el profesor Daniel Robert, profesor de Bionanociencia en la Universidad de Bristol.

Los insectos saltahojas son conocidos por su asombrosa diversidad morfológica: existen más de 3000 especies de saltahojas y su forma varía significativamente, presentando características como cuernos, espinas, bolas y tridentes. Debido a su inusual apariencia, estos insectos han despertado el interés de los naturalistas desde hace mucho tiempo, pero los científicos no han podido explicar definitivamente la función de estas extrañas formas. Algunas ideas, como el camuflaje, el mimetismo o la defensa física, tienen sentido para especies específicas, pero no para toda la familia de saltahojas.

Origen de las formas extrañas de ciertos insectos

Basándose en sus recientes descubrimientos de que insectos como las abejas y las orugas pueden detectar la electricidad estática, el Dr. England y el Dr. Robert querían comprobar si las formas corporales extremas de los insectos podrían ayudarles a detectar la electricidad estática.

Los investigadores registraron que las avispas depredadoras emiten electricidad estática y también descubrieron que las cigarras se alejan de los campos eléctricos. Mediante métodos computacionales, demostraron que las morfologías extremas de las cigarras aumentan la intensidad del campo eléctrico a su alrededor, lo que probablemente aumenta su sensibilidad a la electricidad estática.

El equipo también descubrió que las avispas depredadoras poseen cargas electrostáticas significativamente diferentes (tanto en magnitud como en polaridad) a las de las amigables abejas sin aguijón que suelen proteger a las cigarras de los depredadores. Esto podría significar que las cigarras pueden distinguir entre amigos y enemigos únicamente por medios eléctricos, lo que justifica su sensible electrorrecepción.

El Dr. England afirmó: «Creemos que nuestro estudio ofrece una plataforma realmente prometedora para investigar la electricidad estática como factor determinante de la morfología de los organismos en general. Hay muchos otros insectos, arañas y otros animales y plantas que también presentan formas muy extremas, que en muchos casos carecen de explicación. Nuestro estudio proporciona la primera evidencia de que el sentido electrostático podría impulsar la evolución morfológica, pero aún no podemos demostrarlo».

Los científicos ahora quieren investigar cómo las diferentes morfologías de los insectos podrían adaptarse a diferentes entornos eléctricos.

El Dr. England añadió: «Si podemos vincular las formas de los saltamontes con ciertos aspectos de su ecología eléctrica, como depredadores específicos que se acercan desde ciertos ángulos con cargas estáticas particulares, esto empezaría a respaldar firmemente nuestras ideas sobre la electricidad estática como factor evolutivo».

Referencia

Sam J. England et al, Electroreception in treehoppers: How extreme morphologies can increase electrical sensitivity, Proceedings of the National Academy of Sciences (2025). DOI: 10.1073/pnas.2505253122

Esta entrada se publicó en Noticias en 03 Ago 2025 por Francisco Martín León